VALÈNCIA (BRUSELAS). La Unión Europea (UE) ha presentado su propuesta ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) para ampliar la producción de vacunas y tratamientos covid-19, y garantizar un acceso universal y justo. Este plan comercial multilateral incluye la liberación de las patentes contra la covid-19, como propuso el president Ximo Puig ante el Comité de las Regiones y, posteriormente, el presidente norteamericano Joe Biden. Los derechos de propiedad intelectual y la capacidad de producir las vacunas a un precio asequible son los compromisos principales que deberán acordarse a nivel mundial.
Con esta propuesta a la OMC, dividida en dos comunicaciones, la UE subraya el papel central de la OMC en la respuesta a la pandemia covid-19 e insta a sus colegas miembros de la OMC a acordar un conjunto de compromisos, incluidos los derechos de propiedad intelectual. Para ello, "se utilizarán la fórmula legal del ya existente Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual (ADPIC) o licencias obligatorias, se negociará con las farmacéuticas dueñas de la patente y se exigirá fabricar a un precio asequible y de la forma más rápida posible. Al tratarse de una situación de emergencia sanitaria, puede incluir la posibilidad de subvencionar estas licencias obligatorias”, declararon fuentes oficiales de la Comisión Europea.
Hace más de dos meses, el president de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, propuso al Comité de las Regiones la liberación de las patentes sobre las vacunas contra la covid-19. En su última sesión plenaria, el presidente de Comité, Apostolos Tzitzikostas, elevó esta propuesta al Consejo Europeo que se reunía en ese momento, tras ser votada mayoritariamente. La Comisión Europea, en declaraciones de su presidenta, Ursula von Der Leyen, se mostraba también favorable el mismo día. Desde la primera propuesta de la Generalitat, hasta la aprobación del Comité de las Regiones, la postura de la UE cambió a favor de liberar las patentes, tras hacer pública su postura a favor el presidente estadounidense Joe Biden.
El proceso de producción de vacunas es muy complejo y lo primero que se hará es liberar las patentes. En primer lugar, los gobiernos otorgarán una licencia específica que permita a un productor fabricar una vacuna sin el consentimiento del titular de una patente, como una herramienta legítima en el contexto de una pandemia. No obstante, la UE está dispuesta a negociar y subvencionar esta licencias con los titulares de la propiedad intelectual de la patente, aunque el requisito de negociar con el titular de los derechos puede ser legítimamente eximido cuando sea necesario.
En segundo lugar, hay que apoyar a los fabricantes que estén listos para producir vacunas y/o tratamientos a precios asequibles bajo una licencia obligatoria. Se garantizará que la remuneración pagada por el fabricante al titular de la patente refleje precios asequibles. Además, esta licencia obligatoria podrá cubrir cualquier exportación destinada a países que carezcan de capacidad de fabricación, incluso a través del mecanismo financiero de solidaridad internacional COVAX.
La UE pide a los gobiernos asegurar que las vacunas, tratamientos y sus componentes covid-19 puedan cruzar las fronteras libremente; alentar a los productores a ampliar su producción, asegurándose al mismo tiempo de que los países más necesitados de vacunas las reciban a un precio asequible, y facilitar el uso de licencias obligatorias dentro del ADPIC, que proporciona esta flexibilidad y es una herramienta legítima durante la pandemia que se puede utilizar rápidamente cuando sea necesario.
En cuanto a la exención amplia propuesta por varios miembros de la OMC, la Comisión Europea, aunque está dispuesta a discutir cualquier opción que ayude a poner fin a la pandemia lo antes posible, “no está convencida de que proporcione la mejor respuesta inmediata para alcanzar el objetivo de la distribución más amplia y oportuna de vacunas covid-19 que el mundo necesita urgentemente·”, explicaron fuentes oficiales, en referencia a la propuesta de India y Sudáfrica de liberar las patentes de forma forzosa.
Para limitar el uso de restricciones a la exportación y mantener abiertas las cadenas de suministro, los países productores de vacunas deben estar listos para exportar una parte justa de su producción nacional. Las cadenas de suministro están altamente interconectadas y no deben interrumpirse.
De otro lado, se necesita apoyar a los fabricantes y desarrolladores de vacunas para que amplíen la producción, y garantice el suministro asequible de vacunas a los países de ingresos bajos y medianos. Tales acciones podrían incluir acuerdos de licencia, el intercambio de conocimientos especializados, precios estratificados, incluidas las ventas sin fines de lucro a países de bajos ingresos, fabricación por contrato y nuevas inversiones en instalaciones de fabricación en países en desarrollo.
La UE espera que todos los productores y desarrolladores de vacunas hagan promesas concretas que aumenten el suministro a los países en desarrollo vulnerables. En este sentido, la UE celebra el compromiso de empresas como BioNTech y Pfizer, Johnson & Johnson y Moderna, que ya se han comprometido a entregar 1.300 millones de dosis este año a países de bajos ingresos sin fines de lucro y a países de ingresos medianos a menor coste.
La presidenta Ursula von Der Leyen manifestó que “la UE autorizó exportaciones de alrededor de la mitad de la cantidad total de vacunas producidas en Europa. Nuestro objetivo inmediato y urgente es garantizar un acceso equitativo para los países de ingresos bajos y medianos, para compartir vacunas más amplia y rápidamente”. El objetivo es diversificar la manufactura para que no esté centralizada solo en un grupo de países y fortalecer la resiliencia de la infraestructura de salud en los países menos desarrollados.
El vicepresidente ejecutivo y comisionado de Comercio, Valdis Dombrovskis, expresó la urgencia para acelerar “la distribución equitativa de las vacunas covid-19 en todo el mundo”, con una fuerte “respuesta comercial multilateral”. Y explicó que el principal problema en este momento se relaciona con la “falta de capacidad de fabricación suficiente para producir rápidamente las cantidades requeridas”. El objetivo, añadió, debe ser “garantizar que cualquier capacidad de fabricación disponible y adecuada en cualquier parte del mundo se utilice para la producción de vacunas covid-19”.