marzà asegura que los examinados conocerán los resultados en septiembre

La JQCV tardará tres meses en corregir los exámenes del C1 de valenciano

1/08/2018 - 

VALÈNCIA. El pasado 9 de junio se examinaron más de 16.000 personas del examen de C1 de valenciano de la Junta Qualificadora de Coneixements de Valencià (JQCV). Un modelo de prueba totalmente diferente al que venía realizándose hasta ahora con el antiguo Grau Mitjà -por primera vez el examen se adaptaba al Marco Europeo Común de Referencia para las Lenguas-, y que generó un aluvión de quejas de los examinados por considerar que no se adaptaba "al nivel exigido de conocimiento de la lengua". Incluso, llegaron a pedir su impugnación y repetición.

Desde entonces han transcurrido casi dos meses y los aspirantes siguen sin conocer los resultados de la prueba. Una espera que, según el propio conseller de Educación Vicent Marzà, se alargará hasta el próximo mes de septiembre. Un mensaje que ha generado una fuerte oleada de indignación entre las personas presentadas, que, organizados en diferentes grupos de redes sociales, se dirigen desde hace días directamente al responsable del departamento de Campanar para pedir explicaciones convincentes que justifiquen semejante retraso.

"Bon día, @VicentMarza. Molts ens preguntem com és posible que havent fet l’examen escrit del C1 de valencià el passat 9 de juny i l’oral, que es corregeix al instant, el passat 30 de juny, les notes eixiran al mes de setembre. Podrieu oferir-nos una explicació raonable? Gràcies", escribía este lunes uno de los examinados en su cuenta de twitter. El mensaje circuló, además, en el grupo de Facebook Injusta Certificació C1 Valencià JQCV que fue creado por los propios examinados apenas unas horas después de celebrarse la prueba para organizar movilizaciones y solicitar a la Conselleria de Educación la repetición del control.

Otro usuario compartía que la demora le estaba "perjudicando muchísimo" porque estaba presentándose a bolsas de trabajo y no podía contar con los puntos extra que supone contar con el certificado del C1 de valenciano en caso de haber aprobado. "Y continúan así a un día de abrir las preinscripciones de la Escuela Oficial de Idiomas", añadía otra afectada la semana pasada en referencia a la fecha para matricularse en las clases de valenciano. No en vano, sin conocer si han aprobado o no, los estudiantes no saben qué nivel deben cursar.

Ahora bien, la tardanza no solo se ha producido en el C1 de valenciano. También ha ocurrido lo mismo con la publicación de las notas de las pruebas de nivel A2 y B1 de la Junta Qualificadora de Coneixements de Valencià, en las que se matricularon más de 4.000 aspirantes.

Desde la Conselleria de Educación, sin embargo, justifican este atraso en que son exámenes distintos a los realizados hasta ahora que "tardan más en corregirse". "Se siguen las pautas de cualquier examen de lengua siguiendo el marco europeo y los exámenes de lenguas propias que se hacen en otras comunidades autónomas y, además, el C1 es al que más gente se presenta", añaden.

Vicent Marzà. Foto: EVA MAÑEZ

Más de 14.000 quejas

El examen del C1 de valenciano ha estado rodeado de polémica desde que se celebró. Apenas unas horas después de salir de la prueba, los aspirantes crearon un grupo de Facebook -que continúa activo- para registrar una queja ante la sede de la JQCV e incluso estudiar la posibilidad de solicitar su impugnación. "El examen tiene todas las papeletas para ser impugnado: falta de información, en cada clase unas indicaciones diferentes, faltas de ortografía y un largo, etcétera", escribía un participante. 

No obstante, también se activó una petición de Change.org que solicitaba a la Consellería de Educación "una prueba de valenciano justa acorde con el nivel C1". En apenas un día sumó más de diez mil firmas y, a día de hoy, son 14.762 personas las que la han secundado. Una cifra significativa si se atiende al total de personas presentadas al examen. 

En concreto, los examinados que se unieron en su día a la plataforma virtual denunciaron los numerosos tecnicismos y la dificultad del artículo "Les lleis del caos" –fragmento seleccionado de la revista científica universitaria Mètode-. Un texto elegido para que fuera la primera parte del control, el que corresponde a la comprensión escrita, que resultaba imprescindible superar para que se corrigiera el resto del examen. Y todo pese a que solo suponía el 10% de la nota total. 

Sin embargo, preguntado por esta multitud de protestas, el director general de Política Lingüística y Gestión del Multilingüismo, Rubén Trenzano, insistió en que no se trataba de una cuestión de dificultad y que el objetivo de la primera parte del examen era "comprender una gama amplia de textos largos y complejos, diferenciar las ideas principales de las secundarias y reconocer sentidos implícitos", por lo que atribuía las reclamaciones al cambio de estructura de la prueba que se realizaba hasta ahora. 

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