VALENCIA, (EP). El presidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), José Luis Escrivá, ha advertido este lunes de que la Comunitat Valenciana en las condiciones actuales y con su posición de partida de deuda histórica no va a llegar a su objetivo del 13% "en muchísimos años". Concretamente, ha indicado que incluso en un horizonte de estabilidad presupuestaria en 2019, la región valenciana no alcanzaría el objetivo de deuda antes del año 2046.
Así lo ha indicado Escribá en Valencia durante la celebración del seminario sobre 'Financiación autonómica, estabilidad presupuestaria y bienestar', organizado por el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) en colaboración con la Generalitat Valenciana, donde ha manifestado que los retos futuros del nuevo marco fiscal pasan por redefinir de forma conjunta el nuevo sistema de financiación, las reglas fiscales y la reincorporación de las Comunidades Autónomas (CCAA) al mercado de deuda.
De este modo, ha señalado, en atención a los medios de comunicación, que se tiene que buscar una solución a la deuda porque es "un problema que tiene que resolverse". En caso contrario, ha alertado de que "algunas comunidades autónomas seguirían teniendo un nivel de deuda con dudas de sostenibilidad".
Asimismo, el presidente de la AiRef ha explicado que la Comunitat Valenciana está "muy por debajo de la media en ingresos y en gasto". "Ingresa poco y no gasta mucho en relación a las de más comunidades autónomas", ha indicado para señalar que precisamente el origen del déficit es consecuencia de que el nivel de ingresos no financieros es "insuficiente".
En su intervención, Escrivá ha repasado la situación financiera de las comunidades autónomas, así como los factores de sostenibilidad presupuestaria y los retos a los que se tienen que enfrentar de cara al futuro. En este escenario, ha analizado los distintos factores que pueden influir en la estabilidad presupuestaria, entre los que ha citado el binomio equidad-factibilidad; la situación de partida en el momento de la descentralización; la orientación hacia la estabilidad de cada CCAA; la sostenibilidad financiera de su deuda pública, y el marco institucional fiscal.
Sobre la base del análisis de estos factores, el presidente de la AIReF ha remarcado que los principales retos de cara al futuro pasan por "definir de manera conjunta" el sistema de financiación territorial, pero con una visión conjunta del mismo e incluyendo a todas las administraciones; el sistema de reglas fiscales, "estableciendo coherencia entre las reglas y mecanismos de exigibilidad" y la "reincorporación al mercado de deuda, con elementos de disciplina y mecanismos progresivos de salida".
Para el presidente de la AiRef, "la estabilidad presupuestaria requiere la participación de todas las administraciones públicas en los distintos hitos del ciclo presupuestario". Por ello, ve fundamental "propiciar el desarrollo de la corresponsabilidad fiscal" y "este proceso debe contemplar también la mejora de Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF)".
También ha insistido en que "hay que seguir avanzando en el refuerzo del marco institucional nacional de las finanzas públicas y aumentar la transparencia" y en la necesidad de abordar "una reforma normativa para mejorar el marco de disciplina presupuestaria y reglas fiscales".
Asimismo, ha incidido en que hay que "combinar la reforma del Sistema de Financiación Autonómica con las de otras administraciones y eliminar progresivamente los mecanismos de financiación extraordinaria" y ha considerado necesario "trasladar a instancias técnicas neutrales la responsabilidad de ciertos parámetros del sistema, como los determinantes de la distribución territorial de las necesidades de gasto".
Por su parte, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha insistido en que la Comunitat Valenciana es la única con una renta per cápita claramente inferior a la media (88%) que tiene un saldo fiscal negativo.
De hecho, ha puntualizado que la última estimación de las Cuentas Públicas Territorializadas estima un drenaje anual de recursos equivalente al 1,4% del PIB valenciano, por lo que ha criticado que "una comunidad con evidentes debilidades socioeconómicas realiza contribuciones fiscales injustificadas al resto".
"Como consecuencia de esta situación, y pese a gastar menos, la Comunitat Valenciana tiene mucho más déficit que otras comunidades y hemos acumulado mucha deuda, pero no por gastar más sino a pesar de gastar menos que la media. Ese desequilibrio solo es posible porque nuestros ingresos son menores que los de otras comunidades autónomas permanentemente", ha denunciado el 'president', quien ha insistido en que, por tanto, el problema valenciano es de "suficiencia financiera y también de equidad, de igualdad de trato, en definitiva, de justicia".
De este modo, ha remarcado que esta situación no cambiará si no se produce una reforma del sistema de financiación autonómica que "permita cubrir las insuficiencias del conjunto de las comunidades y acabe con la discriminación que la Comunidad Valenciana padece".
Concretamente, desde la Generalitat plantean que tanto el sistema de financiación de las comunidades de régimen común como la estrategia para alcanzar los objetivos de estabilidad financiera deben contemplar "la protección de los niveles de prestación de los servicios públicos de salud, educación y protección social".
Asimismo, propone que para disponer de recursos suficientes y estables para esa finalidad deben dedicarse a financiar preferentemente esos servicios esenciales del Estado de bienestar las principales fuentes tributarias --cotizaciones sociales, IRPF, IVA e Impuestos Especiales--, asignándolas entre Administraciones en proporción a los objetivos de gasto fijados en estas materias y a las competencias de cada una en las mismas.
También, Puig ha defendido que el modelo de financiación debe respetar que "el acceso la prestación de los servicios públicos fundamentales esté al alcance de todos los españoles con el mismo nivel de prestaciones, independientemente del territorio en el que vivan". Para ello, ha señalado que las comunidades autónomas han de disponer de un nivel "equiparable de recursos por habitante y deben eliminarse las cláusulas que protegen el statu quo pero generan inequidades".
El cuarto rasgo que para la Generalitat debe de primar en el nuevo sistema es la "prudencia y responsabilidad" en el gasto para que, una vez recuperado el equilibrio financiero, "este resulte sostenible a lo largo del tiempo en cada una de las Administraciones Públicas".
Finalmente, ha propuesto disponer de un horizonte "realista de regreso a la viabilidad financiera de las comunidades, evaluando qué parte de la deuda acumulada por las Comunidades se deriva de la insuficiencia del sistema en estos años, consolidándola con la del Estado".