La Copa salva a Tevenet de la destitución

ALICANTE. La Copa del Rey salvó este domingo a Luis García Tevenet.

Teniendo presente la errática trayectoria del Hércules, la derrota en Alcoy por su efecto en la clasificación pero especialmente la pésima imagen ofrecida sobre el césped de El Collao hubiese supuesto la destitución del técnico en cualquier otra situación distinta a la actual, con un partido de dieciseisavos de final del torneo del ko este miércoles ante nada menos que el Barça.

Juan Carlos Ramírez fue testigo del enésimo batacazo de los blanquiazules, que acumulan ya seis derrotas en dieciséis jornadas de liga y que tienen la primera y segunda plaza a un mundo de puntos..., pero salvo sorpresón más que mayúsculo este lunes, el socio de Enrique Ortiz en el Hércules no hará el temido gesto con el pulgar apuntando hacia abajo que se llevó por delante a Pacheta, Manolo Herrero y Vicente Mir. 

Tevenet se sentará en el banquillo del Rico Pérez no solo en el citado encuentro, también el domingo en el choque que enfrentará a su equipo con el Atlético Baleares. Eso sí, una derrota ante los palmesanos le costará el puesto, aunque se hubiera ganado (cosa harto improbable) al Barça.

El preparador andaluz no es ni mucho menos el único responsable de la crisis de juego y resultados que atraviesa el equipo, sus pupilos también tiene gran parte de culpa, pero como ocurre en el fútbol, siempre es más fácil echar al entrenador que a media docena de jugadores.

El Hércules se presentó en Alcoy muy mermado por las bajas y el desarrollo del partido (no solo la expulsión de Pedro Inglés, también la falta de actitud desde el primer minuto de muchos jugadores herculanos) contribuyó a debilitar aún más su posición, si bien es cierto que el técnico de entrada erró nuevamente al apostar por un doble pivote defensivo y no solo se durmió a la hora de mover el banquillo (Mainz y Álvaro Salinas saltaron demasiado tarde al césped de El Collao), también tomó alguna decisión sobre la marcha (colocar a Chechu de lateral) que en vista del resultado que ofrecido se puede considerar más que poco afortunada.

La inmaculada trayectoria en la Copa del Rey (aunque no olvidemos que la segunda ronda se superó en la lotería de los penaltis) choca con el deambular más que irregular del equipo en liga que con el paso de las jornadas y en contra de lo esperado, se ha acentuado. Tevenet ni se muerde la lengua ni se casa con nadie, tanto en los entrenamientos como en la sala de prensa pero el Hércules se muestra cada vez más lejos de la idea de fútbol que el sevillano dibuja una y otra vez sin suerte. La cacareada intensidad con y sin balón brilla por su ausencia, se han encajado seis goles en los dos últimos partidos y solo se ha marcado uno de penalti, el centro del campo adolece de creación, la segunda línea del ataque apenas aparece y lo de los delanteros... 

La buena salud económica no es precisamente un rasgo característico del Hércules, pero nadie cree que termine siendo un obstáculo no solo para prescindir de Tevenet llegado el caso, también para hacerlo de más de un jugador que está ofreciendo un nivel muy inferior al esperado y fichar en el mercado de invierno. Puede que el técnico salga airoso del próximo mes de competición pero pese a lo anterior parece claro que en enero habrá altas y bajas de jugadores.