VALÈNCIA. Que cada vez más son más los empresarios que están bajando la persiana de sus sicavs -bien cerrándolas directamente o transformándolas- es algo de lo que viene contando periódicamente este diario. Sin ir más lejos el pasado 19 de junio publicó que a lo largo de los últimos doce meses se ha reducido su número, el patrimonio y los accionistas.
Por no hablar que solo han visto la luz dos dos altas frente a las 200 bajas que se han producido en los últimos doce meses, según los últimos datos de la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones (Inverco). Así, y con datos al cierre de mayo, el número de sicavs se había reducido un 6,7%; el patrimonio un 5,6% y el número de accionistas -incluyendo 'mariachis'- un 3,4%.
El temor a un endurecimiento de los requisitos tras la llegada del Gobierno de Pedro Sánchez ha reavivado los temores entre los empresarios. De ahí que algunos comiencen reembolsando parte de sus sociedades de inversión. Y éste podía ser el caso de una de las sicavs del conocido empresario hindú -afincado en Tenerife desde hace varias décadas- Ram Bhavnani con su Kalyani.
Dicha sociedad de inversión de capital variable sufrió el pasado jueves un fuerte reembolso del 35,26% de su capital, que ha pasado de rondar los 170 millones de euros -lo que la convertía en una de las grandes sicavs españolas- al cierre del primer trimestre del año a situarse por debajo de los 110 millones. Concretamente en los 107,20 millones de euros, según lo constató ayer este diario de la base de datos pública del Mercado Alternativo Bursátil (MAB) donde cotiza como la práctica totalidad de las 2.800 sicavs que circulan por España.
Domiciliada en Madrid y gestionada por la filial española de Amundi -primera gestora de activos de Europa y una de las diez mayores del mundo-, Kalyani contaba con 195 accionistas pero dos de ellos controlaban más del 95% del patrimonio. A 31 de marzo pasado, último dato oficial de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), más de la mitad de las inversiones correspondían a activos extranjeros en una sociedad claro sesgo defensivo.
A esa fecha la exposición a renta fija alcanzaba el 47,63% del portfolio frente al 57,81% de diciembre; mientras que la renta variable había pasado desde el 14,65% hasta el 16,19% repartido entre el 6,63% en
España (5,17% en diciembre), 7,90% resto de Europa (7,84% anterior) y 1,66% en Estados Unidos (1,64% precedente). Además, la cartera se completaba con inversiones en otras instituciones de inversión colectiva (IIC), que tenían un peso del 8,57% muy por encima del 1,77% del cierre de 2017 destacando el fondo de inversión Carminag Securite.
En posiciones de renta fija se dejaba ver deuda corporativa nacional (Bankia, CaixaBank, Colonial, Ibercaja, OHL...), deuda soberana internacional (Emiratos Árabes Unidos, Reino Unido, Túnez...) y deuda corporativa exterior (Autostrada, Coca-Cola, Credit Agricole, Lloyds Bank, Mediobanca...). En lo que a acciones puras se refiere solo mantenía posiciones abiertas en títulos de fuera de España con nombres de la talla de Bayer, Berkshire Hathaway -el vehículo de inversión de Warren Buffett-, Carrefour Sanofi y Unibail Rodamco, por citar algunas.