Investigadores valencianos trabajan en un corredor europeo de vehículos sin conductor con 5G

11/11/2018 - 

VALÈNCIA (EP). Investigadores del Instituto de Telecomunicaciones y Aplicaciones Multimedia (iTEAM) de la UPV trabajan en el desarrollo del corredor digital 5G Múnich-Bolonia que pretende facilitar la movilidad de los vehículos sin conductor, en este caso, entre Italia, Austria y Alemania, aprovechando la tecnología 5G.

Las pruebas de vehículos sin conductor hasta ahora se han realizado siempre en entornos controlados, en carreteras públicas y apoyándose en un único operador. Pero ¿qué ocurriría si el vehículo quisiera desplazarse entre varios países? Hoy en día, no podría hacerlo, entre otras razones, por la falta de cobertura inalámbrica, el roaming y porque no todos los países utilizan el mismo espectro.

Además, recientes accidentes mortales han demostrado que hace falta extender el alcance de visión del vehículo autónomo, escenario en el que la 5G ofrece "la mejor solución".

En este contexto, Europa trabaja en el diseño de nuevos corredores digitales 5G que facilitarán la movilidad transfronteriza de los vehículos sin conductor. Uno de ellos es el corredor Munich-Bolonia, que cubre 600 kilómetros de carreteras en tres países --Italia, Austria y Alemania-- y es uno de los más importantes identificados por la Unión Europea para mejorar la movilidad de personas y mercancías en toda Europa.

Su desarrollo es el principal objetivo del proyecto 5G-CARMEN, entre cuyos socios se encuentra la Universitat Politècnica de València, a través de su instituto iTEAM. El proyecto está liderado por la Fondazione Bruno Kessler (Trento, Italia).

"Nuestro objetivo es que los coches sin conductor alcancen un nivel de automatización entre 4 y 5 --hoy este nivel es del 1-- y puedan circular de forma totalmente autónoma --en este caso, en el eje austro-italo-alemán-- aprovechando para ello el potencial que nos brindará la tecnología 5G", explica el investigador del instituto iTEAM de la UPV, José Francisco Monserrat.

La 5G permitirá que la red móvil 4G actual evolucione cubriendo las necesidades de comunicación de los vehículos autónomos, tanto en términos de velocidad de intercambio de datos como en tiempos de respuesta de la infraestructura de red, recalca a Europa Press desde la Politècnica.

"Lo que se necesita es que los tiempos de conexión entre vehículos bajen de los 5 milisegundos. Y hoy por hoy hay dificultades para llegar a los 100. Esto es lo que aportará la 5G, una tecnología cuyos mecanismos de transmisión son mucho más eficientes, lo que reduce la latencia. Con esa transmisión de baja latencia, los vehículos, en caso de riesgo de accidente, pueden reaccionar a tiempo. La 5G permite ver donde las cámaras no ven, donde los radares no alcanzan. Pero, sin duda, lo más importante es la reducción de los tiempos de comunicación entre los vehículos, clave para la seguridad en nuestras carreteras", explica Monserrat.

El proyecto 5G- CARMEN facilitará que los vehículos se conecten a una infraestructura que no será necesariamente la del operador, sino la que los Estados ofrezcan para garantizar la continuidad del servicio. Otra alternativa es que se permitan sobrealcances de cobertura de los operadores entre fronteras, de manera que exista una total continuidad de la comunicación.

Será, además, el primero proyecto en que se pruebe la solución C-V2X --comunicaciones entre vehículos asistidas por la red móvil-- de manera masiva.

Simulaciones

En el marco de este proyecto, se llevarán a cabo diferentes simulaciones en las que se caracterizará el funcionamiento individual de los vehículos y posteriormente el que tendría ya en una autopista.

Desde el iTEAM de la UPV, se realizará la emulación de un escenario en el que muchos o todos los vehículos sean autónomos, para así poder diseñar un sistema que funcione bajo cualquier premisa.

Se analizarán variables como el tiempo de latencia/respuesta de los vehículos, la conectividad entre los distintos usuarios o los tiempos de respuesta ante distintas condiciones climáticas, entre otros.

El proyecto, en el que participan un total de 25 socios, se extenderá durante los próximos tres años.

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