VALÈNCIA. El empresario de Benidorm Carlos Paz Figueroa ha cesado como administrador solidario de la empresa de resonancias magnéticas Inscanner, función que compartía formalmente con su hija Ana Paz Brown. La compañía, que gestiona el servicio público de radiología en la mayoría de hospitales de la provincia de Alicante a través de la UTE Erescanner Salud, ha cambiado el órgano de administración de solidario a mancomunado, siendo ahora las administradoras mancomunadas Ana Paz y Julie Anne Brassey, viuda de Carlos Paz y madre de tres de sus hijos.
El cese no dejaría de ser un cambio más en el órgano de administración de una empresa si no fuera porque Carlos Paz falleció el 21 de octubre de 2012, hace casi ocho años. Según fuentes cercanas a la empresa, el retraso en el cambio de administradores se ha debido a una disputa familiar por la herencia del empresario que ha tardado siete años en resolverse.
Los cambios afectan a otras sociedades que controlaba Carlos Paz, como Eslinga Diagnóstico por Imagen -también del sector sanitario- o las inmobiliarias Inversiones Physis y Eslinga Gestión Inmobiliaria. En todas ellas se ha establecido una administración mancomunada compuesta por Ana Paz Brown y Julie Anne Brassey.
Los cambios han venido publicándose las últimas semanas en el Boletín Oficial del Registro Mercantil (Borme) y, por el momento, no incluyen la empresa más conocida del grupo de la familia Paz, Clínica Benidorm, que administra en solitario Ana Paz aunque formalmente en la última memoria publicada (2018) figura como administrador solidario su padre.
La empresa de diagnóstico por imagen Inscanner entró en pérdidas en el ejercicio 2018 -últimas cuentas depositadas en el Registro Mercantil-, debido a la quiebra de una de las sociedades inmobiliarias de la familia, que debía 5,8 millones de euros a la firma sanitaria. La sociedad vinculada que causó estas pérdidas es Wohnungsbaugesellschaft, domiciliada en Palma de Mallorca y dedicada a la compraventa de bienes inmuebles y la promoción inmobiliaria. Wohnungsbaugesellschaft -nombre alemán que significa 'sociedad residencial'- fue la promotora de 84 viviendas y trasteros en la playa de El Mascarat, en Altea.
Inscanner concedió a la empresa mallorquina un préstamo de 7,5 millones que debido a la crisis inmobiliaria no fue devuelto. Tras entrar en concurso la promotora y ante la lentitud de la venta de las viviendas y los precios conseguidos, la empresa que dirige Ana Paz decidió apuntarse unas pérdidas por deterioro de 5,8 millones de euros. Esto provocó que el ejercicio, que registraba beneficios de explotación gracias al contrato de resonancias con la Generalitat, acabase con unas pérdidas de 1,3 millones de euros, frente a las ganancias de 3,15 millones del año anterior.
La cifra de negocio ascendió a 15 millones de euros, un 3% más que el año anterior. De esta facturación, 9 millones los obtuvo a través de la UTE Erescanner Salud, que presta el servicio de resonancias magnéticas en casi todos los hospitales públicos valencianos. Inscanner tiene una participación del 20% en la UTE.