CASTELLÓ. ¿Cuántos retratos verás de personas a lo largo de un solo día por la red? Probablemente muchos más de los que verás en años de animales abandonados. La Fundación Affinity recogía en su informe anual 'El nunca lo haría' que en 2019 fueron recogidos 138.000 perros y gatos por protectoras y centros municipales. Mientras que la Federación de Asociaciones Protectoras y de Defensa Animal (FAPAM) estima que el número real de abandonos al año es superior a los 300.000. Pero esto casi nadie lo captura. Y es que las plataformas están más dadas al postureo que a ese 'like social' que tanto piden, en este caso, los centros de acogida.
Conscientes de la visibilidad que puede tener su mensaje en espacios como Instagram o Facebook son cada vez más las protectoras que buscan en artistas e ilustradores ese altavoz con el que encontrar socios y adoptantes. Así lo explica Teresa Cantavella, quien colabora a través de sus ilustraciones con diferentes asociaciones. "Las protectoras buscan encontrar más engagement en las redes sociales, que no deja de ser más compromiso y visibilidad. Si la onda expansiva se va haciendo más grande, la gente va a ver que hacen falta más casas de acogida. En cuanto a nosotros, la colaboración es sencilla, sorteamos dibujos que se entregan a un ganador". El suyo no es, por lo tanto, un caso asilado. Diferentes ilustradores se unían el año pasado en Almería para crear la antología Faunimalia 39, una serie de retratos y memorias con la que consiguieron recaudar fondos para distintas protectoras. Por su parte, el artista francés Nicolás Amiard recogió en el proyecto 'Summer Adventures', las portadas de 10 de sus películas y series favoritas de la infancia -como Los Simpson, Tintin o Scooby-Doo!- para denunciar el abandono animal que también se retrata en esas historias.
En su caso, esta creadora de Vila-real ha encontrado además su hueco en el retrato personalizado de mascotas. No le interesa en efecto retratar personas -"ya está muy explotado"- a Cantavella le gusta la botánica, los animales y desearía poder hacerse un sitio en la ilustración infantil. (Su referente es Beatrix Potter). "Siempre hemos tenido animales en casa. Vi que a la gente le gustaba lo que hacía y decidí especializarme en esto. Las mascotas no dejan de ser como un miembro más de la famailia. Por eso me llegan encargos de todo tipo, no puede responder a un único sentimiento. Hay gente que los cuelga en el comedor, en su cuarto, los regalan como amigo invisible y otros encuentran el consuelo en un animal que ha fallecido". La ilustradora trabaja los retratos al detalle, como explica "cada pelo es una pincelada por separado" y suele servirse de fotografías para hacerlo suyo con lápices de colores, acuarelas y la técnica del gouache. Aunque -como cuenta- también le gustaría migrar este estilo tradicional al soporte digital para agilizar todo este proceso.
Teresa Cantavella no se formó en arte, estudió Administración en València y trabaja como técnico de marketing. No obstante, nada frena sus ganas de poder dedicarse profesionalmente a la ilustración. Una realidad que todavía hoy le queda lejos pero que espera algún día poder alcanzar. "De momento es una vía de escape porque no he tenido la oportunidad de trabajar, pero en mis tiempos libros me estoy formando para adquirir nuevos conocimientos. Quiero que pase de ser un hobby a algo más", asegura. Aquí dejamos retratados, mientras tanto, sus primeros pasos.