CASTELLÓ. El 4 de mayo de 1938 la ciudad de Castellón era azotada por uno de los peores bombardeos de la Guerra Civil española. 420 bombas caían del cielo para dejar entre la sociedad civil unas heridas todavía por cerrar. Tanto que 81 años después todos aquellas testimonios, que piden ahora ser contados, revivirán en el mismo Refugi Antiaeri de la plaça Tetuán. Pero no serán parte de una visita guiada, ni tampoco de una clase de historia o una obra de teatro. "La guerra, la pérdida, la memoria y el miedo" saldrán de lo más dentro de Tània Muñoz, profesional de la narración oral. "No hago una representación escénica, pero tampoco hago de divulgadora. No soy experta en la materia. Lo que trasladaré será el punto de vista de aquellas personas que vivieron la época. De hecho, serán el punto central de mi relato. Nos acostumbramos a hablar de los hechos, cuando el elemento que te hace recordar algún suceso es la emoción de las personas que lo vivieron", afirma la castellonense.
El del 4 de mayo será el primero de estos 'espectáculos', pero no el único. Le seguirán más historietas el 18 del mismo mes (ambas citas con las entradas agotadas); el 6, 11 y 15 de junio; el 2 de julio y el 5 de septiembre. En cada uno de ellos se revivirán diferentes bombardeos, pero además se hablará de la vida cotidiana en el frente y de la represión que hubo con la llegada de la dictadura. La idea, cuenta Muñoz, que surgió tras varias conversaciones con el Grup per la Reserca de la Memòria Històrica de Castelló, quienes tenían la necesidad de divulgar entre la población todo el material encontrado respecto a los ataques de los bombarderos Junkers Ju 87 Stuka de la Legión Cóndor alemana, que combatían en favor de Franco. A la narradora le pareció interesante hablar de un periodo que pese a parece estar a la orden del día, todavía queda oculto: "Desgraciadamente las guerras continúan en muchas otras partes del mundo, de ahí su vigencia y de ahí la necesidad de despertar entre nosotros las ganas de reflexionar y de testear la historia"
En la intervención - que durará sobre una hora-, Tània Muñoz advierte que se tomará licencias para inventar o exagerar pequeñas partes de la historia. Es la característica de todo juglar y el "teléfono roto" forma parte, en muchas ocasiones, de nuestro día a día. "La narración oral tiene que tener momentos de improvisación, porque cuentas un relato conforme ves al público; no hay entre medias una pared". Así, el sábado a las 20 horas se activará esta nueva propuesta del Museu de la Ciutat de Castelló (MUCC), que inauguró el refugio antiaéreo en julio del año pasado.
Al rescate de muchas más historias (algunas ficticias)
Nunca pensaba que se dedicaría a contar historias y para quien todavía lo duda es una profesión como cualquier otra. Eso sí, menos conocida. Tània Muñoz es también licenciada en historia por la Universitat de València y ha pasado muchos de sus años como maestra viajando por colegios de Barcelona. No obstante, su forma de ver la vida cambió por completo una cálida noche de otoño cuando una amiga narradora, Mayte Flores, le propuso ir a escuchar una sesión de cuentos protagonizada por Tim Bowley y Charo Pita. La fascinación que sintió la castellonense por el mundo del cuentacuentos fue tal que poco a poco se fue despegando más y más de la rutina. Su cuerpo, su mente, ella misma sabía que quería rescatar del olvido y del polvo aquellos momentos que han sido silenciados o que simplemente han sido enterrados en el fondo de nuestro disco duro. Así, empezó a formarse en narración oral, en interpretación, en clown o en la recopilación de tradición oral. Y desde 2013 ejerce como tal, compaginandolo con la docencia de Historia medieval en la UJI.
"Desde que estoy en este oficio tan nuevo y tan antiguo, me quedo con las palabras de Maya Angelou cuando afirma que: Las palabras significan más de lo que está escrito en el papel. Se necesita la voz humana para infundirlos con los tonos de un significado más profundo. Si bien empecé un poco por casualidad, ya de pequeña me convertí en una lectora fiel y entusiasta, de las que releen sus cuentos preferidos las noches del domingo, de las que ríen y lloran a solas con estos", explica en su perfil Muñoz, quien acostumbra a crear relatos ficticios tanto para niños como para adultos, aunque en su próxima intervención hablará de la más remota realidad.
