VALENCIA. La histórica transacción entre dos de las grandes constructoras de obra pública valencianas, Rover Alcisa y Cyes, ha terminado en los tribunales. La primera compró a la segunda -en una subasta judicial y por cerca de 7,4 millones de euros- el 70% de su división de obra portuaria, la que era la joya de la corona de la empresa de Felipe Almenar. Todo parecía perfecto: la operación insuflaba liquidez a la maltrecha firma para superar su concurso de acreedores mientras la compañía de Alfredo Rodríguez tenía el detalle de mantener el nombre de la fundadora en su nueva filial, que bautizó como Cyes Maritime Works. Pero sólo un año después de oficializarse la venta se rompió el idilio por una demanda de 5,7 millones.
Así consta en las cuentas consolidadas de 2015 depositadas por Rover Alcisa SL, en la que la mercantil detalla que el junio de 2016 su filial Cyes Maritime Works SL presentó una demanda contra la concursada Cyes Infraestructuras SA "solicitando que se le reconozca y pague 5,7 millones de euros por certificaciones de obra indebidamente anticipadas, daños y perjuicios por la negativa a entregar la posesión de la maquinaria y otros gastos de mantenimiento de la unidad productiva". "La demanda se encuentra pendiente de admisión a trámite", agrega la sociedad.
El litigio afecta principalmente a una de las actuaciones en curso que tenía la división portuaria de Cyes antes de la venta a Rover Alcisa, en concreto la que tenía lugar en el Puerto de Bilbao. La empresa de Alfredo Rodríguez considera que Cyes cobró más de 3 millones de euros por esta actuación que no le correspondía percibir, una cantidad que se incrementa hasta los mencionados 5,7 millones -según Rover Alcisa- al sumar otros "cobros indebidos", por el retraso en la entrega de la maquinaria y por gastos de mantenimiento que no se habrían contemplado inicialmente.
Pero la versión de Cyes es bien diferente. El consejero delegado de de la sociedad, Alejandro Almenar, aseguró este jueves a Valencia Plaza que la demanda de Rover Alcisa "no tiene razón de ser". El empresario subraya que el proceso de venta, en el que Rover Alcisa pujó a sobre cerrado, tuvo lugar tras una exhaustiva due diligence de Deloitte a la que tuvieron acceso los aspirantes para conocer al detalle el estado de la empresa.
En esta línea, la empresa ha respondido a la demanda aportando dicha información "y hasta 8 correos electrónicos en los que se le deja constancia a Rover Alcisa de cómo está la situación antes de que se produzca la compraventa".
"¿No estarán tratando de reducir el precio de la compra en los juzgados? Si les saliera bien les saldría la empresa prácticamente regalada", desliza Cyes
"Hubo intercambio de información entre directores generales. La información suministrada fue absolutamente fidedigna, y ellos no sólo decidieron comprar sino que firmaron una cláusula anticontingencias en la que acreditan que no tienen nada que reclamar con posterioridad", destaca Almenar. El dirigente considera "muy significativo" que Rover Alcisa, tras desembolsar cerca de 7,4 millones por una unidad valorada en más de 8 millones, "reclame 5,7 millones inmediatamente después". "¿No estarán tratando de reducir el precio de la compra en los juzgados? Si les saliera bien les saldría la empresa prácticamente regalada", desliza.
Respecto a los gastos de mantenimiento que reclama Rover Alcisa, Cyes argumenta que fue "un desvío explicable" por un retraso en la transacción, "precisamente originado por un cambio sobre la oferta que presentaron inicialmente". "Los gastos de mantenimiento, que son responsabilidad del administrador concursal, constan claramente en las bases de la subasta", afirma el consejero delegado, que agrega que cuentan con el respaldo de los administradores concursales en el litigio.
En cualquier caso, la empresa, que en estos momentos está negociando el convenio para tratar de superar su concurso de acreedores, ha provisionado "una cantidad razonable" para garantizar su viabilidad en caso de que los tribunales le den la razón a Rover Alcisa.
Almenar, por último, llama la atención sobre el hecho de que Rover Alcisa haya comunicado este litigio a través de sus cuentas consolidadas sin haber presentado todavía las de su filial Cyes Maritime Works, donde el auditor independiente incluye una salvedad por esta cuestión. En concreto, la firma auditora afea a la empresa que haya contemplado la cantidad demandada como un ingreso cuando se trata de créditos "de carácter contingente al ser litigiosos". "Los resultados del ejercicio están sobrevalorados", concluye en consecuencia.
La empresa de Alfredo Rodríguez pasa a llamarse Rover Infraestructuras y cambia también de logo y de web