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VICEPRESIDENTE EJECUTIVO DE LA AGENCIA VALENCIANA DE LA INNOVACIÓN 

García Reche: "Los problemas de calado se solventan con ciencia e innovación"

3/05/2020 - 

VALÈNCIA. Andrés García Reche recibió de Ximo Puig el encargo de poner en marcha la Agencia Valenciana de la Innovación (AVI) para transformar el modelo productivo. Ahora, ésta se ha convertido en un ente prioritario en medio de una pandemia de la que solo se saldrá con ciencia e innovación. Junto a la Conselleria de Innovación han puesto en marcha una convocatoria para impulsar proyectos vinculados a dar soluciones en la lucha contra el coronavirus y otras emergencias.

Reche, profesor de Economía Aplicada de la Universitat de València, asegura que el asentamiento de las bases de la innovación durante estos últimos años ha permitido la rápida respuesta de muchas empresas valencianas ante el Covid-19, que han dado un giro de 180 grados para reconvertir su actividad en la confección de material sanitario, desde respiradores a elementos de protección. 

-¿Qué iniciativas ha tomado la AVI en el marco de esta pandemia?

- Nosotros ya teníamos nuestra convocatoria en marcha y nos ha cogido evaluando todos los proyectos de la anterior. Entonces, lo que hemos hecho ha sido revisar los convenios que teníamos con los distintos centros de investigación en lo que hemos llamado las unidades científicas de innovación empresarial y ver de qué manera los convenios que este año vamos a firmar pueden reorientarse hacia la dirección del problema que nos atañe en estos momentos. No tanto del Covid estrictamente, sino propuestas que pudieran tener que ver con soluciones a posibles eventuales pandemias o emergencias. 

También hemos cooperado muy estrechamente con la llamada que ha hecho la Conselleria de Innovación y que ha dispuesto un presupuesto extraordinario para esta labor. Una llamada que se ha realizado al sistema valenciano de innovación, que la conselleria va a financiar y que estará en torno a unos 30 proyectos.

- ¿Ha tenido una buena respuesta del sector innovador valenciano?

- La acogida en el sistema valenciano de innovación ha sido bastante espectacular. Estamos hablando de 256 propuestas de soluciones en campos tan diversos como temas de detección y desinfección como el uso de drones y robótica a la inteligencia artificial en tratamiento de imágenes y de datos, EPIs mejorados, respiradores, mascarillas, material sanitario,...

"Llevamos varios años trabajando en el sistema valenciano de la innovación y empezamos a notar su peso"

Se ha dado una respuesta muy potente del sistema valenciano de innovación a una llamada de ayuda urgente que ha durado una semana. Hablar de 256 propuestas y soluciones con el plazo de una semana cuando más del 50% proviene de empresas dice algo que no se suele decir, y es que llevamos ya varios años trabajando en el sistema valenciano de la innovación y empezamos a notar que empieza a tener un peso, una conexión entre ellos sólida y empiezan a generar soluciones a problemas y desarrollos tecnológicos que nosotros estamos necesitando y que hasta ahora no podíamos conseguir porque no cooperaban entre ellos.

Si hubiéramos hecho esto hace cinco años no se habría dado una respuesta cero pero sí menor. Yo creo que, dentro del desastre general, es una muy buena noticia porque indica que nuestro sistema valenciano de innovación empieza a representar algo en el modelo productivo que tenemos. 

- ¿Algún detalle más de las propuestas presentadas?

- El abanico de propuestas está cubriendo una gran parte de nuestro sistema productivo y una gran parte de nuestros centros de investigación. Estamos hablando de nuevos sistemas de test con tecnologías diferentes a las que se utilizan actualmente. Alternativas a los que ahora están en el mercado y que podemos desarrollar nosotros mismos. Sistemas de desinfección que no solo hablamos de productos químicos nuevos sino de soluciones tipo túnel, por ejemplo.

Hay una respuesta proveniente de los centros de conocimiento y las empresas muy en la metodología que utilizamos normalmente nosotros y que es poner un problema que hay que resolver y lanzar un reclamo o una llamada para proponer soluciones. Así hay que funcionar para poder crear aquí nuevo tejido productivo. 

-¿Qué oportunidades se generan de esta crisis a nivel industrial en la Comunitat Valenciana? 

- La alimentación y la salud son áreas esenciales, en estos momentos y en el futuro también. Pero nosotros ya veíamos que en el área de salud nosotros teníamos un enorme potencial de conocimiento, tanto investigador como en los institutos tecnológicos. Y, sin embargo, nuestro tejido productivo no responde a esa importancia. Tenemos menos tejido productivo relacionado con salud que conocimiento y esto nos llamaba mucho la atención cuando hacíamos los inventarios de nuestro sistema de innovación. 

"Tenemos menos tejido productivo relacionado que conocimiento en salud"

El comité estratégico de innovación en salud que se creó enseguida detectó la enorme cantidad de posibilidades de desarrollos tecnológicos e innovaciones que podían venir de la mano de la demanda de salud. Estamos hablando de infecciones, de nuevos materiales para prótesis, la inteligencia artificial para diagnóstico y prevención,... Si nuestro sistema está preparado y tiene conocimiento suficiente para desarrollarlo, ¿por qué no vamos a aumentar el tejido productivo en un tema como este que va a ser central en los próximos años? 

Por eso hemos hecho tanto hincapié en la compra pública de innovación. Estamos colaborando incluido la propia sanidad, porque la compra pública innovadora no es una anécdota, es la pieza que faltaba para diversificar hacia ese tipo de actividades de mucho mayor contenido de conocimiento. Y por eso estamos insistiendo tanto en ello.

- ¿Se van acelerar los procesos de compra pública de innovación? Porque a día de hoy no son muchas las consellerias que lo utilizan. 

- Estamos ya en la fase de delimitación de diferentes proyectos en varias consellerias. Desde la Agencia de Emergencias hasta Sanidad pasando por la dirección general de Modernización de la Administración Pública y la propia Hacienda. Tenemos ya un paquete de proyectos piloto que vamos a poner en marcha a través de la compra pública innovadora para demostrar que la compra que proviene del sector público es uno de los elementos más potentes que tenemos para desarrollar nuevo tejido productivo. Y en el campo de salud, que es muy obvio, esto es así. 

Y no solo porque esté el Covid, sino porque hay otras muchas cosas que resolver en materia sanitaria y porque debajo del concepto salud, el tejido productivo futuro va a tener un porcentaje muy relevante junto con alimentación. De hecho, algunas de las propuestas que se han presentado provienen o bien de investigadores que han desarrollado sistemas de detección bacterianos para la alimentación y que lo han adaptado para una lucha contra un virus, hasta las propias empresas que trabajan con otras de alimentación que hacen sistemas de detección y desinfección en el sector alimentario y que pueden adaptarse. Son cuestiones que no están tan lejos.

- ¿Cómo ha visto la actuación de la industria ante esta situación? Mucha se ha reconvertido hacia el ámbito sanitario.

- Detrás de esa reconversión rápida, por ejemplo, del sector textil, hay un sistema de innovación que empieza a consolidarse. Ellos saben que el conocimiento para hacer eso rápidamente lo tienen cerca de su fábrica, ya sea en el instituto tecnológico correspondiente, en la universidad. Se han acostumbrado a que pueden utilizar un conocimiento que tienen cercano, sin ningún tipo de temor, y que además está financiado por el sector público. No es lo mismo que ocurría hace cinco años en el que la empresa se encontraba aislada de estos centros y ahora tiene un sistema detrás que le apoya y que si lo necesita puede echar mano. 

-Una parte de la industria ha demostrado mucha versatilidad para afrontar las necesidades de la pandemia. ¿Deberían contar en el futuro con departamentos de I+D? 

- El modelo valenciano de innovación se llama así porque el tamaño de nuestras empresas obliga muchas veces a tener estos grandes centros de I+D en el entorno exterior, y eso son los institutos tecnológicos. Lo que sí que queda claro, tengan o no departamento de I+D, es que necesitamos que las empresas de sectores tradicionales incorporen cada vez más innovación. No hay que preocuparse tanto de tener grandes centros de innovación sino de tener una estrategia innovación. Si tú metes el conocimiento dentro de la empresa, tenga el tamaño que tenga, crecerá. La innovación es el camino. Se crece por la innovación. Los problemas de calado se solventan con ciencia e innovación. 

"Aquí ha calado profundamenteque el conocimiento debe estar de alguna al servicio del tejido producto"

La siguiente pregunta es, ustedes como sociedad, ¿están haciendo lo necesario o lo que consideramos imprescindible para que tengamos un sistema de innovación potente? Yo creo que en la Generalitat Valenciana se está consiguiendo. Después de una estrategia de varios años, podemos decir que que doblamos las propuestas de soluciones cuando se hace una llamada. Aquí ha calado profundamente, aunque queda mucho por recorrer, que el conocimiento debe estar de alguna manera al servicio del tejido producto. El cambio de modelo de productivo quiere decir eso, que todo lo que hacemos lo hagamos con más conocimiento e innovación. Y para afrontar retos de este tipo de pandemias o similares lo que se necesita es mucho stock de conocimiento y capacidad de adaptación para enfrentarse de inmediato. 

- De hecho, uno de los reproches que se han hecho los gobiernos es no dejar en manos de terceros países la producción de bienes de primera necesidad, como en los que ahora se ha convertido el material de protección. ¿Tenemos que fabricar más en la Comunitat Valenciana o en España?

- El problema no está en cerrarse al exterior y a volver a reproducir los esquemas de proteccionismo anteriores para crear una industria propia. Es importante que eso ocurriera, pero que sea de manera natural, no protegiendo excesivamente y creando artificialmente una estructura productiva que cuando se abren las fronteras desaparece. Lo que desarrollemos debe tener un alto valor añadido, un alto contenido tecnológico. No se trata de producir mascarillas más baratas que los chinos sino de alta calidad o que puedan ser reutilizadas.

 Se trata de introducir la innovación y conocimiento en la producción y eso es lo que jamás, estén las fronteras abiertas o cerradas, perderíamos. Hay que orientar la actividad productividad industrial a aquello que tenga un valor añadido, que no nos puedan alcanzar rápidamente los demás. Y eso se llama innovación. 

- Y, ¿cómo recuperamos la economía? Porque hace falta reactivar el consumo. De hecho, es una buena oportunidad para concienciarnos del producto de proximidad. 

- Debemos de plantearnos una cosa muy obvia, que igual que hemos visto que nuestro futuro es la salud y la alimentación, nuestro futuro también es la lucha contra el cambio climático. El conocimiento que tenemos y nuestro sistema productivo debe hacer frente a los grandes problemas que tenemos por delante y que son la salud, la alimentación y el cambio climático. Si el conocimiento que tienes lo orientas a esa dirección, no hay que pensar que esas cuestiones lo tienen que resolver otros porque tiene más potencia tecnológica. Somos una potencia en alimentación y en salud lo podríamos ser, tenemos el conocimiento disponible, no hay que ser tímidos en esto. 

- Cuanto más dura el confinamiento de los seres humanos, más se aleja el cambio climático, decía usted hace unos días. ¿Tenemos que replantearnos cuestiones a nivel de actividad industrial?

- Contra lo que mucha gente piensa, y quitando algunos sectores que va a ser difícil que tengan una transición rápida y que son muy consumidores de hidrocarburos, ¿hacia dónde camina el crecimiento en los próximos años? Camina hacia los productos y las tecnologías altamente intensivas en conocimiento. Cada vez producimos más en valor pero todo pesa menos. Contra lo que puede parecer, el crecimiento no es como en los años 50 o 60, no es que crezcamos más porque producimos más toneladas de acero, sino que crecemos con conocimiento. Y la propia química tiene más materia gris dentro.

"Cada vez producimos más en valor pero todo pesa menos"

El valor de lo que vamos produciendo cada vez contamina menos porque tiene menos peso de conocimiento. Y esto vale hasta para los zapatos. No hay que ser tan pesimistas. En la dirección del crecimiento futuro, por supuesto tomando las medidas necesarias, muchas de las actividades como la salud va a crecer de manera más sostenible porque tendrá más conocimiento y menos productos materiales. El cambio climático es un problema pero desde el punto de vista económico es una enorme oportunidad. El crecimiento va a ser sostenible o no habrá crecimiento. Cuanto antes lo entendamos mejor. 

-La colaboración público-privada se ha vuelto una cuestión clave durante esta crisis. ¿Cree que es necesario mantener esta alianza creada?

- Si entendemos ya que muy pocas actividades donde no sea necesario una cooperación entre sector público y privado, que me lo diga alguien. Desde el turismo al cambio climático. Toda esta cosa de que el sector público y el privado van por libre y que cuanto menos sector público haya es mejor es un cuento que nos han vendido en Estados Unidos. Y allí, el 50% de la innovación tiene su origen en las compras públicas del estado americano a través de su industria y defensa o con la NASA. Si uno va a Silicon Valley y empieza a repasar está el estado por donde pise. Y esto no quiere decir que no lo hagan muy bien. Y menos mal que la Unión Europea ha entendido que la compra pública en innovación es el futuro. 

- ¿Hace falta más innovación en emergencias?

- En el caso de emergencias, hay muchos problemas de movimientos de población. Tenemos un sector químico muy potente y tienen mucho que decir en sistemas de desinfección, de reactivos. Cuando tienes un sistema productivo muy diversificado, y es nuestra gran ventaja aunque seamos débiles en muchas otras cosas, su sistema de innovación reacciona rápidamente. Los nuevos retos van a ser mucho más frecuentes de lo que pensamos. 

A la vista de la historia reciente y no tan reciente no vamos a acertar en las previsiones. Hay que tener un sistema de conocimiento muy ágil, muy preparado y muy entrenado para que cuando ocurra algo inesperado pueda actuar rápidamente. Y la administración también tenemos que tener preparados los mecanismos para que eso ocurra. 

-Ahora parecemos muy predispuestos a darle fuerza a la innovación pero, ¿se nos pasará esta idea cuando pase esta crisis?  

- Desde que empezó la crisis la gente lo que espera es una noticia de los científicos. No están esperando decisiones políticas. La noticia que más desearía la mayoría de las personas que estamos aquí es, ¿qué dicen los científicos? ¿Va a haber una vacuna o un tratamiento eficaz antes de lo que se prevé? La sociedad se da cuenta en estos momentos de manera trágica que la ciencia, la innovación y el conocimiento es el valor más importante que tiene una sociedad y que eso acaba solucionando los problemas que las sociedad tiene de verdad, porque son los grandes problemas que se tienen que afrontar. 

"Es la gran inversión que hagamos en conocimiento lo que nos garantizará un desarrollo sostenible en el futuro"

Lo que sirve para esta pandemia sirve para el futuro. Es la gran inversión que hagamos en conocimiento lo que nos garantizará un desarrollo sostenible en el futuro y un modelo productivo para tener un nivel de vida aceptable. Estamos en la economía del conocimiento. Da igual que sean servicios, que sea industria, cuanto más conocimiento haya en mejor camino estamos y cuanto más sostenible, aún más. El sistema debe ponerse al servicio del tejido productivo y que mejore el que existe, y no hay más camino. 

-¿Caeremos el error de recortar en innovación?

- Recortar más no sé de qué. En un país que en el año 2020 ha llegado a tener un 1,2% de su PIB en I+D, no sé qué decir. Estamos hablando de que en el ámbito europeo hay países que tienen el 4% como Alemania, Finlandia,... Invertir un 1,2% es como decir que a esta sociedad jamás le ha interesado nada que tenga que ver con la ciencia y la tecnología. Pero en el discurso sí. En la calle es my valorada, los científicos muy valorados, todo está muy valorado pero no puede ser el presupuesto del 1,2%. El futuro nuestro depende fundamentalmente de eso. Y cuando tengamos claro esa cuestión ya entran otras cosas como que se conecte bien con el tejido productivo. Pero sin eso, no tenemos solución. 

-¿Ve necesario que la Generalitat tenga un sistema público de datos para tomar decisiones con más anticipación? 

- Se necesitan datos para todo para ya se sabe el problema que hay de compatibilizar esta cuestión con la privacidad.  Y todo ese tema se está discutiendo en este momento y aquí tenemos bastantes personas de mucho nivel, incluyendo a Nuria Oliver, pero más también en muchas universidades que nos pueden ayudar. Quiero decir con esto que aunque todos tendemos a ser muy pesimistas, creo que tenemos buenas razones para confiar en que al menos los mimbres que tenemos ahora pueden ser el origen de una gran amistad con la ciencia y de un modo de crecimiento potente en el futuro. Hace falta presupuesto pero la voluntad política se está mostrando eficaz. 

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