TORREVIEJA. El verano está hecho para bailar. Y no hay música que haga mover los pies a mayor velocidad que el funk y el soul. Conscientes de ello, en Torrevieja, sede de uno de los festivales de música coral más importantes del Mediterráneo, el Certamen Internacional de Habaneras y Polifonía, que acaba de celebrar entre el 17 y el 23 de julio su 63ª edición, han decidido ofrecer la posibilidad de trocar el balanceo que produce el tiempo lento del compás binario por el beat del funk.
La tarde del viernes 28, en el recinto de las Eras de la Sal, con entrada libre y un aforo aproximado de 2000 personas, tres de las bandas más representativas del nuevo soul-funk hispano, con la presencia especial de una de las voces más características del género en estas tierras, el texano David Hooper, afincado en Murcia como consecuencia de su broken heart.
Cimentados en el amor por este género musical de Tucxone Records y sus fundadores, entre ellos el músico Génesis Candela, todos los músicos presentes en este evento soul giran en su órbita, especialmente la “banda del sello”, The Silverbacks, una formación al más puro estilo de los sellos de los sesenta, que contaban con una banda estable que acompañaba las grabaciones de los solistas que iban firmando contratos para la edición de discos individuales. Ahora mismo es el caso del propio David Hooper y de uno de los grandes descubrimientos de los últimos años, la inglesa de padres jamaicanos, afincada en Madrid, Shirley Davis, ahijada musical de la grandísima Sharon Jones. Desde aquel concierto madrileño en que acompañó a la norteamericana, junto a sus The Dapkings, que la carrera de Davis no para de crecer. Black rose, el largo grabado para Tucxone Records y Jane the Planet, junto a los Silverbacks es una carta de presentación demasiado jugosa como para dejarla escapar.
Los bilbaínos Priscilla Band y el combo francés Saholín Temple completan esta jornada de soul, blues, funk y afrobeat.
