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Fuegos artificiales y mascletaes para esparcir cenizas de difuntos por 500 €

17/03/2018 - 

VALÈNCIA (EFE). Esparcir las cenizas de un familiar o amigo difunto con fuegos artificiales o truenos de mascletaes tradicionales de Fallas se ha convertido en un rito funerario extendido en los últimos años, cuyo coste varía entre 500 y 1.500 euros, gracias al impulso de una empresa pirotécnica valenciana.

La empresa Europlá, situada en Bèlgida (Valencia), ofrece este servicio desde hace siete años y en el último lustro ha pasado de recibir un encargo por año a tener una media de diez disparos con las cenizas de personas fallecidas programados anualmente.

El director comercial de la compañía, José Gallart, explica a EFE que todo surgió cuando la empresa hizo una falla cuyo presidente de toda la vida había fallecido y su familia y amigos falleros les pidieron si podían lanzar sus cenizas en los truenos iniciales de una mascletà.

Gallart relata que si se trata de gente de la provincia de Valencia, "que casi todos han sido falleros", suelen preferir lanzar sus cenizas en truenos de aviso durante el día, bien seguidos de una mascletà o bien en una serie de hasta veintiún truenos.

"Valencia es zona de ruido. Hay muchísima gente que prefiere una buena mascletà a un castillo, pero una vez sales del territorio, la gente se decanta más por castillos de color que por mascletaes", explica el empresario de Europlá.

Para esparcir los restos también se ofrecen los diferentes fuegos artificiales, que se disparan de noche y suelen consistir en el lanzamiento de entre tres y cinco carcasas de calibre 150 o 180 (máximo permitido en eventos como la Nit del Foc), con palmeras de colores o diferentes efectos a elección del cliente.

Fuera del territorio valenciano, como en Huelva, el País Vasco y Cantabria, desde donde también han recibido pedidos, los clientes suelen optar por la variedad de las palmeras de color, especialmente las de color rojo.

Según Gallart, quienes utilizan este servicio son familias de difuntos "muy afines" al mundo de las Fallas o la pirotecnia y que habían establecido así este deseo antes de fallecer.

Si los disparos se realizan en una zona del área valenciana, el servicio puede rondar los 500 euros, pero en puntos más lejanos del territorio español, por el trámite de gestiones de todos los permisos o el desplazamiento, puede alcanzar los 1.500.

No obstante, Gallart incide que no se trata de un trabajo que se pueda realizar en cualquier área que desee el cliente, por lo que el primer paso es especificar el lugar en el que se quiere que se realice el lanzamiento de las cenizas.

"Si alguien llama y me dice que quiere lanzar a su abuela en la Gran Vía de València le digo directamente que no. No se pueden lanzar las cenizas de un difunto en un núcleo urbano, con cafeterías y gente pasando", aclara.

Los restos esparcidos por los truenos pueden ocupar un radio de 30 metros y si es una carcasa de color pueden llegar a alcanzar los 500 metros con viento, por lo cual homenajes de este tipo suelen realizarse fuera del casco urbano, bien en fincas privadas o en zonas alejadas de núcleos de población.

Ejecutar estos disparos en capitales de provincia resulta "inviable" tanto por ética como por el reglamento de distancias, según Gallart, y en zonas costeras, como pueden ser las playas valencianas de la Malvarrosa o la Patacona, tampoco es posible debido a la legislación actual.

El responsable comercial de Europla describe esta celebración como "un acto bastante emotivo con familiares y amigos, pero no inmediato".

"Normalmente pasan meses e incluso años desde que fallece la persona hasta que se realiza el servicio, porque es comprensible el dolor de la familia durante los primeros meses y luego lo hacen como pequeño homenaje o despedida final", detalla.

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