Camps niega haber negociado con Ecclestone los contratos de la F-1 y saber que fuera una ruina
Camps niega haber negociado con Ecclestone los contratos de la F-1 y saber que fuera una ruina
VALÈNCIA. (EFE) El expresident de la Generalitat Francisco Camps ha asegurado que asume "políticamente" la decisión de la celebración del Gran Premio de Fórmula Uno en València y ha defendido que todos los integrantes de su gobierno y la Administración "actuaron bajo el estricto imperio de la ley" y "nadie buscó rédito político".
Camps hace estas manifestaciones en un comunicado de catorce puntos después de que el pasado viernes declarara como investigado ante la jueza que investiga supuestas irregularidades en la organización de la Fórmula Uno, en una de las cuatro piezas en las que se ha dividido el conocido como caso Valmor.
El expresident recuerda que la idea de celebrar un Gran Premio urbano fue del magnate de la Fórmula Uno, Bernie Ecclestorne, "al ver el puerto de València", algo que al él le "entusiasmó" y empezó a "coordinar esfuerzos".
"Ayuntamiento, puerto y, después de diversos contactos personales con importantes empresas nacionales, fue Bancaja quien dio el paso e impulsó la creación de una empresa abierta a más socios y participada para ser promotor del evento, que la Generalitat encabezaba institucionalmente como un proyecto ilusionaste que fue un éxito", agrega.
Explica Camps que presentó "los pormenores de este ilusionante proyecto" a la sociedad y el 24 de agosto de 2008 "Valéncia fue testigo de un hecho único: el Gran Premio de Europa".
Según el exjefe del Consell, en el marco de la declaración de interés general y por datos económicos de renta del evento avalados por el IVIE, "el Consell que presidía, constituido en Junta General de Accionistas de la Sociedad Proyectos Temáticos de la Generalitat adoptó el acuerdo de ser copromotor del Gran Premio".
"Los datos macroeconómicos eran favorables, pero la crisis económica y los dos grandes premios en España, condujeron a la necesidad de realizar un único Gran Premio de F-1 en España, ya que el público y los aficionados no podían acudir a ambos", añade.
Explica que Ecclestone propuso que el de València fuera el único con el nombre de Gran Premio de España y a celebrar en las fechas en las que se celebraba el de Montmeló y él "dio el visto bueno" porque lo vio "desde el principio como una de las grandes apuestas de nuestra comunidad: turismo, riqueza, empleo y proyección".
"Todos los miembros del gobierno que presidía y la Administración actuaron bajo el estricto imperio de la ley. Nadie busco rédito personal alguno", asegura y se muestra convencido de que "si hoy continuase ese Gran Premio estaría ya en balance de gestión positiva, y se habrían acumulado centenares de millones de telespectadores en el mundo mirando a València".
"Asumo políticamente una decisión que como todas las que he tomado en política siempre han sido en interés de la Comunitat Valenciana y España", añade Camps, quien incide en que "lo que ocurre en una instrucción es de una complejidad enorme" y él "nunca" valora las respuestas de los que son interrogados y espera "tener el mismo trato".
Afirma que en su declaración del viernes no señala "a nadie, porque nadie ha hecho nada irregular" y defiende que "todos" pusieron su "mejor empeño", y él "el primero para que saliese todo bien".
"No miremos con ojos de hoy las decisiones políticas de ayer. Y en este momento de recuperación económica sería excepcional retomar la celebración del Gran Premio en las calles y puerto de València donde transcurrió", valora, a la par que agradece "a todos los que colaboraron en este ilusionante proyecto", y desea que sus "bienintencionadas explicaciones conduzcan a un feliz final de los procesos abiertos".
Camps niega haber negociado con Ecclestone los contratos de la F-1 y saber que fuera una ruina