VALÈNCIA. La Fiscalía Anticorrupción siempre ha jugado con las blancas y siempre ha movido primero. Francisco Camps, con las negras, llevaba diez años anticipando movimientos. Hasta ahora la partida siempre la iba ganando el que fue todopoderoso presidente de la Generalitat. Es cierto que había perdido piezas importantes, pero seguía defendiendo al rey de los ataques de los fiscales. Ahora, nueve años después de que estallara la trama Gürtel, las blancas han hecho ‘jaque al rey’.
Este viernes el TSJCV dio a conocer una nueva imputación para Francisco Camps, la tercera. Según informó el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana, el Juzgado de Instrucción número 5 de Valencia, que investiga desde 2016 las irregulares en las contrataciones de la Fundación V Encuentro Mundial de las Familias, llamará a declarar como investigado a Camps en breve como presunto autor de los delitos de prevaricación, malversación y falsedad documental derivadas de supuestas irregularidades en las adjudicaciones por parte de la Fundación que organizó la visita del papa Benedicto XVI a València en julio de 2006. Se investiga si esas adjudicaciones se realizaron sin respetar las normas generales de contratación, sin concurso ni concurrencia pública.
Esta es un pieza derivada del caso Gürtel, un asunto que el expresidente conoce perfectamente pues en el primer intento de jaque de la Fiscalía: la conocida como causa de los trajes, en la que Camps no dudó en sacrificar una de sus torres en una arriesgada maniobra que le valió la absolución. Poco antes del comienzo del juicio, el exvicepresidente de la Generalitat Víctor Campos acudió al juzgado y firmó una conformidad por la que asumía su culpa a cambio de una multa. La leyenda cuenta que Campos fue a firmar porque Camps le dijo que él y el secretario general del PPCV Ricardo Costa también irían, pero nunca acudieron. El resultado final es de sobra conocido: Campos fue condenado, junto a Rafael Betoret, que también confesó, y Costa y Camps fueron absueltos por el jurado popular en uno de los juicios más mediáticos que se recuerdan.
Ahora, la trama Gürtel vuelve a unir al rey y a aquella torre sacrificada, ya que Víctor Campos acudirá como investigado junto a Camps y a otro de los pesos pesados del partido, el exconseller, exvicepresidente del Consell y expresidente de Les Corts Juan Cotino. Cabe preguntarse qué hará Campos, esa pieza del tablero antaño sacrificada sin contemplaciones por su rey. La otra cuestión es cómo se comportará el álfil de las negras, Cotino, pues ya tiene una petición de 11 años de prisión por la otra pieza de la visita del Papa que está a la espera de juicio en la Audiencia Nacional.
La investigación por la visita del Papa es tan solo el último revés en esta larga partida. Francisco Camps tiene dos imputaciones en dos juzgados diferentes derivadas de su amada Fórmula 1, evento que prometió que no iba a costar un euro al erario y que ha terminado por ser uno de los mayores pufos que se recuerdan.
La primera de ellas es la más conocida, la derivada de la organizacion de la F1 en València a través de Valmor Sports y el citado pufo valorado en más de 23 millones de euros por la compra de la empresa privada por parte de la Generalitat. Aquí Camps está investigado por prevaricación y malversación de caudales públicos junto a la que fuera consellera de Turismo Lola Johnson y el expiloto de motociclismo Jorge Martínez Aspar, entre otros. Por esta causa, Camps deberá declarar el 18 de mayo después de que la declaración que estaba prevista para el pasado 24 de enero se suspendiera porque las partes no habían tenido acceso a parte del sumario y alegaron indefensión.
La otra causa abierta contra Camps también está relacionada con la F1, pero nada tiene que ver con la relación con Valmor. La investigación, que todavía se encuentra bajo secreto de sumario, se centra en las obras de construcción del circuito urbano de Fórmula 1 de València, que se construyó entre los años 2007 y 2008 y que tuvo un coste de 89,7 millones de euros. De ellos, 16,5 millones habrían sido sobrecostes.
En ella se encuentran investigados el exconseller de Infraestructuras Mario Flores y el ex secretario autonómico de esta misma conselleria y su número dos, Victoriano Sánchez Barcaiztegui. Todos, al igual que ocurre con la visita del Papa están acusados de prevaricación, malversación y falsedad documental.
Entre las piezas negras que la Fiscalía ha conseguido tumbar a lo largo de los años se encuentran varios peones pero también algunas figuras importantes. Las cuatro más destacadas son Víctor Campos condenado por el caso de trajes; la exconsellera Milagrosa Martínez, condenada a nueve años por la pieza de Fitur; el exconseller Rafael Blasco, actualmente en prisión por el caso Cooperación y pendiente de más juicios por las piezas que faltan por instruir y, la pieza más reciente, el que fuera mirlo blanco del PPCV Ricardo Costa, quien no dudó en ‘cantar la traviata’ y apuntar directamente a Camps, Cotino y Campos en el juicio por la financiación del PP valenciano para evitar una condena de más siete años de prisión.