VALÈNCIA. Los apartamentos turísticos se han convertido en el centro de las críticas de algunos barrios de la ciudad de València. El temor de los vecinos a que el uso de las viviendas para el turismo les acabe echando de su zona de residencia hace que muchos critiquen de forma vehemente plataformas como Airbnb.
Con la intención de solucionar este problema nace Fairbnb, una cooperativa que comenzó su andadura en 2016 como un movimiento en busca de una alternativa justa a las plataformas de alojamientos vacacionales existentes. Nacida inicialmente en Venecia y Ámsterdam, socios de otros países europeos se fueron uniendo con la intención de extender la solución a sus ciudades.
Entre ellos se encuentra el valenciano Jonathan Reyes, arquitecto urbanista que será el encargado de implementar el modelo en València, una de las cinco primeras ciudades donde pondrán en marcha el piloto en junio junto a Amsterdam, Barcelona, Bolonia y Venecia. "Muchos nos ven como un agente clave para cambiar el modelo", explica Reyes.
La plataforma contempla varias diferencias respecto a modelos como el Airbnb. Por un lado, permitirá a los viajeros encontrar alojamientos que cumplan con la regulación a la vez que reinvierten un 50% de la comisión a apoyar proyectos del barrio en el que alquile la vivienda turística.
Aplican la política de '1 usuario-1 casa' para prevenir la existencia de multipropietarios en su plataforma, "limitando así el efecto de los alojamientos vacacionales en el mercado de vivienda"."Somos 100% respetuosos con las regulaciones locales y autonómicas, las cuales complementamos con sugerencias de nuestras comunidades locales", señala el socio de Fairbnb.
Estas sugerencias se recogen a través de los nodos locales, que están en el centro de su organización y permiten definir reglas que se suman a las marcadas por la administración de la zona. Un proyecto que pone a los vecinos en el centro del modelo para que decidan cómo puede revertir el turismo en su barrio.