entrevista a manuel cazorla, presidente de fundeun, por su 30 aniversario

"Fundeun va a crear un equipo para poner en contacto a 'startups' e inversores en Alicante"

26/05/2019 - 

ALICANTE. A Manuel Cazorla, CEO de la tecnológica alicantina Sistel, le ha tocado presidir la Fundación Empresa Universidad de Alicante (Fundeun) justo cuando celebra su 30º aniversario. Esta herramienta para conectar al mundo de la empresa con la academia, que fue pionera cuando nació hace tres décadas, ha ampliado sus miras para ofrecer una formación de 'última milla', conectar emprendedores e inversores, y servir de apoyo a la I+D en la industria. Hablamos con su presidente del aniversario, de los premios a la innovación que se entregarán este verano, y del futuro inmediato de la fundación.

-Hagamos balance. Usted lleva algo más de un año como presidente, pero Fundeun cumple 30. ¿En qué momento se encuentra la fundación?

-Efectivamente, llevo poco tiempo como para hacer un balance de mi presidencia, aunque entré como patrono hace diez o doce años, con Sistel, porque entendía que los valores de Fundeun y de mi empresa eran compartidos. Y he tenido la fortuna de estar al frente en el momento de celebrar estos treinta años. Nuestro objetivo es ofrecer oportunidades a los jóvenes, para que encuentren trabajo de calidad si quieren quedarse, al margen de que algunos quieran lanzarse a la aventura europea. Fundeun cubre ese escenario. Hace treinta años fue pionera, ya que no existía ningún precedente en el que inspirarse. Se vio una necesidad, que era crear un espacio donde se encontraran la empresa y la universidad, y se creó la herramienta. Los valores de Fundeun siguen siendo los mismos, aunque la sociedad ha cambiado, como la propia universidad. Ahora la UA tiene otros recursos para llegar a la empresa, como el GIPE o el Parque Científico. El foco de Fundeun está en poner el foco en acciones que tengan un encaje razonable con el resto.

-¿Y a futuro, cuáles serían los objetivos concretos de Fundeun en el marco de su papel como nexo de unión entre empresa y universidad?

-Estamos empeñados en la formación corta, técnica. La Universidad, que hace un trabajo excepcional, ofrece el conocimiento de base, de ahí salen grandes arquitectos, físicos... Pero con las últimas herramientas, todos necesitan cada cierto tiempo reciclaje. Eso no se puede introducir en el plan de estudios, y por otro lado las empresas necesitan gente que, cuando se incorpora, sea productiva de forma inmediata. Esa formación técnica, corta, enfocada a recién licenciados, mejora de forma extraordinaria su empleabilidad. Otro foco es insistirle a la empresa para que adopten entre sus profesionales doctores, licenciados, que sepan que existe y utilicen el Parque Científico, que recurran a la UA para proyectos de I+D... Esos proyectos no pueden ponerlos en marcha directamente las pymes, pero por ejemplo una firma textil puede lanzar a la universidad el reto de encontrar un nuevo material. Pero no solo eso: yo mismo, cuando pienso en innovación, lo hago en tecnología, por mi propia profesión. Pero en la UA se investiga y se innova en el área legal o la filológica, entre otros muchos campos. Es muy enriquecedor.

-Sin hacer demasiados spoilers, ¿qué nos espera en la gala de los Premios Fundeun que se celebra este verano?

-Bueno, pues será sin duda una gala especial, porque cumplimos treinta años y queremos que el evento sea en sí mismo un elemento para recordar. Pero también nos espera la misma ilusión, tanto por los proyectos de los chicos y chicas que participan como por la organización. Y por supuesto, por los sponsors que participan, y que son el espíritu de Fundeun.

-En el contexto actual de transformación digital, ¿basculan los proyectos presentados a los premios hacia ese campo, o hay diversidad?

-Es cierto que hay muchos proyectos que nos llegan que se apoyan en la tecnología, claro. Pero también tengo que decir que la sabiduría del jurado hace que los proyectos que son una mera app son menos valorados. Quizá porque ya nos hemos acostumbrado. Esto de hacer una app para conectar gente con gente es algo que ya está superado. Además, cada sponsor valora la coincidencia de los proyectos con sus propios valores. Por ejemplo, Padima busca proyectos relacionados con la marca, CaixaBank con el sector financiero, la propia UA, la Diputación, Q-Pharma, Sánchez Butrón Abogados, Fundación Levantina, Verne Group y Cajamar. También tenemos un especial interés en los proyectos liderados por chicas, pensamos que hay que darle un impulso a la figura de la mujer en la carrera del emprendimiento.

-Fundeun nació para conectar empresa y universidad. ¿Se conocen lo suficiente una y otra, o siguen de espaldas?

-Le seré totalmente sincero. En 30 años se han conseguido muchas cosas, pero todavía hay que hacer mucho más para mejorar la relación. La Universidad prepara con un fundamento extraordinario, pero falta el último ready to use. Si el mejor arquitecto de su promoción no maneja la versión del Autocad que necesita la empresa, tiene un problema. En esa formación que podríamos llamar 'de última milla' es donde está la empleabilidad inmediata. Porque la empresa no está dispuesta a invertir más de lo necesario en esa persona, y la inversión en personal es la más importante que realiza. Dos meses para aprender a usar un programa concreto es mucho dinero para esa empresa, que lógicamente quiere que empieces a producir desde el minuto uno. Así que necesitamos contar con esa formación final. Y desde el otro punto de vista, la empresa muchas veces ni siquiera sabe que puede recurrir a la Universidad. Cree que será caro, problemático... y no. Así que muchas veces ni siquiera llama, o lo que es peor, no sabe a quién tiene que llamar. Una de las aportaciones de Fundeun es estar incardinados en la UA, tenemos una relación directa con el equipo de gobierno, de forma que con una simple llamada podemos indicar el camino óptimo para un proyecto. Y otro punto que hay que explotar son las becas: ahora mismo hay un programa que financia el 50% del coste de contratar un doctor, y estoy seguro de que muchos empresarios que van a leer esta entrevista no tienen ni idea. Puede usted tener en su equipo una mente brillante con el 50% del sueldo subvencionado, y muchos lo desconocen.

-¿Cómo ve, desde su cargo en Fundeun, el ecosistema emprendedor de Alicante? ¿Lo hay, es potente, o son 'burbujas'? Porque en Valéncia, por ejemplo, es muy visible gracias a Lanzadera y Marina de Empresas, pero en Alicante no tanto.

-Me acaba de 'chafar' la respuesta. Efectivamente, hay ecosistema, pero podría ser mucho mejor de lo que es. Y luego tenemos un árbol que nos hace demasiada sombra, como es Lanzadera. ¿Qué se necesita para crear un ecosistema emprendedor? Primero, el carácter, y eso lo tenemos. Y luego, dinero. Es fundamental, porque si no, los proyectos en fase semilla no pueden superar un recorrido concreto. Llega un día en que, o consigues financiación, o el proyecto muere. Y tenemos ese polo tan importante como es Lanzadera, que hace un trabajo muy importante que hay que aplaudir, pero al mismo tiempo nos hace mucha sombra en Alicante. Aún así, esto es un proceso bastante actual, nuestros modelos inversores se están consolidando. Y le puedo avanzar que en breve anunciaremos una iniciativa para crear una comunicación más fluida con los inversores, y al mismo tiempo realizar una selección de proyectos para que les lleguen pre-tratados.

-Es decir, algo así como crear un foro donde se encuentren proyectos que Fundeun considere 'invertibles', y los inversores que tienen el capital necesario para ello...

-Sí, efectivamente. La idea es actuar como filtro, escoger proyectos que consideremos viables, con un plan de negocio serio... La idea es realizar ese trabajo para 'organizar' las opciones y evitar que buenas ideas se pierdan porque no tienen financiación. Por ejemplo, PLD Space, que está a punto de realizar su primer envío al espacio, existe hoy en día porque en su momento encontró la financiación necesaria en el momento justo. 

-Bueno, es que es una empresa que va a meter a la provincia en la carrera espacial, obviamente resulta atractivo.

-Sí, pero en los inicios, cuando no se sabía si lo iba a conseguir, necesitaba financiación para seguir quemando etapas, y la encontró. Tenga en cuenta que esas startups no siempre necesitan un millón de euros, a lo mejor en esa etapa concreta lo que hace falta son 30.000 euros. Pero si nadie los pone... Sin esa primera inyección no hay proyecto, así que buscaremos inversores de todos los tamaños. Creo que Alicante tiene un entorno económico que se lo puede permitir.

-Siguiendo con el emprendimiento, ¿cómo ve el tejido industrial tecnológico de Alicante, usted que tiene una empresa del sector? ¿Nos merecemos ese apelativo autoconcedido de 'Alifornia'?

-Esta es, como estamos diciendo, una zona especialmente emprendedora, y eso obviamente se refleja también en la tecnología. ¿Cuál es el problema? Que no tenemos tamaño. Y el tamaño es fundamental para competir en un escenario global. Que, además, en un entorno tecnológico es aún mucho más acusado. Tenemos, por ejemplo, muchas empresas de marketing digital, pero ninguna con tamaño para competir con las grandes. Y el sector IT es cada vez más global. Ahora, gracias por ejemplo al proyecto de Distrito Digital, nos hemos convertido en un entorno de acogida para estos proyectos, pero necesitamos encontrar la fórmula para ganar tamaño, que el tecnológico no sea un sector de micropymes y autónomos como ahora.

-Bueno, además de micropymes, han venido Accenture e Indra, con bastantes puestos. ¿Es cierto que se ha abierto una guerra por el talento tecnológico en la provincia?

-A ver, claro. Si Accenture pone en Alicante un centro con 1.200 trabajadores, ya le digo yo que no hay tantos ingenieros informáticos disponibles. Evidentemente, las empresas locales se convierten en candidatas a perder recursos en beneficio de estas grandes. Aunque ojo, en las IT y en otros sectores siempre hay una pelea por el talento, eso es natural. En este caso concreto, se vuelve a dar la paradoja de la que hemos hablado antes: hay muchos licenciados, pero yo quiero que tengan un conocimiento concreto que no tienen. Por ejemplo, Mercadona busca informáticos, tiene como 200 puestos vacantes en el ámbito IT, y con sueldos muy atractivos. Y no los cubre. Porque no hay quién los cubra. El Distrito Digital me parece un proyecto extraordinario, y prefiero mil veces que esté en Alicante a que esté en otra zona de España o de Europa. Creo que tenemos que apoyarlo incluso cuando mi empresa puede ser una de las perjudicadas. Es riqueza, y trabajo de calidad. También le digo que, desde mi punto de vista, la ciudad debería hacer más para estar acorde a esta nueva situación. Por ejemplo, si van a venir 200 fineses a vivir aquí, quizá haya que pensar en ofrecerles una propuesta cultural o gastronómica atractiva. No me refiero a crear un Chinatown, pero sí adaptarnos. En fin, todo esto son cosas positivas del Distrito Digital, pero tiene una negativa: se está produciendo un 'efecto burbuja'. Hay informáticos que trabajan en empresas de textil, calzado... que están en plena transformación digital. Y que se van a ver tentados, y esas empresas van a sufrir para retener el talento.

-Ya, que preferirán trabajar para Indra que en el ecommerce de una empresa de zapatos, quiere decir.

-Claro. Los jóvenes de hoy viven mucho más el proyecto que mi generación. A mi me educaron para buscar un trabajo para toda la vida, estabilidad. Hoy los chicos no valoran tanto eso como la pasión por el proyecto. El dinero, una vez que el sueldo supera un umbral aceptable, pasa a ser la tercera o cuarta prioridad al elegir un trabajo. Resulta muy atractivo saltar de una empresa de zapatos a un gran empleador como los que usted ha citado.

-Y hablando de esa demanda de talento digital, y volvemos de nuevo a la formación, con la que hemos empezado la entrevista. ¿Ve factible introducir esas necesidades de las empresas tecnológicas en la formación reglada actual?

-No, en absoluto, es muy complicado adaptar la oferta reglada a una necesidad específica. Porque entonces entras en el terreno de 'la legalidad'. Necesitas que la Administración te lo valide, y la UA por ejemplo no puede adaptarse más rápido a un cambio como este no porque no quiera, sino porque tiene que pasar por Conselleria, Ministerio... cuando al final le dan el visto bueno a tu propuesta de contenido nuevo, probablemente ya no te hace falta porque la necesidad ha cambiado. Por eso Fundeun trabaja en ese escenario, en encauzar el conocimiento. Ojo, porque la formación a medida que podemos poner en marcha la imparten formadores de la propia universidad, así que esa formación executive no es oficial, no tiene un título o un reconocimiento de la Administración, pero otorga una empleabilidad extraordinaria.

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