De izquierda a derecha arriba: Alejandro Martínez (EFE y ENE), Antonio Aspas (Buy & Hold Capital), José Gregori (Egeria Activos), Javier Gómez (Andbank) y Jesús Villegas (Renta 4). Debajo siguiendo el mismo orden: Francisco Varea (Edetania Patrimonios), Pilar Lloret (Nao SAM), Ricardo González (GPM), Sergio Serrano (Gesem AV) y Vicente Carpio (Finest Portfolio Ideas)
VALÈNCIA. Analistas, operadores, gestores e inversores vuelven de su periodo vacacional con la covid-19 en mente y con un Ibex 35 moviéndose sobre la zona de los 7.000 puntos en las últimas semanas. Es lo que tiene contar con un sector como el bancario, que representa casi un tercio, maniatando en todo momento al índice. Y a nadie se le escapa el complicado momento por el que atraviesa la banca
Hablando de banca, todos los expertos fueron contactados por Valencia Plaza el pasado jueves apenas unas horas antes de que CaixaBank y Bankia confirmaran a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) sus intenciones de fusionarse.
En pos de ofrecer a los lectores una visión más amplia de lo que les espera a los inversores en el retorno de sus vacaciones -y lo que puede hacer la bolsa española de aquí a final de año-, este diario ha hablado con una decena de reputados financieros. A continuación sus impresiones:
Francisco Varea, socio fundador de Edetania Patrimonios
Tradicionalmente el verano suele ser un periodo de alta volatilidad en los mercados, ya que la caída de volumen provoca que la reacción a cualquier evento se magnifique. Pero este año tan especial por la covid-19, también lo ha sido para la evolución de las bolsas en verano. Así, pese a las enormes incertidumbres a las que nos enfrentamos, la mayoría de índices bursátiles cerraron en positivo; siendo especialmente importantes las subidas de los principales índices de EE UU (el S&P 500 se ha revalorizado un 7% y el Nasdaq un 11%), situándose ambos en máximos históricos.
En cambio en Europa, las alzas han sido mucho más moderadas, con el EuroStoxx 50 avanzando un 3% y con el Ibex-35 -muy rezagado- ganando poco más del 1% y siendo el farolillo rojo de las grandes bolsas europeas, al acumular todavía una rentabilidad anual negativa del 27%.
Centrándonos en el selectivo español, son muchos los condicionantes que están y seguirán lastrando su comportamiento respecto al resto de índices. En primer lugar, su composición sectorial -con un peso muy relevante del sector bancario- dificulta su recuperación mientras los tipos de interés sigan en niveles tan bajos, ya que difícilmente podrán mejorar sus márgenes... a no ser que se active, por fin, una nueva ola de fusiones. En segundo lugar, la economía española -acomodada en el turismo- no ha sabido potenciar el sector industrial y la crisis del coronavirus ha destrozado nuestra economía.
Ante estos factores, junto a la cuestionada gestión que se ha hecho de la covid-19 con unos comparativamente alarmantes datos de contagios y muertes, los inversores extranjeros han preferido desviar sus flujos de inversión hacia otras zonas agravando aún más el problema de la economía española.
Por todo lo comentado, parece complicado que de aquí a final de año la bolsa española pueda comportarse mejor que el resto de plazas europeas y americanas más allá de que, como en toda crisis, los inversores en momentos de pánico tienden a vender indiscriminadamente generándose algunas oportunidades en España de buenas compañías, con presencia global y que podrían presentar un buen comportamiento. En cualquier caso, desde nuestro punto de vista, pese a que técnicamente el mercado sigue claramente alcista y nunca se debe ir contra tendencia, el entorno aconseja mucha prudencia por lo que el intentar diversificar las inversiones de la manera más global posible puede ser una buena estrategia.
Antonio Aspas, fundador de Buy & Hold
Los inversores se van a encontrar con una bolsa española de capa caída y muy descolgada de la recuperación vivida en los últimos meses en el EuroStoxx 50 y en el S&P 500. Como muestra, en el mes de agosto el Ibex ha subido un 1,3%, el EuroStoxx 50 un 3,1% y el S&P 500 un 7%. El principal motivo para este mal comportamiento es el fuerte peso en el índice español de sectores muy castigados por el coronavirus como son el sector financiero, el inmobiliario y el turístico, así como el escaso peso de sectores beneficiados como son los de tecnología o salud. De cualquier forma, dependerá del inversor que vea el vaso medio vacío o medio lleno, ya que este mal comportamiento también puede ser una oportunidad de inversión en estos sectores tan castigados.
El comportamiento del Ibex 35 de aquí a final de año va a depender de la evolución de la pandemia, pero teniendo en cuenta el castigo tan fuerte en los sectores más afectados, creo que el mercado está descontando un escenario muy negativo en estos sectores. De ahí que espere que el índice español tenga un buen comportamiento de aquí a final de año.
Sergio Serrano, director general de Gesem AV
La verdad que el verano ha sido mucho más tranquilo de lo que cabría esperar y del desarrollo que ha tenido la pandemia en los últimos meses, ya que lejos de estar controlada la segunda ola que se esperaba para octubre o noviembre se ha anticipado en cuanto hemos iniciado el desconfinamiento.
Sigue existiendo una enorme divergencia entre mercados y sectores en lo que a la evolución de los últimos meses. Por una lado tenemos las bolsas americanas que están ya en positivo en el año y en casos como el tecnológico Nasdaq con subidas de cerca del 30%. En Europa aunque la recuperación ha sido importante las bolsas siguen en negativo -salvo el Dax alemán- y con mercados como el español donde las pérdidas siguen siendo muy abultadas. Por sectores, la divergencia también es espectacular con el tecnológico, salud o alimentación con importantes subidas; mientras otros como el bancario, ocio y turismo y retail con caídas todavía superiores al 20%.
Para los próximos meses, esperamos que empiece a haber rotación entre sectores y el mercado comience a prestar más atención a estos sectores que se han quedado más rezagados, y salgan de algunos como el tecnológico donde la valoración de algunas compañías es difícilmente justificable desde cualquier prisma.
Respecto al Ibex 35, el elevado peso de sectores muy penalizados por la actual situación (bancario, turismo, retail...) y el nulo peso del sector tecnológico ha hecho que sea el que peor comportamiento tiene en el año en Europa. Si efectivamente se da la rotación de sectores que esperamos creemos que su comportamiento puede mejorar de forma considerable en los próximos meses aunque seguirá lastrado por el sector bancario, que no pensamos que salga de la mala dinámica de los últimos años.
Ricardo González, gestor de fondos de GPM
La diferencia de rendimiento entre la renta variable estadounidense y la española sigue siendo evidente. Mientras las bolsas americanas acumulan alzas promedio del 9% en lo que llevamos de ejercicio, la renta variable española atesora caídas de 25 puntos porcentuales en el ejercicio. El mercado español es desde hace tiempo un clarísimo coste de oportunidad. Cuando el mercado global repunta, la bolsa española sube menos o incluso cae, y cuando el mercado global cae, la bolsa española baja más. Mal negocio.
En este entorno, claramente el mercado que más está beneficiando los intereses de sus inversores y donde en mi opinión hay que tener un mayor peso en cartera es en el norteamericano. Especialmente en el sector tecnológico que está mostrándose el líder de la recuperación post-covid.
Otro activo a tener en cuenta es el oro, dado que el escenario a medio plazo es favorable para el 'metal dorado' con un entorno de bajos tipos de interés y medidas de estímulo globales como las que estamos viviendo en los últimos meses, donde el dinero fiduciario va perdiendo valor y los inversores buscan protección a esta pérdida de valor en activos de naturaleza física.
Jesús Villegas, director de Renta 4 en Castellón
El descalabro en el PIB del segundo trimestre a nivel mundial -y con especial relevancia en España- hace que las previsiones de cara al futuro sean complejas. El Banco Central Europeo (BCE) está utilizando todas las herramientas al alcance de su mano para ayudar a los países mas afectados y que el Estado español se financie con tipos negativos y la prima de riesgo esté en 80 puntos básicos es un fiel reflejo de ello.
La implicación de los distintos organismos a nivel mundial (tanto el BCE, como el Banco de Inglaterra, la Reserva Federal de Estados Unidos o el Banco de Japón....) está provocando un efecto anestésico en los mercados; mientras la ingente cantidad de millones inyectados al sistema -inundándolo de liquidez- ayuda a calmar los ánimos de los inversores.
Teniendo en cuenta estas intervenciones, la primera interpretación que hay que hace es que los mercados no van a sufrir abruptas caídas y, en segundo lugar, hay que seleccionar sectores y empresas que hayan sabido adaptarse a este nuevo escenario y que tengan una posición dominante de cara a los próximos años. Por ello, es muy posible que los mercados estén consolidando estos niveles tras una fuerte recuperación del desplome de marzo antes de intentar atacar cotas superiores de manera que se pueda acabar este complicado 2020 en mejores niveles que los actuales.
Sería muy atrevido por mi parte hablar de niveles y no me atrevo decir en que niveles estaremos a finales de este 2020. Sin embargo, con una buena diversificación tanto geográfica como sectorial se puede construir una muy buena cartera que proporcione unos magníficos retornos de cara no solo a los próximos meses sino a los próximos años.
José Gregori, gestor de Egeria Activos
Las actuaciones de los bancos centrales -con sus políticas expansivas- y la fijación de los tipos de interés de intervención en 'cero' facilitan sensiblemente la financiación de los emisores (empresas y gobiernos), pero dificulta la obtención de rentabilidad por parte de los inversores. Cada vez son más los bonos que cotizan en negativo, es decir, los inversores pagan por prestar el dinero al emisor y que éste se lo guarde. Esto que aparentemente no tiene sentido los últimos años está siendo así… y la tendencia continúa. Nadie sabe cuándo cambiará aunque parece lógico pensar que lo hará en algún momento, sólo se necesita el detonante apropiado.
En esta crisis de la covid 19 -como en todas- se están formando al menos dos grupos diferenciados: los 'vencedores' (empresas tecnológicas y farmacéuticas principalmente) y los 'perdedores' (todas las relacionadas con el turismo, automovilísticas, petroleras, banca...).
En el Ibex 35 tenemos muchas compañías del segundo grupo y pocas del primero, por lo que mientras continuemos con rebrotes y el coronavirus siga siendo un problema -en cuanto tengamos la vacuna dejará de serlo- no es previsible que tenga una evolución destacable. En cambio si la pandemia se controla de alguna forma, la recuperación entonces sí podría ser notable.
Javier Gómez, director de Andbank en València
Lo que se van a encontrar los inversores a la vuelta son una mercados bastante tranquilos, y en algunos casos con un comportamiento excepcionalmente positivo con el inestimable soporte de los bancos centrales. Una situación donde parece que se abre todavía más esa descorrelación entre lo denominado economía real y los mercados, con algunos de ellos marcando máximos históricos como los índices americanos, cuando su economía todavía está muy lejos de alcanzar los niveles de actividad previos a la crisis.
La evolución de la bolsa española dependerá de la evolución sectorial. Debemos recordar que el valor que más pesa en el índice, Iberdrola, es el segundo con mejor comportamiento en el año dentro del EuroStoxx 50. Sin embargo, el problema en bolsa española está más en los que restan que en los que suman, con los bancos a la cabeza.
Y dentro de los bancos especialmente seguir la evolución de los dos grandes, ya que la banca mediana en general ha tenido una periodo estival bastante aceptable, con valores como Unicaja o Liberbank con revalorizaciones muy importantes. Telefónica es otra cotizada que está lastrando la evolución del índice, aunque su peso en el mismo es cada vez más reducido.
Vicente Carpio, cofundador de Finest Portfolio Ideas
Los bolsistas a nivel global se van a encontrar un mercado esperanzado. Esperanzado en cuanto a la obtención de una vacuna eficaz y en la recuperación económica. Los sectores 'beneficiados' por la pandemia seguirán creciendo, el desarrollo tecnológico se acelera y es difícil encontrarle un techo salvo correcciones. Queremos decir que la inteligencia artificial, la ciberseguridad, el big data, la biotecnología aún tienen mucho que aportar, el dinero está ahí.
Pero ese escenario que manejan los inversores, a día de hoy deja fuera a España y al Ibex 35. Uno de los países que peor ha gestionado la pandemia, sembrado de empresas con problemas, con escaso peso tecnológico, con un paro juvenil insostenible y donde todavía se discute lo necesario de subir los impuestos no es un target para aquel que quiera invertir. De hecho lo estamos viendo estos últimos meses, el Ibex 35 se ha quedado atrás en un momento en el que el dinero entraba en el mercado (imagínese que viniera otra oleada de ventas) y empresas españolas están saliendo de los índices. A nosotros hace años que no nos interesa y no vamos a cambiar nuestra postura, es más fácil verlo en 6.000 puntos que en 8.000 lamentablemente.
Alejandro Martínez, cofundador de EFE & ENE
Podemos afirmar con certeza lo que hará el Ibex 35 hasta fin de año: fluctuar. Nos mantenemos fieles al principio de adaptarnos, no predecir, que tan útil nos ha sido para estar en Asia, tecnología y metales preciosos en lugar de las eternas promesas europeas.
Estamos en un mercado aún más intervenido que antes del coronavirus: la Reserva Federal estadounidense ha declarado ya que su objetivo ya no es controlar la inflación sino generarla, algo inaudito pero lógico. La deflación acaba lastrando a la economía desde distintos frentes (el crecimiento de la deuda real es el principal) y se ha convertido en un enemigo inesperado.
Adaptarnos también ha permitido evitar activos que han seguido castigados, entre ellos el Ibex 35, algo natural si tenemos en cuenta que el precio contiene las expectativas del mercado: ir en contra del precio tiene un coste muy alto incluso si las compañías son atractivas.
Si tuviéramos que invertir en bolsa española por alguna razón, limitarnos a los componentes del Ibex 35 parece mala idea. El índice está muy ponderado en activos sin demasiado futuro, como los bancos. Además, incluso a los valores más atractivos les llega poco dinero por ser españoles, debido a la jerarquía de activos,
Hágase una pregunta: ¿podemos pasar una semana normal sin utilizar los productos de las grandes tecnológicas? Seguramente nos sería difícil. El mundo está cambiando, y si optamos por no seguir al mercado estamos nadando a contracorriente.
Pilar Lloret, directora general de Nao SAM
A unos meses vista es imposible hacer previsiones de dónde pueden encontrase los valores del índice, ya que la evolución de las cotizaciones depende más de los sobresaltos que veamos en el mercado que de los propios fundamentales o valor intrínseco de las compañías. No obstante, y a pesar de las caídas, seguimos siendo cautos en el índice español, no tenemos gran visibilidad y ello se debe a la composición del mismo, con un gran peso en sectores que, si bien han caído mucho, continúan encarando grandes desafíos que se han acrecentado con la crisis de la pandemia.
Es el caso de los bancos, con ingresos que difícilmente crecerán en un entorno de tipos bajos y unos resultados pobres a los que ahora hay que restar el posible impacto de la subida de la morosidad si finalmente España no se recupera de forma rápida. Además, hay que tener en cuenta que las inversiones en Latinoamérica o Turquía pueden pasar factura a los grandes bancos debido a la devaluación de las monedas locales. El caso de Telefónica es el de otra compañía en un sector con escaso poder de precios y necesidad de reducir deuda. Finalmente, no vemos tampoco claro en el medio plazo valores como Amadeus, IAG o las compañías constructoras.
Con todo ello, no quiero decir que no se vaya a producir recuperación en los mismos, sino que preferimos objetivos de inversión más claros (compañías que verdaderamente nos gusten); en sectores sin problemas o cambios estructurales que solventar donde haya poder de precios y capacidad de diferenciación y que se beneficien más claramente de la reactivación mundial tal como es el caso de los sectores industriales.
Nos siguen gustando también aquellos relacionados con la nueva economía (reciclaje, eficiencia energética) donde la tendencia al alza en el crecimiento es clara; también los relacionados con el cuidado de la salud, en este caso, compañías farmacéuticas diversificadas y consolidadas, pero con buen posicionamiento en las nuevas terapias genéticas. Como también los proveedores de equipos y suministros médicos donde el componente de know-how es muy importante. Finalmente sigue habiendo muchas opciones entre las compañías de bienes de consumo estable donde podemos obtener una buena rentabilidad por dividendo, un crecimiento razonable y las valoraciones siguen siendo atractivas. Todo esto que acabamos de mencionar podemos encontrarlo en Europa a nivel global, pero no si nos limitamos solamente al índice español, es por ello por lo que nuestras posiciones de cartera en España son escasas.
Finalmente, y como conclusión, no hay que olvidar que porque algo haya caído mucho no quiere decir que esté barato. Ello nos lleva a ser muy selectivo con las inversiones y huir de la deuda.