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MEMORIAS DE ANTICUARIO 

Equipos y grupos. Arte en colectivo

24/09/2017 - 

VAlÈNCIA. Hace un tiempo el pintor Ximo Amigó me comentó que, recientemente, habían creado un grupo de artistas llamado Cazadoras Asociados. En éste se integraba una disparidad de creadores como Lukas Ulmi, Sebastiá Nicolau, José Morea, Antonio Girbés, Calo Carratalá, Vèronique Boussière, o el mismo Ximo Amigó. Artistas de diversas generaciones y con propuestas muy distintas. Como reza en su Facebook, un grupo que nace para “eventos exprés que nacieran o fenecieran rápidamente”. Eso me hizo pensar en lo poco que hoy en día se prodigan esos grupos de artistas que trabajaban conjuntamente o bien se unían para exposiciones o potenciar un movimiento artístico determinado y que eran tan habituales a lo largo de toda la segunda mitad del siglo pasado y sobretodo en las tres últimas décadas. Eran tiempos de efervescencia cultural en la ciudad y años impregnados de reivindicación social y política. Los artistas buscaban el apoyo de otros colegas para bien formar agrupaciones con sus respectivos manifiestos, actos colectivas y activismo si era preciso. Grupos cuyo legado el tiempo está empezando a mitificar y a poner en valor.

Cazadoras Asociados.


A dos manos, a dos mentes.

La norma suele ir acompañada de excepciones. La regla es la del artista solitario, encerrado en su estudio y en su mundo. Son excepciones los casos en que la unión hace la fuerza, es decir la suma de la parte intelectual y técnica.

 La exposición de 1964 España libre celebrada en Rímini y en la que participan artistas de la talla de Eduardo Arroyo, Rafael Canogar, Antoni Clavé, Antonio Saura y Antoni Tàpies, es el germen de la iniciativa llamada Estampa Popular, de esta se desgajaría un grupo que posteriormente pasaría a llamarse Equipo Crónica. Todo comienza con una exposición en noviembre de ese mismo año en el Ateneo Mercantil de un grupo formado inicialmente por seis artistas y las deserciones lo dejan en un trío que a los pocos años quedaría en un dúo con la salida de Juan Antonio Toledo. Equipo Crónica es posiblemente el grupo artístico más importante surgido en la segunda mitad del siglo XX en Valencia, finalizando su actividad en 1981 con el fallecimiento prematuro de Solbes. No sabemos cuánto tiempo hubiera permanecido unido el binomio de no acontecer este, así que Manolo Valdés el único superviviente continuó con una exitosa travesía en un tono mucho menos reivindicativo y más comercial.

Otro grupo de trabajo conjunto que forma ya parte de la historia del arte valenciano del siglo pasado fue el Equipo realidad, formado por Joan Cardells y Jorge Ballester. La escuela de Bellas Artes de Valencia en 1964 es el contexto en el que se conocen en el seno del movimiento Estampa Popular, de ahí a “Crónica de la realidad” que se dividiría en el citado “Equipo crónica” y “Equipo Realidad”. El binomio maneja un mensaje de fuerte componente político y social en una España que todavía no vivía en democracia, sin esconder una clara ideología marxista. Los temas más tratados fueron los medios de comunicación, el estado como agente opresor, la economía capitalista o la función social del arte. Con el régimen franquista activo, su propuesta era arriesgada y quizás el empleo de estética empleada claramente Pop pretendía sortear la censura a través del sarcasmo. Una visión, eso sí, menos colorista y más agria que la del Equipo Crónica.

Equipo Realidad.

Junto con Equipo Crónica otro importante grupo a nivel nacional es el Equipo 57. En este caso la fundación no se produce en España sino en París y que estuvo activo apenas cinco años. Formado por artistas y arquitectos cultivaron la geometría abstracta con grandes contrastes cromáticos hay que citar a Angel Duarte, Juan Serrano o Agustin Ibarrola. El caso es que la vanguardia española se encontraba seriamente tocada, sin rumbo después de la contienda bélica y de casi dos décadas de dictadura en la que era difícil llevar a cabo propuestas rompedoras en un país cerrado a influencias externas y en un momento de atraso cultural más que evidente. Costaba mucho ser moderno en España, pero la pulsión estaba ahí y tenía que estallar. 

Equipo 57.


Cada uno a la suya 

Fundado en 1947 pocos saben que uno de los primeros grupos artísticos de la renovación artística española, posterior a la Guerra Civil, es el llamado Grupo Z, que firma sus estatutos en el año 1948. Un grupo con inquietudes innovadoras, procedentes en su mayoría de la Escuela de Bellas Artes de San Carlos. Aquí la ideología no cabe siendo lo importante la expresión artística. Participaron artistas como Jacinta Gil, Eduardo Sales, Manuel Gil, José Vento o Custodio Marco. Si bien todavía no se produce una ruptura definitiva que sí logra el informalismo, sí que podemos ver en la obra de estos artistas una modernidad formal y cromática que hasta el momento era impensable en la plástica valenciana. 

 El célebre Grupo Parpalló es también uno de los primeros en surgir en la España predemocrática. Formado en la capital y alrededores en 1956, se crea para conectar la creación de vanguardia valenciana con el panorama internacional tras esos años de desconcierto generados por la Guerra Civil y los primeros años de dictadura. Se prolonga hasta 1961 y desde el punto de vista plástico aquí sí se introduce el informalismo en la creación tras una larga etapa sometida al influjo del sorollismo y sus seguidores. Pertenecen a este grupo una larga nómina de artistas como Salvador Soria, Manolo Gil, Monjalés y Andreu Alfaro como artistas más conocidos, uniéndose otros muchos como Vicente Castellano, Joaquín Michavila, Amadeo Gabino o Nassio Bayarri.

Grupo El Paso.

En la escena artística española hacía falta como agua de mayo un movimiento como el grupo El Paso, que capitanease la vanguardia artística a nivel internacional. Con propuestas plásticas individuales, sin embargo, les unía una ideología comprometida a pesar de provenir de las más diversas zonas de España del norte al sur. Artistas tan importantes actualmente como Saura, Millares, Canogar o Feito protagonizan esta definitiva ruptura influida por movimientos como el expresionista abstracto norteamericano, a través de un limitado cromatismo y un claro compromiso político y social. Un admirable legado artístico producido en una España cerrada en sí misma, atrasada culturalmente y llena de prejuicios estéticos e ideológicos. Es verdaderamente sorprendente contrastar el arte de grupos como El Paso, grupo 57 y a finales de la década de los sesenta los inicios del Equipo Crónica o Realidad con las condiciones reales e históricas de la España franquista. Por ello. más allá incluso de la alta calidad de las obras producidas en este momento histórico, esta “radicalidad” artística en una España en blanco y negro, han fomentado un importante coleccionismo privado y público que es capaz de desembolsos importantes por obras de esta época y de estos grupos. En definitiva, el grupo El Paso con el tiempo, podemos celebrarlo como un hito imprescindible para la creación de una vanguardia que iniciara y confirmara una modernidad artística e histórica de España.

Publicación sobre el Grupo Parpalló.


Cambiando diametralmente, grupos de pretensiones meramente artísticas y por tanto mucho más humildes se prodigaron por la València en aquellas décadas. Se me ocurre el de los pintores del Pont de Fusta, grupo creado a mediados de los años 50 y que lo formaba un grupo de artistas amateurs entorno a la figura de Miguel Verchili, homenajeando el puente que unía la ciudad con la estación de madera y que la riada destruyó en 1957. Era en esa estación donde se reunía un grupo de acuarelistas, y con sus maletines y caballetes portátiles se diseminaban por la zona para pintar del natural motivos arquitectónicos de la zona. Como este, surgieron otros muchos grupos más o menos relevantes, ocasionales o anecdóticos. Por la importancia artística de sus tres integrantes, no podemos pasar por alto el formado por Armengol, Boix y Heras, artistas todavía en activo individualmente y que trabajaron juntos en el mismo estudio durante diez años entre 1964 y 1974, concurriendo a certámenes y exposiciones juntos como su Trilogía Monoteísta presentada en el salón de Marzo en la València en 1964.

Casualidades de última hora, cerrando este artículo recibí la visita del joven pintor Alex Marco, que en la actualidad trabaja para la galería Luís Adelantado, y comentándole el tema me refirió a un grupo recientemente creado, y al que pertenece, que se hacen llamar Las Urracas, nombre extraído de un escrito publicado en ocasión de una exposición en la desaparecida Valdeska, por las dos tonalidades del plumaje de este ave. Pertenecen al mismo el citado Marco, Jose Luís Cremades, Manu Blázquez, Nico Munuera (que si no recuedo mal, va a exponer próximamente en el IVAM), Antonio González, LUCE, y Enrico Della Torre. A ver si grupos de reciente formación como estas Urracas o Cazadoras Asociados son un indicador fiable de ese renacer artístico de la ciudad que últimamente se vislumbra.

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