El verdadero gabinete de maravillas de València. Nos adentramos en el espacio de creación de joyas de la calle de la Paz
Lugar: Vicente Gracia Joyería Dirección: Calle de la Paz 4, bajo izquierda, València Metros cuadrados: 190 Año de inauguración: 1992
VALÈNCIA. ¡Madrededioss! Si uno anda buscando un verdadero gabinete de las maravillas al lado del kilómetro cero de la ciutat, el lugar está aquí. Un espacio creativo donde se maquinan, se dan forma y se venden algunas de las joyas más preciadas. Atiende Bernardo en la entrada, dando la bienvenida a una guarida que dejará atrás el día. La inmersión en una zona sin tiempo, el no-lugar bien entendido. Vicente Gracia, ese señor, detiene los pasos ajenos. Premio Nacional de Artesanía en 2014, se ha labrado pieza a pieza la categoría de maestro.
Recibe en estos sus pagos, y todo desprende el aroma tal que sus joyas. Por fuera, a esta altura de la calle La Paz, un edificio con fachada neomozárabe inspirada en la Alhambra. “Fue la sede de la Real Sociedad de Tiro de Pichón”, incorpora Gracia. Por dentro, un espacio de creación dividido en tres zonas principales al superar la escalera hacia el primer piso. Al fondo los talleres, donde Gisela, Flavio, Javi, Carlos o Pepito diseccionan las piezas con minuciosidad. Atrás, la cocina, donde la pulidora o la laminadora se encienden. En el pasillo, hilo conductor, Massud ha llegado de Pakistán y muestra entre paños piezas de aguas lechosas. Parecería la sala de espera de una consulta médica de otro siglo.
Finalmente, el salón. Los aposentos. Suena la música. Se habla de los perfumes de El Cairo, del manuscrito de Samarcanda. Bajo la mesa central de Gracia, unas cuantas monedas esparcidas sobre el tapiz. Una simbología sufí: “el tesoro que vosotros buscáis, yo lo tengo bajo mis pies”. “La energía económica es importante, pero hay muchas otras cosas por encima”.
Vicente Gracia razona a golpe de explicación el trabajo que se desarrolla aquí: “Es una labor artesanal que coge su inspiración de la relación de València con la Ruta de la Seda”.
Estamos ante un gabinete de maravillas porque a cada golpe de vista, una carga de valor. “Estas son las dos quimeras chinas, que unas antigüedades muy raras por su significado y por el colorido de su cerámica”, “sí, estas son las dos piezas originales de René Lalique que estuvieron en los camarotes de primera clase del Buque SS Normadie Les Masques de Femme, unas joyas del Art Nouveau”.
El artesano, entre paso y paso, reivindica el papel fundamental de la joyería en el diseño y en la aspiración de València de ser capital. “Muchos de los grandes avances contemporáneos en el diseño han tenido que ver con las joyas”.
Mientras Gracia, en uno de sus apartes, dibuja (sus diseños se llevan a la otra estancia taller para que se ejecuten) y habla de los maestros sufíes, el equipo recuerda la mañana en la que la actriz y modelo Andie MacDowell apareció por la puerta. “Hasta que no me dio su Visa Platino para cobrarle, no me di cuenta que era ella. Se hizo muy buena amiga de la casa”, explica.
Cada dependencia busca un mismo objetivo: la calma. “Los espacios de trabajo requieren de calma -sentencia Vicente Gracia-. Cuando hay calma todo se armoniza, se aprecia mejor la belleza”. Ha dicho.
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