SERIE DE ESPACIOS DE TRABAJO CREATIVO 

En tu ofi o en la mía: Estudio 64

3/07/2019 - 
Lugar: Estudios 64
Dirección: Calle Benicolet 2 bajo València.
Metros cuadrados: 90m2 
Año de inauguración: 2014

Lo bueno de trabajar en un estudio que es librería es la capacidad para generar trances inesperados. Estar ilustrando en un área con efectos de trastienda, con su altillo incluido, al tiempo que al otro lado de la pared otra vida asoma y, mientras los visitantes miran libros, comienzan a hacer declaraciones off the récord que uno no debería escuchar. “Ey, que estoy aquí”. Las escuchas, ay.

Es la cotidianidad de Estudio 64, al tiempo galería, al tiempo librería, donde comanda Javier Undiano, y al tiempo la zona de trabajo del ilustrador Julio Antonio Blasco, Sr. López. Esto es Benimaclet y la primera vez que Julio y Javier pusieron pie, asomó el amor. “Daba directamente a la Plaza de Benimaclet, zona peatonal, con fuente, tranquila y con un espacio perfecto para acceder al Estudio”. Donde estalla la vida en las plazas. 

Tomaron el lugar tras haber sido coworking de fotografía “y anteriormente un estudio de una pareja de fotógrafos catalanes con los cuales intentamos contactar para decirles que teníamos su espacio, ellos eran los que habían reformado parte del local y queríamos darles las gracias, pero nunca nos contestaron”. Miraron libros de interiorismo, de decoración de locales pequeños, junto con Lola Blasco arreglaron, decoraron y pintaron. Debían abrir en noviembre.

Se abrió al color, al elogio a la ilustración, la movilidad de los muebles que se desplazan para variar la configuración a convenir. “Un espacio que huyera de la librería blanca”. 

Y mientras la librería fluye al ritmo de sus exposiciones, de las ventas y los talleres, el estudio de ilustración recibe a sus clientes, afronta los encargos de editoriales, repiensa la próxima página…

La cocina, en la trastienda, es conector de ambos mundos. Allí permanece una foto de Barcelona que dejaron los inquilinos previos. “Estaba enmarcada, colgada en la cocina, y en el mismo lugar la dejamos, no sabemos muy bien por qué, pero allí se quedó”. Cerca de allí el premio Anuaria, “nos lo concedieron con una de las publicaciones que hicimos en nuestra editorial Símientes Editores con un libro ilustrado por la ilustradora Malota, Mar Hernández, gran amiga nuestra”. Y los toys, “que descansan sobre el cristal de la puerta de entrada, de la enorme colección personal de design toys de Javier”.

En ese 2014 de plazas y génesis, cuando estaban preparando el espacio, entre los meses de septiembre y octubre, “se nos ocurrió poner en Facebook que quien quisiera ayudarnos a pintar sería bien recibido, sólo tenía que personarse en el bajo. Cuando llegamos a la plaza de Benimaclet se nos acercó una chica y nos dijo que venía a pintar. Se nos presentó: Estefanía Arribas, de Valladolid, y se vino con un pincel para que le dejáramos pintar paredes. Ahí comenzó una bonita amistad”.

Lupita, la perra de Estudio 64, se despide antes de que Javier y Julio aporten las claves de cómo debe ser un buen espacio de trabajo:

“Ha de tener una pequeña nevera que te permita poder tomarte una cerveza o un vino blanco fresco con amigos y clientes. Ha de tener una pequeña cocina para esas largas jornadas que hay que hacer en muchas ocasiones. Ha de tener una buena iluminación, cálida, agradable y suficiente. Pero no ha de ser un espacio improvisado o de paso, ya que al final, el espacio de trabajo es parte de tu casa, de tu vida y de tu día a día cada día de la semana, cada día del mes y cada día del año”.

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