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El sector del automóvil seguirá sufriendo si se extiende la guerra comercial

Frank Häusler, director de análisis macroeconómico de Vontobel AM, analiza los temas clave que marcarán la reunión del G20 de este fin de semana

30/11/2018 - 

MADRID. Este fin de semana está marcado en rojo en las agendas de los mercados financieros porque tendrá lugar en Argentina la cumbre del G20. El presidente chino, Xi Jinping, que anda estos días por España, busca socios con los que hacerse fuerte en la guerra comercial que libra frente a Estados Unidos.

A continuación Frank Häusler, director de análisis macroeconómico de Vontobel AM, analiza los temas clave que marcarán la reunión del G20 de este fin de semana y las oportunidades de inversión que crea este escenario

-¿Qué esperar de la reunión entre Donald Trump y Xi Jinping?
-No mucho. Con toda probabilidad, habrá una reunión y seguramente un apretón de manos. En cualquier caso, nuestro mejor escenario es que los dos líderes expresarán sus intenciones de llegar a una tregua en la guerra comercial. Esto podría iniciar una desescalada del proceso. Así que esperamos tuits ya sea en la línea de 'buen chico, haciendo grandes progresos' o 'no es suficiente, están engañando y riéndose de los Estados Unidos'. No olvidemos que el principal problema no es el comercio, sino el liderazgo estratégico global a nivel militar, económico, político y diplomático, así como en ciencia en el largo plazo.  Es probable que Xi Jinping siga en el poder cuando Donald Trump tenga que dejar el cargo.

-¿Qué puede ocurrir en los mercados si el tono de la discusión entre los dos mandatarios se eleva?
-Actualmente el mercado no muestra mucha esperanza por lo que, además de continuar con la volatilidad, la dirección que tomará las bolsas no está clara. Eventualmente, si el empeoramiento de la disputa comercial deriva en un riesgo para la economía, la FED podría verse inclinada a comunicar una visión más acomodaticia. En cualquier caso, el presidente Trump tiene incentivos para prevenir una escalada completa en su disputa con China para evitar así tener que utilizar toda la munición de la que dispone. Cuanto más cerca estemos de la carrera para la reelección, más poder de disparo contra China tendrá que reservar. Una escalada en el tono más adelante resonará bien entre su electorado.

-¿Podemos esperar que China y Europa estrechen sus lazos comerciales?
-Sí, hasta cierto punto. La cumbre UE-China celebrada el pasado julio finalizó con una declaración conjunta para profundizar e intensificar la relación comercial y continuar en el camino hacia un acuerdo de inversión conjunta. Por ejemplo, el año pasado, China y la UE no pudieron ponerse de acuerdo sobre una declaración conjunta al final de la cumbre de 2017. Sin embargo, en comparación con el acuerdo de libre comercio entre la UE y Japón, que parece que entrará en vigor a principios del próximo año y que es el mayor acuerdo de libre comercio para la UE, la relación comercial entre Europa y China sigue aún en su fase inicial. La postura general del Viejo Continente hacia China sigue siendo bastante cautelosa, ya que existen varios inconvenientes importantes como el tratamiento de la propiedad intelectual, el acceso y la propiedad de las firmas chinas por parte de la UE, y que evitan que la relación pueda pasar de oportunista a una real y amigable que esté basada en convicciones económicas y sociales conjuntas.

-¿Europa debería mirar más hacia China?

-En términos económicos ya lo hace. La postura más dura del presidente Trump, sobre las importaciones de China en los Estados Unidos y el futuro aumento de los aranceles brindan una oportunidad económica para muchos exportadores europeos. China ya es la principal fuente de importaciones de la Unión Europea y es, a su vez, el segundo mayor destino de sus exportaciones. En particular, sectores como los vehículos de motor, las aeronaves y los productos químicos se beneficiarán de esa relación. Sin embargo, debido a la falta de instituciones democráticas y mientras China sea simplemente un socio comercial oportunista y no un aliado comercial (también en transparencia y en la igualdad de condiciones para las empresas y los inversores, la Unión Europea seguirá siendo cautelosa al entablar relaciones más estrechas con China).

-¿Qué empresas estadounidenses, europeas y chinas podrían sufrir más si se extiende la guerra comercial?
-Es posible que los automóviles sufran mucho debido, sobre todo, a la naturaleza discrecional de su negocio (los gastos elevados pueden ser pospuestos), las tarifas de represalia y la disrupción en las cadenas de suministro. De forma más amplia, una guerra comercial más prolongada podría tener un impacto negativo en el crecimiento del PIB, ya sea del petróleo, los precios de los metales, lo que haría que sufrieran los sectores de energía y materiales.

-¿Y qué sectores podrían ser una buena oportunidad de entrada en esta circunstancia?
-En la actualidad preferimos el sector de telecomunicaciones. No ha sido uno de los favoritos para la comunidad inversores en el pasado más reciente y tiene una valoración atractiva y ofrece un perfil defensivo.

Frank Häusler es director de análisis macroeconómico de Vontobel AM

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