Los índices de gestores de compras (PMI) en Reino Unido, Eurozona y Estados Unidos provocarán movimientos en las principales divisas, según apunta el director de Riesgos de Ebury
MADRID. Las divisas del G10 terminaron la semana pasada casi exactamente donde la empezaron. La única excepción fue el yen japonés, que se vio afectado por un aumento del apetito de riesgo y que motivó que los inversores se alejaran de los activos refugio. Los mercados de valores y crediticios de todo el mundo continuaron subiendo como respuesta a la firma de la Fase 1 del acuerdo comercial entre Estados Unidos y China. Las divisas de los mercados emergentes tuvieron un rendimiento mixto, pero, en general, han subido mucho en lo que va de año.
Esperamos que la volatilidad en el mercado de divisas regrese esta semana, cuando se harán públicos los informes PMI en Reino Unido, EE UU y la Eurozona. Prevemos también que la publicación de este último muestre unos datos fuertes que deberían impulsar al euro. El BCE se reunirá el jueves, aunque no se esperan acciones políticas ni cambios significativos en sus perspectivas.
La resistencia de la libra esterlina ante los datos económicos significativamente débiles de la semana pasada es notable. La producción industrial, la inflación y las ventas minoristas fueron más débiles de lo esperado. Como resultado, los mercados están empezando a ver ciertos recortes en su valoración ante la próxima reunión del Banco de Inglaterra. A pesar de este escenario poco halagüeño, la libra esterlina terminó casi plana frente al dólar y al euro. Esta semana, el PMI y los datos de empleo deberían ser relativamente fuertes y aliviar un poco el sentimiento negativo sobre los aspectos fundamentales de Reino Unido y respaldar la libra.
Nuestra visión sobre los resultados económicos de la Eurozona respecto al consenso se pondrá a prueba esta semana. El viernes se publicarán las primeras encuestas PMI sobre la actividad empresarial de enero. Esperamos una mejora significativa en general gracias a las subidas del mercado financiero y al optimismo generalizado sobre los conflictos comerciales. Aunque es poco probable que la reunión del BCE del jueves genere noticias que vayan a mover el mercado, una sorpresa al alza en los datos del PMI podría dar un importante impulso a la moneda común.
Además de la firma de la fase 1 del acuerdo comercial entre Estados Unidos y China, lo más destacado en EE UU durante la semana pasada fue la publicación del informe sobre la inflación (IPC) que resultó ser más suave de lo esperado. Las presiones inflacionistas en Estados Unidos siguen siendo débiles, aunque la inflación está cerca de los objetivos de la FED, lo que significa que la Reserva Federal no se moverá pronto. La publicación del índice Markit PMI el próximo viernes debería suponer esta semana el principal atractivo para los inversores interesados en el dólar.
Enrique Díaz-Álvarez es director de Riesgos de Ebury
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