El responsable de análisis del Mercado de Ebury analiza las reacciones de los activos financieros a la primera vuelta de los comicios electorales galos
MADRID. La primera vuelta de las elecciones francesas ha eclipsado al resto de acontecimientos políticos, económicos y monetarios esta semana. El escenario que habíamos pautado como más probable, un ajustado empate entre el centrista Macron y la ultra-derechista Le Pen, se ha cumplido. Después de las grandes sorpresas políticas de Brexit y de la elección de Trump como presidente de Estados Unidos, el hecho de que el consenso se cumpliera es bastante significativo.
Los resultados de anoche parecen garantizar que Macron será el próximo presidente de Francia. Todas las encuestas apuntan a que la brecha entre Macron y Le Pen es enorme, con un promedio de cerca de 30 puntos. Aunque sabemos que las encuestas pueden tener dos o tres puntos de error, 30 puntos de ventaja parecen insuperables.
Desde las primeras horas de la sesión asiática, el euro reaccionó con un importante rebote, así como los activos de riesgo en todo el mundo. Cuando escribimos estas líneas el euro se sitúa casi un 2% por encima de los niveles más altos de 2017. La cotización de los próximos días será clave para que se determine la tendencia a medio plazo.
Esperamos que los mercados se tomen un respiro respecto a las preocupaciones políticas europeas vividas en las últimas semanas. En su lugar, esperamos que los mercado renueven su énfasis en la política de Estados Unidos. Trump ha prometido un importante anuncio de su política tributaria este miércoles y estaremos pendiente de si se materializa un acuerdo en política de gasto este viernes. De manera adicional, el viernes se publica el PIB de Reino Unido y esta semana se celebran las reuniones del BCE y el Banco de Japón. Todos estos datos y acontecimientos serán cruciales para sus respectivas divisas.
Los resultados de la primera ronda de las elecciones francesas dominará, al menos, las noticias de la primera parte de la semana. Sin embargo, con todo apuntando a que Macron sea elegido el próximo presidente de Francia, la atención de los mercados debería cambiar pronto a los datos económicos de la Eurozona y las expectativas de los miembros del BCE sobre el calendario futuro de subida de tipos y la finalización del programa QE.
La semana pasada vimos cómo los índices de sentimiento empresarial PMI crecían hasta niveles máximos del ciclo, lo cual, combinado con la relajación de los riesgos políticos a corto plazo, significa que los mercados estarán muy atentos a las declaraciones y el tono de las comunicaciones del BCE, en su reunión este jueves.
La libra esterlina recibió gran apoyo la semana pasada, cuando la Primera Ministra May anunció elecciones generales anticipadas. La libra mostró gran fortaleza, cotizando al alza respecto a todas las divisas principales, apreciándose frente al dólar un 2%, con un cambio GBP/USD cercano al nivel de 1,30.
Es evidente que el mercado está contento con la perspectiva de una mayoría conservadora ampliada, lo que en teoría debería facilitar las negociaciones de Brexit. Los débiles datos de ventas minoristas, publicados en Reino Unido el viernes, no sirvieron para amortiguar el entusiasmo del mercado respecto a la libra, aunque es cierto que es un dato volátil, sujeto a numerosas revisiones.
Esta semana los mercados estarán atentos al dato del PIB del primer trimestre, que será publicado el viernes. El consenso apunta a un crecimiento trimestral del 0,4%, lo que contribuiría a un crecimiento anual del PIB del 2%. No obstante, podríamos verlo con un pequeño sesgo a la baja dados los débiles datos de consumo vistos recientemente.
La semana pasada atendimos a datos macroeconómicos mixtos y poco relevantes en Estados Unidos, lo que significó movimientos laterales del dólar, que terminó la semana sin cambios en términos ponderados.
Además del calendario político mencionó anteriormente, la atención principal de esta semana será la publicación de bienes duraderos y el dato del PIB. Observaremos ambos números para proporcionar una lectura de si la desaceleración en el primer trimestre fue real o un efecto artificial causado por el impacto de la estacionalidad.
Enrique Díaz-Álvarez es director de Riesgos de Ebury
Informe elaborado por Enrique Díaz-Alvarez, Matthew Ryan, Roman Ziruk e Itsaso Apezteguia