Ximo Puig abraza Antonio Montiel ante Mónica Oltra durante la renovación del Pacto del Botánico de enero. Foto: MARGA FERRERVALÈNCIA. El secretario general de Podemos en la Comunitat Valenciana, Antonio Montiel, anunció este martes que no optará a la reelección en la próxima Asamblea Ciudadana Autonómica, más conocida como Vistalegre valenciano, que tendrá lugar el próximo mes de mayo. Una decisión que se produce tras la fuerte contestación interna que ha sufrido el líder de la formación morada dentro de su partido, que se ha traducido en, al menos hasta ahora, dos sectores -el grupo de críticos en Les Corts y la llamada Marea Valenciana- decididos a presentarle batalla en el citado cónclave.
La decisión de Montiel, cuya debilidad ya había causado cierta preocupación en el Gobierno valenciano, siembras las dudas en el Pacto del Botánico. Un acuerdo firmado por PSPV, Compromís y Podemos como hoja de ruta del Consell -y renovado recientemente- en el que solo están las dos primeras formaciones, que cuentan con el respaldo en Les Corts del partido morado. Ahora bien, desde los grupos aspirantes -tanto por parte del sector de diputados como de la Marea Valenciana- se han mostrado críticos públicamente con el papel de Podemos ya no solo en el Pacto del Botánico sino respecto a la permisividad con el Consell. Una circunstancia que ha molestado a Montiel.
Así, con la no continuidad del líder de Podemos y las posibles alternativas que se manejan para situarse al frente de la formación, la incertidumbre en el Consell respecto al futuro del Botánico gana enteros, dado que pese a los roces que han existido con Montiel, gran parte de las cuestiones han salido adelante con o sin contratiempos. "En Aragón, donde el PSOE pactó con Anticapitalistas, todavía están a vueltas con los Presupuestos de 2017", comentaba este martes un alto cargo del Ejecutivo al conocer la noticia, que esperaba que el dirigente de Podemos se mantuviera como portavoz en Les Corts, algo que no está descartado.
Por si fuera poco, la marcha de Montiel no estuvo regada precisamente de alabanzas a sus compañeros de viaje en el Botánico. Un hecho que viene repitiéndose en las últimas sesiones de control de Les Corts y que muchos atribuían a un endurecimiento del perfil por parte del síndic de cara al Vistalegre valenciano. Este martes, durante su intervención en la Cadena Ser, puso en duda que el Pacto del Botánico sea "a prueba de bombas", una frase muy utilizada por Compromís e incluso por la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra. Unas palabras confirmadas -aunque con ligeros matices- en el comunicado enviado posteriormente, en el que Montiel consideraba que el Gobierno valenciano ha entrado "en ensimismamiento ante ciertos temas" y ello obliga a estas alturas de legislatura "a incrementar nuestro nivel de exigencia".
En esta línea, el líder de Podemos subrayó que Podemos debe "endurecer" su posición desde las instituciones "para ejercer la labor de control". "No hay que dar nada por establecido en el Botánico, un pacto que solo puede seguir si las fuerzas que los suscribieron cumplen los compromisos adquiridos ante la ciudadanía y sus organizaciones", sentenció.
Durante la entrevista radiofónica, Montiel subrayó que aunque se haya bajado el paro al 19% siguen siendo "muchísimas las personas en desempleo"; además de relacionar la bajada "con el turismo o el crecimiento de la actividad industrial que tampoco es mérito del gobierno". "Faltan reformas profundas y este gobierno no parece haberlo entendido", recalcó Montiel, quien auguró que Podemos va a ser "muy crítico" en lo que queda de legislatura. Unas palabras que no pasaron desapercibidas entre altos cargos del Consell consultados por este diario. Más aún con el dardo lanzado a PSPV y Compromís respecto a los pactos en los ayuntamientos, al considerar que en muchas casos los ediles de la formación morada "sufren" por haber sido "maltratados" en los acuerdos.
Por otro lado, respecto a un posible acuerdo con Compromís para 2019 tal y como ocurrió en las elecciones generales, Montiel insistió en que es una decisión que se debe tomar "consultando a los inscritos valencianos" porque, a su juicio, Podemos "solo tiene una voz: la de las bases". No obstante, en cuanto a su opinión "como militante", destacó que en 2019 su partido tiene la oportunidad "de llenar de morado los ayuntamientos e instituciones". "Creo que tenemos que ser el motor del cambio: la locomotora tiene que ser morada, los vagones pueden ser de otros colores", sentenció.
Por otro lado, la renuncia de Montiel a la reelección, que se produjo el mismo día que una de sus posibles rivales Sandra Mínguez también se descartaba, abre el abanico de posibilidades en cuanto a la sucesión. Así, mientras algunos creen que desde su equipo se orquestará una candidatura encabezada por la portavoz adjunta Fabiola Meco o por la diputada nacional Àngela Ballester, las palabras de Montiel pronunciadas este martes fueron dirigidas en todo momento hacia un "proyecto integrador".
Un discurso que parece apuntar a una candidatura única de consenso para el futuro de Podemos que incluya a todos los sectores del partido. Una posición que desde las corrientes críticas acogieron ayer con escepticismo, al considerar que la maniobra del todavía secretario general está enfocada a un intento de evitar una derrota de los suyos transformándolo en un gran acuerdo que impida enfrentarse a las urnas.
