opinión

El petróleo vuelve a ser protagonista

Estados Unidos y la OPEP libran una particular 'batalla' por el también llamado 'oro negro', que mantiene en jaque a los mercados financieros... y lo que todavía queda

26/11/2018 - 

MADRID. Los últimos precios de cotización del crudo tensionan la hoja de ruta, que hasta el momento era imperturbable, por parte de la OPEP. La producción total de Estados Unidos está aumentando al ritmo más rápido de los últimos 98 años y está provocando un exceso de oferta. Las previsiones es que esta producción se frene a finales de 2019, pero por el camino Estados Unidos puede hacerse con una gran cuota del mercado petrolífero. 

Cuando el crudo ha llegado a la franja de los 70 dólares se ha producido un incremento de la producción principalmente en Texas y Nuevo México, continuando con el incremento de nuevas extracciones que se han producido en los últimos diez años. La característica principal para este tipo de perforaciones es que seguirían siendo rentables en niveles de 30 dólares por barril. El próximo año las expectativas para el crudo se prevén bajistas, ya que los problemas de distribución se eliminarán y se incrementará la producción hasta dos  millones de barriles de petróleo al día.

La actual cuenca Pérmica de Texas -yacimiento petrolífero más activo de  EE UU- está creciendo de manera exponencial y la OPEP necesita aprender a subsistir con este nuevo interviniente dentro del mercado. Esta cuestión plantea uno de los mayores desafíos para el organismo, que de reducir la producción para mantener los precios altos podría producir el efecto contrario y provocar una reducción de su cuota de mercado. La OPEP necesita un precio más alto que los productores estadounidenses para ganar dinero, por lo que no puede permitirse que los precios bajen. Ante este escenario de presión por la producción estadounidense y la reducción de la demanda, puede ocasionar una reducción de la producción en la próxima reunión del 6 de diciembre.

Inundación de petróleo

Las últimas decisiones de la OPEP han conseguido el objetivo contrario, que ha sido hacer más eficientes a los productores estadounidenses. El resultado es que la aceleración de producción en Estados Unidos ocasionará una inundación de petróleo en el mercado, que  actualmente es la gran preocupación de la OPEP. 

El gran impacto se podría producir en la segunda mitad de 2019, cuando el problema de infraestructuras y distribución se solvente por parte de las extractoras estadounidenses. En la actualidad el gran problema es el obstáculo de exportación, ya que el excedente tendrá que enviarse al extranjero y por el momento la distribución sólo es local.

Los cambios estructurales que se pueden producir en la industria petrolera son un importante condicionante en el precio de cara a los próximos años: por un lado, la OPEP debe ser cauta y estratega en las decisiones que tome de reducción o incremento de producción y, por su lado, Estados Unidos debe avanzar en una logística más eficiente si quiere hacerse con una cuota de mercado más amplia.

Jorge López es analista de XTB

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