ALICANTE. El diagnóstico territorial socioeconómico de Alicante, dado a conocer este martes, refleja tres rasgos claves que definen las condiciones de vida y los parámetros de la población residente en la ciudad: el progresivo envejecimiento demográfico, las diferencias de género y la disparidad de la situación económica de la ciudadanía en función del barrio de residencia.
El estudio, presentado este martes y elaborado conjuntamente por personal investigador de la Universidad de Alicante y técnicos de la Agencia Local de Desarrollo (ADL), hace hincapié en las "perspectivas poco favorables" derivadas de una pirámide poblacional con "un modelo regresivo, donde predominan los estratos de edad intermedios", según ha destacado el profesor del departamento de Economía aplicada de la Universidad de Alicante y coordinador científico del estudio, José Miguel Giner.
Otra de las cuestiones que pone de relieve el estudio es la "brecha de género" en determinadas variables, como muestra el predominio de las mujeres dentro de la población con bajo nivel formativo, así como la menor presencia femenina en puestos cualificados y de responsabilidad. No obstante, Alicante "presenta un alto porcentaje de población con estudios universitarios", con un 23,5%, lo que supera la media provincial y autonómica, como también ocurre con las tasas de actividad y ocupación de la ciudad.
En su turno de intervención, los sociólogos Patricia Ródenas y José Vicente Fernández, técnicos de la Agencia Local, se han centrado en el análisis inframunicipal, que divide a la ciudad por distritos. En general, se perciben "importantes diferencias" en aspectos como el promedio de edad de los ciudadanos o el nivel de renta. En concreto, según datos de una encuesta elaborada en diciembre de 2016, los barrios de la Zona Norte registraban una renta media de 12,756 € por hogar (frente a los 21.404 € del conjunto de la ciudad), así como una tasa de desempleo cercana al 50% y un porcentaje de población con bajo nivel formativo sensiblemente superior al del resto de distritos.
Asimismo, los resultados cualitativos, obtenidos a través de entrevistas con los agentes territoriales, han puesto de manifiesto diversas necesidades del tejido productivo de la ciudad, como la falta de suelo industrial, la excesiva dependencia del turismo o la inestabilidad laboral del sector terciario. Con esta presentación, a la que han asistido representantes de diversas entidades sociales, se cierra la última fase del diagnóstico territorial que será finalmente presentado al Servef.
El estudio pretende obtener "un conocimiento más preciso de la realidad socieconómica de la ciudad de Alicante", lo que permitirá al Servef diseñar unas políticas de empleo adecuadas a las peculiaridades del municipio y la realidad de su tejido productivo. Desde el pasado verano, el equipo ha efectuado la recogida, tratamiento y análisis de información de más de 200 variables y 100 indicadores cuantitativos sobre el ámbito territorial y laboral. Además, se han efectuado entrevistas con 25 agentes territoriales -como administraciones, sindicatos o entidades sociales-, además de tres grupos de discusión y un foro ciudadano comarcal.