ALICANTE. Hace años, cuando ni tan siquiera había llegado el AVE a la provincia de Alicante, una de las principales reivindicaciones de los empresarios era el desdoblamiento de los accesos del aeropuerto Alicante-Elche. A finales de los 90 y principio de la década de los 2000, los accesos a El Altet se saturaban muy a menudo: sólo tenían un carril por cada sentido y además, el tráfico del aeropuerto se sobreponía a veces a la actividad del recinto ferial IFA hasta alcanzar, en algunos casos, el paso de 30.000 vehículos diarios.
En esa época, ya con los gobiernos del PP en València y del PSOE en Madrid, las principales reivindicaciones de la patronal -entonces Coepa- eran la ampliación del aeropuerto; más tarde la llegada del AVE y por extensión, la implementación o mejora de autovías como la central o la que conecta Alicante con Valencia por Font de la Figuera. Algunas de esas obras se han ido completando, como la ampliación de aeródromo, la llegada del AVE y muchas de las autovías o circunvalaciones. Quedan, por tanto, otras asignaturas pendientes, como la mejora de las Cercanías, la conexión ferroviaria con el aeropuerto, o los trenes de la costa, por el norte, con Gandía, y por el sur, con Torrevieja.
Sin embargo, el desdoble de los accesos quedó en un segundo plano, pero fue recogido en los presupuestos generales del Estado de 2018, los últimos que aprobó el Gobierno de Mariano Rajoy, antes de la moción de censura que llevó a Pedro Sánchez. Las cuentas de la salida de la crisis no venía siendo muy generosas para la provincia de Alicante: por esa época, se licitó la obra del desdoblamiento de la N-338 y la variante de Benissa, además del ramal directo que conecta la nueva autovía A-33 con la A-31 en La Font de la Figuera. Eran las tres grandes obras del Gobierno en materia viaria, y que fueron licitadas todavía con Íñigo de la Serna como ministro de Fomento.
Este viernes, el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, acompañado por el conseller de Política Territorial, Arcadi España, y el alcalde de Elche, ha inaugurado la puesta en servicio del desdoble de la calzada de la N-338, que une la N-332 y la autovía A7, y que por tanto, ejerce de acceso al aeropuerto, con dos carriles nuevos, uno por cada sentido.
Las obras han sido ejecutadas por la UTE Becsa-FCC. Fueron licitadas por 29 millones de euros, pero adjudicadas por casi 19 millones, más las expropiaciones que se han tenido que realizar. Entre los expropiados figuran empresas de alquiler de vehículos o una gasolinera. Comenzaron en marzo de 2019, justo antes de las elecciones de abril de ese año, y han concluido en junio de 2021, pandemia mediante. Tenían un plazo de ejecución previsto de 34 meses.
La actuación llevada a cabo ha consistido en duplicar la calzada a lo largo de 4,75 km por la margen derecha (en sentido N-332-A-70), a excepción de un tramo de unos 800 metros a la altura del aeropuerto, que discurre en variante.
En el tramo existen cuatro enlaces. El primero con la carretera N-332, donde se ha adaptado las conexiones a la nueva calzada desdoblada en la margen derecha, modificando la geometría del ramal bidireccional para dar cabida a la mediana y reubicar el movimiento. En el enlace 'aeropuerto' se actúa con una glorieta central sobre el tronco con ramales de entrada y salida en ambas calzadas. En el enlace 'recinto ferial', desde donde se accede a la carretera N-340, a IFA y a la Vía Parque, se ha realizado un enlace de tipo pesas, con sendas glorietas en la carretera N-340. Finalmente, en el enlace con A-70, se ha mantenido la tipología del mismo, la integridad de la estructura de paso sobre la autovía A-70 y los ramales existentes.