El juez ha solicitado la plaza de nueva creación en la Sala de Apelaciones de la Audiencia Nacional que comenzará a funcionar el 1 de junio
VALÈNCIA. El caso Púnica, una de las mayores tramas de corrupción de España, pende de un hilo. El hasta ahora magistrado instructor dejará el caso en junio pues ha solicitado una plaza en otro juzgado que, de facto, ya es suya al ser uno de los dos únicos jueces con especialidad.
Según ha podido saber Valencia Plaza de fuentes de toda solvencia, el juez del Juzgado Central de Instrucción Número 6 de la Audiencia Nacional, Eloy Velasco, ya ha solicitado el concurso a la Sala de Apelaciones de la Audiencia Nacional, una sala de nueva creación que comenzará a funcionar el 1 de junio.
Tal y como ya informó este periódico, Velasco tenía la firme intención de abandonar el juzgado y, por ende, el caso Púnica pese a encontrarse a mitad de la instrucción.
Dentro de las posibilidades de su más que segura salida había dos opciones. La primera, y preferida por el Gobierno de Mariano Rajoy, era posibilidad de una comisión de servicios especiales en el extranjero que les permitiera dar ‘a dedo’ la plaza a otro juez en comisión de servicio, pero no ha sido posible y, como ya adelantó Valencia Plaza, Velasco ha optado por solicitar la sala de nueva creación.
La salida de Velasco va a suponer dos cosas. Por un lado, un retraso de meses en una de las causas más complejas abiertas hasta la fecha ya que, si no cambia la situación, se producirá unas dilaciones indebidas en la instrucción que llevarán, como poco, a una obligatoria reducción en las posibles futuras penas. Y por otro, un revés importante para aquellos que querían imponer ‘un juez de la cuerda’.
El problema con la petición del nuevo destino es que la plaza de Velasco tiene que salir a concurso y, si no se ‘trampea’ la situación creando algún tipo de comisión temporal, el magistrado que entre lo hará por escalafón, algo que es incontrolable para todos los interesados en imponer un juez afín en un Central de Instrucción.
dejar de dar cursos mermaría sus ingresos en 50.000 euros anuales
El motivo por el que Velasco ha decidido concursar y no escoger la plaza de internacional ha sido, según las mismas fuentes, económico. 50.000 euros es lo que el magistrado perdería anualmente por dejar de dar cursos y eso ha sido lo que ha inclinado la balanza a favor de una salida y no la otra.
A todo ello hay que sumar el varapalo que se llevó Eloy Velasco, muy afín al sector conservador pues fue secretario autonómico de Justicia del PP con Eduardo Zaplana en la Comunitat Valenciana, cuando solicitó una plaza de magistrado en el Tribunal Supremo y le fue denegada.
Desde el Gobierno y desde el Consejo General del Poder Judicial le dijeron que “nunca había puesto una sentencia (está en un instrucción), y que al Supremo no se llega sin poner sentencias”.
Junto a Eloy Velasco, el resto de la sala la formará el magistrado Félix Alfonso Guevara, uno de los magistrado más garantistas y con más mal genio de la Audiencia Nacional y el ex portavoz del Consejo General del Poder Judicial y ex magistrado del Tribunal Constitucional, Enrique López.
La nueva sala será única: Velasco junto al juez que juzgó a Txapote o Lola Flores y, a su lado, Enrique López, tan vinculado al PP que fue recusado como magistrado del caso Gürtel por su “más que cercana sintonía” con el partido de Mariano Rajoy. Sus cursos, cobrando, para FAES nunca han pasado desapercibidos.