Hoy es 21 de noviembre

“Es un cambio de paradigma necesario y rentable” 

El fin de la economía lineal y la hora definitiva de la economía circular

2/11/2020 - 

VALÈNCIA. “La economía circular no es una tendencia ni es una solución. La economía circular es una realidad y es La Solución”, así de claro lo tiene Paula Sánchez, CEO y cofundadora de CoCircular, una startup nacida del ecosistema de Zubi Labs que ofrece servicios de gestión integral circular para los residuos de la construcción.

Precisamente el de la construcción es el primero de los sectores que contempla la estrategia denominada ‘España Circular 2030’, diseñada por el ejecutivo actual. Este marca los objetivos para esta década con el propósito de reducir en un 30% el consumo nacional de materiales y recortar un 15% la generación de residuos respecto al año 2010. Aunque la estrategia tiene carácter transversal, identifica seis sectores prioritarios que corresponden, además de la construcción, al agroalimentario, pesquero y forestal, industrial, bienes de consumo, turismo y sector textil y confección. En todos ellos se propone aprovechar las oportunidades que ofrece la economía circular para desarrollar una industria nacional centrada en el reciclaje. 

La construcción genera el 30% de los residuos del planeta

A la construcción se le atribuye la generación del 30% de los residuos que inundan el planeta, mayoritariamente los procedentes del consumo por la edificación de viviendas. Según Paula Sánchez, el 90% de los mismos terminan en los vertederos, ni se transforman ni se valorizan. Con esta misión principal surge CoCircular, una consultora que quiere aportar una gestión integral de estos residuos retirándolos en obra, separándolos, procesarlos después y devolverlos a la cadena de valor en forma de materia prima reciclada. A su propuesta de economía circular hay que añadir la utilidad de la consultora para ayudar a los constructores a cumplir con la normativa vigente en materia de residuos, cada vez más estricta, y evitarles así posibles sanciones. De esta forma es como CoCircular, con apenas unos meses de vida, ha conseguido ya evitar que 10.000 toneladas de residuos lleguen a los vertederos.

Destaca también Sánchez que su empresa se acoge a una oportunidad de negocio porque, “por fin, se ha demostrado que la economía circular no está reñida con la generación de riqueza, al contrario, ofrece multitud de oportunidades de negocio. Lo que surge es un cambio de paradigma, otra forma de hacer las cosas que responde a una necesidad, pasando de una economía lineal de extraer, utilizar y tirar los recursos, ya escasos, a optimizarlos y reutilizarlos para obtener beneficios”.

También del entorno de Zubi Labs acaba de surgir la solución de Onerz, una calculadora de impacto ambiental para ayudar a las personas a medir reducir la huella de carbono de la acciones diarias. La aplicación gratuita tiene como objetivo concienciar a las personas del efecto de sus hábitos y consumo en el medio ambiente y ofrecer alternativas más sostenibles para revertir el cambio climático. En una segunda fase, en la que ya se está trabajando, se buscará el paso a la acción y se ofrecerán alternativas de consumo más sostenibles, que se podrán contratar con un solo clic, tales como como dieta planetaria, moda circular o energía renovable.

Desvincular la economía circular de los momentos de crisis

“Comprar, usar y reutilizar” es también el claim que rige en Pantala, una startup de moda sostenible que ofrece a las usuarias -por ahora solo funciona para mujeres- la posibilidad elegir prendas de un catálogo de ropa de diseño, alquilarla y devolverla al mes o, si se quiere, renovar el alquiler. Una forma ingeniosa de rotar y disponer de un armario ilimitado sin incurrir en grandes gastos ni sofocar más la industria textil. La solución, que se lanzó definitivamente al mercado el pasado de mes de junio, “está teniendo una buena acogida”, en palabras de Pilar Olmedo, CEO y cofundadora, junto a Francisco Sánchez. En cuanto al target, lo dominan las mujeres de entre 30 y 40 años aunque es en las clientes más jóvenes, “las de veintipocos, en las que observamos una mayor concienciación medioambiental”.

Otro aspecto que llama la atención a los fundadores de Pantala es la gran cantidad de comentarios que han recibido felicitándoles por la coincidencia del lanzamiento de la empresa con la crisis actual pensando que ésta va a repercutir a su favor. “A nosotros nos extraña porque es una visión cortoplacista y que no compartimos. Ni creamos esto pensando en las economías más débiles ni creemos que haya que asociar la economía circular a los tiempos de crisis. Pensamos, sencillamente, que la sostenibilidad no es una moda, sino un problema que cada vez preocupa a más gente”, dice Pilar Olmedo.

También Javier Peña, director general y científico de Elisava, Escuela Universitaria de Diseño e Ingeniería de Barcelona, insiste en desvincular el término crisis del reciclaje y la economía circular porque, en su opinión, además de responder a una urgencia medioambiental genera negocios más que rentables. Por citar algún ejemplo, refiere el de productos muy bien posicionados en el mercado de lujo como los artículos realizados con piel de cocodrilo “que no deja de ser un desecho”.

Un aeropuerto muy sostenible

Convencido de que “el reciclaje es monetizable” apunta también Peña a la necesidad de empezar a montar grandes plantas de reciclaje similares a las minas de extracción que concebimos en su momento. Un caso de éxito en este sentido se encuentra en el aeropuerto de Teruel. Además de haber conseguido numerosos premios internacionales por su innovación, se erige en referente de sostenibilidad al convertir en una de sus principales líneas de negocio el mantenimiento, la reparación y el reciclaje de aviones de todo el mundo. El aeropuerto es el único centro de reciclado de grandes aeronaves en España. 

En la misma línea, el aeropuerto de Teruel participa actualmente en el proyecto europeo H2020 Bizente, centrado en resolver el problema del fin de la vida útil de polímeros compuestos termoestables que componen las aeronaves al introducir materiales biodegradables. El objetivo de este proyecto es reducir en hasta un 40% los materiales que deben incinerarse o llevarse a vertederos. La técnica, además de aplicarse en el sector aeronáutico busca trasladarse también al ámbito de la automoción, sistemas energéticos renovables e industrial.

El aeropuerto, dirigido desde el año 2012 por el doctor ingeniero aeronáutico Alejandro Ibrahim Perera, cuenta también con el certificado de sistema de gestión de la calidad y medioambiental.

Noticias relacionadas

next
x