VALÈNCIA. El exconseller de Educación Alejandro Font de Mora acudió este miércoles a declarar, en calidad de testigo, dentro de la pieza del caso Taula que investiga las presuntas mordidas cobradas en Ciegsa, la empresa pública encargada de la construcción de colegios en la Comunitat Valenciana.
Según fuentes presenciales, el exconseller declaró, respecto a los sobrecostes de Ciegsa cifrados en un informe en más de 1.000 millones de euros, que es normal el incremento pagado. No vio raro que se pasara de un 20% de modificados en las obras en la época en la que Javier García Lliberós estaba al frente de la empresa al 100% de sobrecoste que tuvo cuando Máximo Caturla, principal imputado, sustituyó a García Lliberós.
"Era necesario construir colegios, hicimos 200", fue una de las afirmaciones de Font de Mora ante el juez. Respecto a por qué despidió a García Lliberós y nombró a Caturla, el que fuera máximo responsable de Eduación durante el primer gobierno de Francisco Camps afirmó que "alguien", no recuerda quién, le dijo que Caturla y Lliberós se llevaban mal, y que fue por ese motivo que decidió dejar al frente de la empresa al primero.
Preguntado por las diferentes irregularidades detectadas, como el incremento de un 32% en el ÍES del Cabanyal, Alejandro Font de Mora dijo que "nunca" vio informes, y que "las órdenes las deba el secretario autonómico", Caturla, al que se le había dado poderes para ello.
Sobre el informe de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO) en el que se le relaciona con una presunta financiación irregular del PPCV, aseguró no saber nada. Explicó que nunca vio ninguna irregularidad.
Fuentes cercanas al caso explicaron que Alejandro Font de Mora entró este miércoles como testigo, y así seguirá en principio, ya que no hay ninguna prueba concluyente que le vincule con el agujero de Ciegsa.