El director de gestión de Unicorp Patrimonio (Grupo Unicaja) barrunta que los inversores pueden estar empezando a rotar sus carteras desde EE UU hacia la renta variable emergente y europea
MÁLAGA. Contra pronóstico el dólar está perdiendo fuelle en las últimas semanas. A principio de año en la mayoría de quinielas de analistas y de informes especializados se apostaba por la revalorización del billete verde. Más bien parecía una certeza, sobre todo si tenemos en cuenta que las políticas del nuevo gobierno de Estados Unidos deberían prolongar la fase expansiva del ciclo económico de Estados Unidos, y sobre todo, que la FED subirá al menos tres veces los tipos de interés a lo largo de 2017.
Pero ya sabemos que una cosa son los pronósticos del mercado y otra cosa son las reacciones del mismo. Es más, a raíz de la subida de tipos de interés de la FED en la reunión de marzo, el dólar está reaccionando con correcciones. En el gráfico podemos ver que desde que se inició el año actual, el dollar index pierde posiciones. Esta semana el índice cotiza ya en niveles de soporte que son la zona de medias de largo plazo (200 y 500 sesiones) así como la directriz alcista iniciada en el verano de 2014.
Justo ese verano fue cuando comenzó la racha alcista del dólar generada por el mensaje de la FED de que comenzaría a retirar estímulos. El mercado ya comenzó a descontar que la FED tarde o temprano subiría tipos y claramente adelantó acontecimientos. Pasó 2015 y sólo se produjo una subida de tipos a final del mismo. Ocurrió algo similar en 2016 y esto sirvió para que el dollar index consolidara las subidas. Ahora sin embargo, que debería volver a subir el dólar puesto que sí que hay bastante probabilidad de que en este 2017 haya más de una subida de tipos, el dólar se deprecia. En Estados Unidos tenemos dos incertidumbres. La primera es si las políticas de Trump conseguirán acelerar el crecimiento económico o incluso, si podrán prolongar el crecimiento actual y la segunda más reciente es si realmente Trump podrá llevar a cabo las políticas que prometía en su programa electoral.
Bajo estas incertidumbres, empieza a tener más sentido nuestra visión de que los inversores pueden estar empezando a rotar sus carteras desde Estados Unidos hacia renta variable emergente y europea. En el gráfico de evolución relativa que venimos actualizando periódicamente vemos que efectivamente se está produciendo este movimiento.
Pero hay que observar que en el dólar cómo en el resto de activos, en cuanto se aprecia una corrección, los inversores toman posiciones. En el dólar se ve claramente la corrección y el nivel en el que se puede tomar posiciones. Ya empieza a haber informes y analistas que apuntan a que el euro se irá de nuevo por encima de 1,10 dólares (alguno apuna con más finura a niveles de 1,13), y esto normalmente es síntoma de que ya se puede estar acabando el movimiento.
En el siguiente gráfico podemos ver que el euro sigue encuadrado dentro de un canal bajista respecto al dólar. Este canal se mueve entre 1,00 y 1,10 estando en la actualidad cerca de la parte superior del mismo.
Por tanto, aunque sigamos apostando a que Europa puede empezar a comportarse mejor que Estados Unidos, no se puede descartar inversiones en renta variable estadounidense. El dólar está a niveles atractivos y la bolsa de Estados Unidos sigue mostrándose fuerte.
Así pues fondos de renta variable global, basado en ideas temáticas como robótica, nuevas tecnologías, infraestructuras, seguridad, agua, salud, envejecimiento de la población, consumo de países emergentes, seguirán comportándose bien a medio plazo.
Miguel Ángel Paz es director de Gestión de Unicorp Patrimonio (Grupo Unicaja)