VALÈNCIA. Seis meses han transcurrido desde que Pilar Lima se impusiera por 38 votos de diferencia a la portavoz en Les Corts, Naiara Davó, en las primarias por el liderazgo de Podem. Una distancia tan corta que arrojaba cierta incertidumbre respecto a la capacidad de la nueva coordinadora general para disponer de una alta maniobrabilidad.
Y es que, con aquel resultado, el Consejo Ciudadano Valenciano (CCV) -órgano principal de la dirección- quedaba repartido casi al 50% entre ambos sectores: 15 próximos a Lima -entre los que se encontraban miembros de la candidatura de la ex secretaria de Organización, Lidia Montero- y 14 dirigentes de la órbita de Davó y del vicepresidente de la Generalitat, Rubén Martínez Dalmau, quien había apoyado públicamente la candidatura de la portavoz de Les Corts.
Así, y puesto que quedaban otros 14 miembros del órgano por elegir que se decidirían en los siguientes meses desde los círculos locales, el control del partido quedaba en cierto modo repartido o, al menos, condicionado a lo que ocurriera en los siguientes meses.