BRUSELAS. La alarma generalizada del coronavirus ha alcanzando las instituciones europeas hasta el punto de que el Parlamento Europeo suspendiera el lunes por la tarde la apertura de la sesión plenaria, reduciéndola a un solo día, el martes. Esta medida sigue a la inicial decisión de no trasladar el pleno a Estrasburgo, como es habitual, para no desplazar a los miles de funcionarios y eurodiputados hasta la ciudad francesa por precaución.
La Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von Der Leyen, elevó hace una semana a "moderado alto" el riesgo del coronavirus, estableciendo un Centro de Coordinación de la Respuesta a Emergencias para controlar esta alarma sanitaria.
La pasada semana, el Parlamento Europeo también adoptó otras cautelas, como suspender todos los actos paralelos, que no forman parte del trabajo diario de los parlamentarios, y prohibir la entrada a los visitantes. Mientras que a los periodistas se les exige que firmen cada vez una declaración de responsabilidad de que no han viajado en las ultimas semanas a uno de los países considerados de riesgo.
"El Parlamento Europeo desea permanecer abierto y operativo, pero necesitamos tomar todas las medidas de precaución necesarias y reducir las actividades al mínimo", explicó el presidente del Parlamento, David Sassoli. La Conferencia de Presidentes acordó el lunes en una reunión extraordinaria modificar la agenda de la sesión como se expone a continuación. La sesión plenaria marzo tendrá lugar sólo el martes 10 de marzo. Los eurodiputados evaluarán con la Comisión y el Consejo la evolución del coronavirus y discutirán cómo garantizar la coordinación en la respuesta europea para mitigar el impacto sanitario, económico y social.
El presidente explicó que "la decisión de celebrar la sesión en Bruselas se tomó con el espíritu y la intención de dar continuidad al trabajo del Parlamento". Y añadió que "debemos hacer lo que esté en nuestras manos para asegurar la continuidad de las tareas legislativa y presupuestaria, las decisiones para luchar contra el COVID-19, así como el apoyo al empleo y la economía, muy afectados en estos momentos". Para concluir, señaló que "debemos honrar nuestro mandato parlamentario y rendir homenaje a todos aquellos en Europa y en todo el mundo que están llevando a cabo su deber diario de contener la expansión de la enfermedad".
A ello se suman otras medidas tomadas por el Consejo Europeo, también hace unos días, como suspender las visitas y minimizar las reuniones. Fue un caso de contagio el que alarmó al Consejo en Bruselas provocando la cancelación de la reunión de los EU27 embajadores (Coreper) después de que se descubriera un caso positivo en coronavirus. Todos los embajadores fueron llamados a hacerse la prueba si se sienten mal y a ponerse en cuarentena durante un periodo de dos semanas en caso de dar positivo.
No obstante, no fue uno de los embajadores el que se contagió, sino un oficial de migración que trabaja en el Consejo y con quien los embajadores se habían reunido durante cuatro días para discutir sobre la crisis Grecia-Turquía. Un email interno avisaba de que "cualquiera que hubiese estado en contacto cercano -por lo menos durante 15 minutos y a una distancia de menos de dos metros con esta persona- debía ser identificado". Y añadía que el Consejo estaba “cerrando las áreas de trabajo en las que esta persona había estado presente para limpiarlas debidamente”. Al resto de embajadores les aconsejaba volver a casa y seguir el protocolo médico.
Con la cifra actualizada de 35 muertes por coronavirus en toda la Unión Europea y países vecinos, hace una semana la Presidenta Ursula von Der Leyen presentó a un equipo de cinco comisarios que coordinarán la respuesta de emergencias ante esta alarma sanitaria mundial, al tiempo que negaba cualquier relación con la guerra comercial entre Estados Unidos y China.