análisis

El cobre, activo táctico e inversión temática

6/11/2020 - 

MADRID. ¿Cuál es el secreto detrás de la eterna juventud de Lady Liberty erguida en Nueva York durante más de un siglo? ¿Qué hace que capee todas las tormentas para seguir sosteniendo en alto la antorcha de la iluminación? Los historiadores nos dicen que es el mismo elemento dinámico que los humanos han utilizado por más de diez mil años, es decir, el cobre. 

Por lo tanto, no es sorprendente que los franceses fuesen muy conscientes de que el cobre sería el elemento ideal para la capa exterior de la Estatua de la Libertad -ya que es liviano, resistente a la oxidación y fuerte, pero de fácil moldeo-, cuando la realizaron como un regalo a los EE UU en 1886. Hoy en día, el cobre es considerado un barómetro de la economía global y es utilizado extensivamente en dispositivos electrónicos, en el suministro y almacenamiento de electricidad, el transporte, las comunicaciones y el sector manufacturero.

El cobre prevalece en tres áreas clave de la movilidad eléctrica: el almacenamiento de energía, la infraestructura de carga y la producción de vehículos. Según el International Copper Study Group (ICSG), los vehículos eléctricos (VE) utilizan aproximadamente cuatro veces más de cobre que los automóviles con motores de combustión interna. La firma Wood Mackenzie espera que las ventas mundiales de vehículos eléctricos aumenten, para 2040, del 5% del total de los automóviles vendidos en la actualidad, al 50%. Por lo tanto, es de esperar que esta revolución tecnológica revitalice la demanda del metal rojo. Asimismo, los vehículos eléctricos podrían cuadruplicarla durante los próximos siete años (ver el Gráfico 1 a continuación).

Las ciudades inteligentes están empleando nuevas soluciones de tecnología de la información para resolver problemas urbanos de vivienda, transporte, energía y gobernanza. Los ejemplos de aplicaciones de ciudades inteligentes abarcan al despliegue de semáforos inteligentes que utilizan análisis predictivos para mejorar el flujo del tráfico, edificios inteligentes que mejoran la eficiencia energética, la seguridad y la protección y el desarrollo de la conectividad a Internet 5G que promueve la economía de Internet de las cosas -un estado en el que varios dispositivos inteligentes están interconectados-. 

La conductividad eléctrica, la eficiencia energética y la ductilidad del cobre, lo hacen ideal para todas las aplicaciones eléctricas y electrónicas que desarrollan la infraestructura de una ciudad inteligente. Desde las redes inteligentes hasta los sistemas de aire acondicionado, pasando por la infraestructura de carga de vehículos eléctricos y las fibras ópticas 5G, se espera que la demanda de cobre crezca para permitir el desarrollo y el funcionamiento eficiente de las ciudades inteligentes (ver Gráfico 2).

La fuerte conductividad que caracteriza al cobre, lo convierte en un componente indispensable para los sistemas de generación de energía renovable, como son los generadores solares, eólicos e hidroeléctricos, para lograr una eficiencia óptima en la generación y transmisión de energía.

El cobre ayuda a reducir las emisiones de CO2 y reduce la cantidad de energía necesaria para producir electricidad. Según la Agencia Internacional de Energía (AIE), el mundo incrementará en casi 200 GW la capacidad de electricidad renovable en 2021, en comparación a un poco más de los 50 GW incorporados en 2007. Para que el crecimiento esperado del mercado de energía renovable tome forma (ver Gráfico 3), se requerirán mayores cantidades de cobre.

Cuando se trata de sostenibilidad, hay dos preguntas que hacerse: ¿hay suficiente cobre en la Tierra para satisfacer la creciente demanda? El uso del cobre: ¿es bueno para el medio ambiente? La respuesta a ambas preguntas es un rotundo sí. Según la International Copper Association (ICA), el mundo siempre ha tenido, en promedio, 40 años de reservas de cobre desde la década de 1950. 

En la Encuesta Geológica de EE.UU de 2019, se estima que las reservas mundiales de cobre ascienden a los 830 millones de toneladas, los recursos de cobre en exceso, a los 5.000 millones de toneladas, mientras que el uso anual de cobre, se sitúa en el entorno de los 28 millones de toneladas. Además, el cobre se puede reciclar varias veces sin perder sus propiedades físicas, al punto que se recicla alrededor de 1/3 de todo el cobre que se utiliza en la actualidad.

Déficit de suministro

En términos de rentabilidad, el cobre ha estado llevando la posta en los metales industriales desde que la recuperación de los activos cíclicos se aceleró en marzo. Esto se debe en parte a la interrupción de la producción causada por la covis-19 en países mineros clave como Chile, lo cual acentuó el déficit de suministro durante el primer semestre del año (según el ICSG). Pero también se debe a que los metales industriales con perspectivas a largo plazo, se benefician de los vientos de cola tanto cíclicos como estructurales. 

El cobre no sólo es atractivo como un activo táctico que se valoriza en una recuperación económica cíclica, sino que también amerita clasificarlo como una oportunidad de inversión temática, debido a que tiene el potencial de inducir un futuro sostenible.

Mobeen Tahir es director asociadovde WisdomTree

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