debate en casa mediterráneo

El cine en el Mediterráneo visto desde la perspectiva de género: en busca de la igualdad real

29/09/2018 - 

ALICANTE. Casa Mediterráneo ha sido el anfitrión durantedos días un evento realizado por la SouthMed Wia (Women in Audiovisual in theSouthern Mediterranean). El proyecto SouthMed Wia está cofinanciado por la Unión Europa y busca analizar los prejuicios de genero existentes en el sector audiovisual de siete países del Sur del Mediterráneo: Argelia, Egipto,Jordania, Líbano, Palestina y Túnez. Tras un primer evento realizado en Beirut,el segundo se ha realizado en Alicante en donde los asistentes han podido participar en un taller donde se han abordado diversos temas de la producción audiovisual (producción, distribución....) observados desde una perspectiva de género. Estas jornadas las cerró una mesa redonda titulada Retos pendiente sen la igualdad de género en el sector audiovisual del Mediterráneo donde el público asistente pudo escuchar las opiniones y experiencias de mujeres conectadas con el mundo audiovisual de Egipto, Líbano y España. 

En el debate estuvieron Dima Al-Joundi, productora y directora de cine, Pilar Perez Solano, también productora,guionista y directora además de miembro del CIMA (Asociación de Mujeres Cineastas y Medios Audiovisuales) y Fayrouz Karawya, cantante, doctora y activista cultural. Les acompañaban en la mesa Mercedes Giovinazzo, directora de la Fundación Interarts e Ignasi Guardans, que ejerció de moderador de la misma. 

La mesa se inició con una breve introducción de Javier Hergueta, director de Casa Mediterráneo, donde recordó que uno de los principales objetivos de la institución es abordar la igualdad de genero como se ha demostrado con el proyecto Residencias creativas: mujeres escritoras del Mediterráneo sur y el encuentro con directoras del Mediterráneo celebrado en junio y que se repetirá el año que viene. Ignasi Guardans inició el debate abordando un doble problema: el difícil acceso que la mujer tiene a los puestos de trabajo en el mundo audiovisual y luego el mensaje que ese mismo mundo sobre la figura femenina. “No es un problema de la mujer en el cine, es un problema de la mujer en la sociedad”, apuntó Guardans.

 Mercedes Giovinazzo habló desde su perspectiva de su trabajo en la fundación Interarts donde están trabajando para que las mujeres puedan participar en proyectos audiovisuales en el sur del Mediterráneo y que se acabe creando una red de profesionales por toda esa zona.“Hemos logrado más de 800.000 euros a varios proyectos y en todos ellos destaca un alto nivel de profesionalidad”, destacaba Giovinazzo. También destacó que es importante que haya una colaboración entre los países del Sur del Mediterráneo,más allá de una colaboración norte-sur, una alianza sur-sur. A este respecto DimaAl-Joundi opinó que para ella como productora libanesa era más fácil buscar una coproducción con París que con cualquier país del Magreb. 

Al-Joundi cree que hay que derribar prejuicios desde la infancia poniendo el foco en las madres para que eduquen a hombres desde una perspectiva igualitaria. Aun así piensa que el machismo en el mundo audiovisual también es una cuestión de poder. A ella como productora los hombres la pueden respetar porque maneja el dinero y es quien paga, peor lo tienen las mujeres con trabajos más técnicos que son habitualmente ninguneadas por los hombres. 

La mesa puso el foco en una tarea vital para el acabado final de una película como es el trabajo del director de fotografía. Dima Al-Joundi recordó que sólo una mujer libanesa trabaja como directora de fotografía lo que llevó a recordar el caso de la estadounidense Rachel Morrison que, como recordó Guardans, este año se convirtió en la primera mujer nominada a los Premios Óscar como directora de fotografía. En España y Europa los pasos de las mujeres siguen siendo difíciles. Aunque los problemas respecto a los países del sur del Mediterráneo son diferentes siguen existiendo complicaciones. De tanto surgen noticias positivas como la creación de una asociación de mujeres directoras de fotografía, la firma del Festival de San Sebastián de la Carta por la Paridad y la Inclusión de las Mujeres en el Cine o la elección de Teresa Medina como presidente de la AEC ( Asociación Española de Autores de Obras Fotográficas Cinematográficas). 

Pasos positivos pero, hasta cierto punto,“cuestiones testimoniales”, como argumenta Pilar Pérez Solano. Aunque los números son fríos dejan bien claro la existencia de un problema endémico. 

En 2016 de las 52 películas producidas por las televisiones (TVE, Antena 3 y Telecinco) sólo nueve fueron dirigidas por mujeres. El año pasado las guionistas de ficción bajaron cinco puntos respecto al anterior y en el campo de la animación, tanto en dirección como guión, su existencia es prácticamente inexistente. El poder vuelve a hacer acto de presencia ya que la mayoría de productores ejecutivos son hombres haciendo que la visión masculina en las obras audiovisuales prevalezca sobremanera. 

La falta de creación de modelos para la sociedad es un problema ya que “la mirada femenina es necesaria porque somos la mitad de la sociedad”, reivindica Pérez Solano, ganadora de un Premio Goya por su documental Las maestras de la República. 

La egipcia Fayrouz Karawya puso el foco en el ambiente represivo (político, social o religioso) que suele haber contra las mujeres en algunos de los países del Sur del Mediterráneo. El acoso sexual que las mujeres egipcias sufren a diario hace que muchas mujeres tengan miedo de coger el metro o ir por la calle. Aunque gracias a Internet y las redes sociales esto está cambiando ya que se puede denunciar en el instante evitando la manipulación informativa. 

Respecto al mundo audiovisual, poco a poco, las mujeres son, según Dima Al-Joundi, “más y tienen más calidad en su trabajo”aunque se sorprendió por las bajas estadísticas de trabajo de las mujeres españolas en el campo audiovisual. Pilar Pérez Solano fue menos optimista argumentando que una mujer directora pocas veces tiene la oportunidad de llegar al presupuesto medio de una película algo que sólo logran tres o cuatro directoras consagradas. “Sólo pedimos la igualdad real”, sentenció Pérez Solano. 

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