Un individuo arrolló con un coche a una multitud en el puente londinense de Westminster, causando la muerte de tres personas. Después estrelló el vehículo contra las rejas que rodean el Parlamento y apuñaló mortalmente a un policía antes de ser abatido por otros agentes
LONDRES (EP). Al menos cinco personas han muerto, incluido del autor, y 40 han resultado heridas a causa del ataque terrorista que un hombre llevó a cabo el miércoles por la tarde contra el Parlamento británico, de acuerdo con el último balance oficial.
La primera ministra, Theresa May, compareció brevemente ante los medios de comunicación para aclarar el relato de lo que no ha dudado en calificar de "ataque terrorista", si bien ha subrayado que "los detalles completos" no se conocerán hasta que las investigaciones avancen.
"Puedo confirmar que se trata de un único atacante que condujo su coche contra los peatones en el puente de Westminster" y que después "corrió hacia el Parlamento" armado con un cuchillo, ha contado la jefa de Gobierno.
Los agentes de Policía encargados de proteger la sede legislativa interceptaron al "terrorista" muy cerca de la entrada y dispararon contra él hasta matarle, aunque antes logró apuñalar a varios uniformados, uno de los cuales ha fallecido.
El máximo responsable de la unidad antiterrorista de la Policía británica, Mark Rowley, que compareció al filo de la medianoche para actualizar los datos, detalló que el agente fallecido es Keith Palmer, de 48 años de edad y con 15 de servicio, "marido y padre".
Rowley informó de que otras tres personas perdieron la vida, lo que eleva a cinco las víctimas mortales, incluido el autor del ataque, a las que se suman unos 40 heridos, entre los que hay tres uniformados.
Este ataque terrorista, como lo ha calificado Downing Street, se produjo con May y varios miembros de su equipo en el Parlamento. La premier fue evacuada, pero las demás personas que estaban en el interior, unas 500, quedaron confinadas.
Una vez abatido el atacante y consolidado el perímetro de seguridad, ya que en cierto momento se temió que hubiera un segundo terrorista, las fuerzas de seguridad desalojaron Westminster y poco a poco se fueron reabriendo los accesos.
"Creemos que el atacante se vio inspirado por el terrorismo internacional" y que tendría nexos islamistas, manifestó Rowley, que incluso sugirió que las fuerzas de seguridad ya le han identificado, aunque rehusó compartir estos datos por ahora.
"Nuestra investigación continúa y está avanzando a gran velocidad", reveló. "Trabajaremos durante toda la noche", añadió. La propia May anticipó horas antes que Rowley daría varias ruedas de prensa a lo largo de la madrugada.
La premier británica sostuvo que "el objetivo de este ataque no es casual". "El terrorista eligió atacar el corazón de nuestra capital, donde gente de todas las nacionalidades, religiones y culturas se une para celebrar los valores de la libertad y la democracia", enfatizó.
Señaló que eligió atacar Westminster, "el Parlamento más antiguo del mundo", que representa "los valores de la democracia, de la libertad, de los Derechos Humanos y del Estado de Derecho", lo que lo ha convertido en objetivo de quienes pretenden acabar con ellos.
"Cualquier intento de derrotar estos valores mediante la violencia y el terror está destinado al fracaso", aseveró. "Mañana por la mañana el Parlamento se reunirá como siempre", añadió, "y los londinenses seguirán con sus vidas. Nunca nos rendiremos".
El gabinete de seguridad decidió mantener el nivel de alerta antiterrorista en "grave" y, a pesar de que May llamó a los británicos a seguir con su rutina, el Gobierno de Londres anunció un despliegue especial de seguridad.
"Los londinenses deben saber que desde esta noche en nuestras calles habrá policías adicionales, tanto armados como desarmados, para mantener a todos los londinenses y a quienes visitan nuestra ciudad seguros", dijo el alcalde capitalino, Sadiq Khan.
El Parlamento aclaró en las redes sociales que este jueves retomará sus funciones, tanto en la Cámara de los Comunes como en la Cámara de los Lores. Esta noche el edificio de Westminster se iluminó, en un síntoma de normalidad.