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El as en la manga de Estañ: los documentos no obligan a que el relevo de Montiel deba ser mujer

24/07/2017 - 

VALÈNCIA. Para resolver los embrollos que se enquistan, hay veces que la letra pequeña resulta determinante. Un ejemplo de ello es cómo recoge el documento organizativo de Podemos en la Comunitat la exigencia de paridad en los cargos representativos. Una redacción genérica que permitirá a la nueva dirección del partido morado en la autonomía resolver el sudoku de designar a un nuevo síndico del grupo parlamentario en Les Corts sin llegar a encorsetarse en una única opción. 

Los días posteriores al Vistalegre valenciano sobrevoló en la formación morada el debate sobre quién relevaría al síndic de Podemos en Les Corts, Antonio Montiel. La candidatura ganadora de los críticos y anticapitalistas -Una Marea per Aprofundir el Canvi-, que confluyeron para este cónclave autonómico, había sido muy crítica con la gestión del actual portavoz del grupo parlamentario y con las exigencias al Consell durante estos dos primeros años de legislatura del Botànic.

Así, la diputada autonómica y responsable de Educación de la formación morada, Sandra Mínguez, figuraba como favorita para suceder al actual portavoz del grupo. Pero en los días inmediatamente posteriores aparecieron dudas. En concreto, cuando el secretario general, Antonio Estañ, definió una primera propuesta de Consell de Coordinació, órgano ejecutivo de 16 personas que se conformó el pasado fin de semana y del que salía elegida Lidia Montero como secretaria de Organización.

La diputada de Podemos en Les Corts, Sandra Mínguez. Foto: EVA MAÑEZ

Fuentes del grupo parlamentario apuntaban entonces que el debate estaba abierto ante las reticencias de la diputada a aceptar el cargo. Una circunstancia que reducía considerablemente las opciones para cumplir con el precepto de que hubiera un binomio hombre-mujer en la Secretaría General y la portavocía en Les Corts. César Jiménez, uno de los diputados más afines a Estañ, cobraba fuerza para llevar la voz de la formación morada en el próximo curso político; es, junto a Mínguez y el anticapitalista Daniel Geffner, el único diputado que formó parte de la candidatura del actual secretario general. La cuestión de la paridad, no obstante, surgía como impedimento para colocar a Jiménez en la portavocía del grupo parlamentario. 

Sin embargo, no todo es blanco o negro, sino que en los detalles del propio documento organizativo resultante de la II Asamblea Ciudadana Valenciana está la solución. Estañ tiene un 'as en la manga' para que la alternativa de Jiménez -u otro portavoz, sin necesidad que sea mujer- pueda salir adelante sin problemas. El texto de Una Marea per a Aprofundir el Canvi no fija en ninguno de los epígrafes que el secretario general del partido y la persona que ocupe la sindicatura del grupo parlamentario deban ser de géneros opuestos. 

El único matiz que determina respecto a la paridad en los cargos orgánicos resuelve que las portavocías estarán conformadas por "la Secretaría General junto a 1 ó 3 personas más elegidas por el Consejo Ciudadano Valenciano (CCV) de entre sus propios miembros. Su composición, sumando a la persona que ocupe la Secretaría General, será como mínimo del 50% de mujeres". 

Antonio Estañ, Cristina Cabedo, Daniel Geffner y César Jiménez. Foto: CORTS

Con esta redacción, los diputados en les Corts de Podemos que dirigen la formación tienen vía libre para pensar en otras caras -además de en Mínguez- para ser su voz en la cámara o para activar la solución de Jiménez. Desde las filas moradas, de hecho, advierten que todavía quedan portavocías por nombrar en el CCV -entre una y tres-. "La paridad puede darse entre ellas y no necesariamente entre secretario general y portavoz del grupo parlamentario", matizan a Valencia Plaza.

Esta coyuntura "deja la puerta abierta", señalan fuentes de Podemos consultadas por este diario, a que secretario general y el síndic de la formación morada sean ambos hombres y la paridad se dé entre las tres voces que respalden a Estañ en el CCV, quien desde el principio planteó la necesidad de conformar una dirección coral. Así, esta fórmula no exigirá paridad entre los cargos más visibles de Podemos. Es la opción de Estañ para desencallar su principal escollo orgánico desde que accedió a la secretaria general.

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