ALICANTE (EFE). El alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri (PSPV-PSOE), ha prestado declaración durante diez minutos como investigado por un supuesto delito de prevaricación en relación al despido de la cuñada del portavoz municipal del PP, Luis Barcala.
Según fuentes jurídicas, Echávarri se ha ratificado en la declaración que ya prestó a finales de octubre en fiscalía, donde negó que la decisión respondiera a una venganza contra el líder de la oposición.
El primer edil ha llegado a la sede judicial acompañado por su guardaespaldas, su jefa de prensa y su jefe de gabinete, y ha rehusado hacer declaraciones ante los medios de comunicación sobre las 9.15 horas.
Ha accedido al juzgado de Instrucción 2 en torno a las 9.35 y ha abandonado la sede judicial diez minutos más tarde sin realizar declaraciones a los medios de comunicación.
Fuentes municipales han emplazado a los periodistas a una comparecencia posterior en el ayuntamiento, sobre las 11.30 horas, para valorar el interrogatorio judicial.
Echávarri está también procesado junto a dos asesores municipales en otra causa judicial por el presunto fraccionamiento de contratos en la Concejalía de Comercio por presuntos delitos de prevaricación y usurpación de funciones.
En cambio, su comparecencia de hoy ante la titular del juzgado de Instrucción 2 de Alicante, Patricia Romero, guarda relación con el despido de Catalina Rodríguez, una funcionaria interina de la Concejalía de Cultura que es cuñada del líder de la oposición.
Tras el alcalde comparecerá ante la magistrada, igualmente en calidad de investigado (término que sustituye al de imputado tras una reforma legal), el concejal de Recursos Humanos, el también socialista Carlos Giménez.
