MADRID (EP). El ajuste de la red de oficinas bancarias en España anunciado por Banco Santander y CaixaBank para este año, que asciende a un total de casi 2.000 sucursales, acerca algo más el ratio de oficinas por habitante en España a la media europea, informaron a Europa Press en fuentes financieras.
En concreto, el Santander ha anunciado su intención de reducir 1.150 oficinas y de aplicar un Expediente de Reducción de Empleo (ERE) sobre más de 3.700 trabajadores para redimensionar su red tras la absorción de Banco Popular. De su lado, el ERE de CaixaBank afectará a 2.023 empleados e implicará la clausura de 800 oficinas.
Tras los diversos procesos de ajuste y concentración, España había reducido la densidad de la red bancaria de oficinas hasta poco más de 600 sucursales por cada millón de habitantes a finales de 2018 desde las más de 1.000 que existían durante los peores años de la crisis financiera, según un estudio realizado por la consultora McKinsey.
A pesar de la reestructuración que ya se ha acometido, los bancos españoles todavía cuentan con la red más densa de toda Europa y Norteamérica.
De hecho, le separan más de un centenar de oficinas por millón de habitantes del segundo país que mayor red tiene, que es Portugal, de acuerdo con el estudio, centrado en cómo la banca debe adaptarse para sobrevivir en un entorno con unas nuevas reglas de juego.
Países Bajos, que cuenta con 99 oficinas por cada millón de habitantes, es la zona con la red bancaria menos densa, seguido de Reino Unido, donde hay 153 sucursales por cada millón de personas.
Justo por detrás se sitúan Canadá (161 por cada millón de habitantes), Suecia (183), Finlandia (192), Dinamarca (196), Grecia (213), Estados Unidos (306), Alemania (358), Italia (486) y Portugal (725).
Según McKinsey, la tasa de reducción de las sucursales suele estar vinculada a la disposición de los clientes para comprar productos bancarios por Internet o en sus propios dispositivos móviles.
De hecho, el 80% de los clientes bancarios en los países nórdicos están abiertos a la contratación online de productos financieros, en comparación con el 50% de los usuarios en los países del Sur de Europa.
Para la consultora, los bancos deben necesariamente reaccionar de forma "audaz" a los cambios en las preferencias de sus clientes, de manera que tienen que establecer objetivos de ventas por canales digitales y alentar a los clientes menos motivados a hacer el cambio. "Esto requiere de mayor disciplina e inversiones", subraya.
Los bancos en mercados como los países nórdicos y Reino Unido han reducido la cantidad de clientes que utilizan sucursales hasta en un 60% tras realizar el cambio de enfoque sobre cómo atender a los usuarios de oficinas y desviarlos hacia otros canales.
También cree que es necesario un marketing digital "más sofisticado", con ofertas personalizadas en tiempo real, ya que la mayoría de los clientes busca ya información sobre productos financieros en Internet, pero "pocas" entidades son "efectivas" en convertir estas consultas en ventas reales.
Por tanto, la banca minorista se encuentra en una etapa de punto de inflexión, mientras que McKinsey prevé que el ritmo de cambio se acelerará significativamente en los próximos tres a cinco años.
"El éxito dependerá de la claridad en la dirección y de la velocidad y la agilidad en la ejecución. Los bancos que realicen estos cambios a tiempo lograrán una posición ganadora en sus mercados y comenzarán a competir a través de las fronteras", indica.
Hasta la crisis financiera de 2007, el crecimiento de los depósitos de los bancos minoristas estaba estrechamente ligado al tamaño de su red de sucursales.
No obstante, esta relación se ha debilitado durante la última década. Según el informe realizado por McKinsey, los depósitos de los 25 bancos minoristas más grandes de Estados Unidos se han más que duplicado (+210%) en los últimos diez años, mientras que su presencia conjunta en términos de oficinas ha caído en un 15% durante el mismo periodo.
"Esta correlación inversa es aún más nítida para los cinco principales bancos estadounidenses, que redujeron sus sucursales en un 15% y experimentaron un aumento de los depósitos de 2,6 veces (+257%)", detalla la consultora.