VALÈNCIA. El adelanto electoral decretado por Ximo Puig para que los comicios autonómicos coincidan con los generales del 28 de abril tendrá consecuencias que, quizá, no se consideraron en el momento de dar este paso adelante. Algunas, nada triviales, como, por ejemplo, los apretados plazos que han quedado a Les Corts para designar a los senadores territoriales de la Comunidad Valenciana: apenas cinco días con un fin de semana de por medio.
Unos tiempos que dejan en el limbo que los representantes valencianos lleguen a ser nombrados el día de la constitución de la Cámara Alta y, por consiguiente, que puedan quedarse fuera de la Mesa de esta institución. Un escenario que afectaría, especialmente, al socialista Joan Lerma, que durante dos legislaturas ha formado parte de este órgano y es quien a priori tendría más probabilidades de continuar. Hasta el momento es vicepresidente segundo del Senado.
El principal inconveniente de haber hecho coincidir las elecciones generales y autonómicas es que los tiempos de las instituciones estatales y autonómicas van prácticamente solapados y esto complica algunos trámites o, en su defecto, obliga a acelerarlos como nunca antes se había hecho.
Para entender el embrollo, basta con atender al calendario. El próximo 21 de mayo deberá constituirse el Senado. En esa jornada, tal y como indica el Reglamento de la Cámara Alta, se formará la Mesa de la institución de forma interina que presidirá el senador más longevo para organizar la sesión plenaria, tomarán posesión todos los senadores de cada grupo parlamentario, y se votará la composición de la Mesa definitiva que estará formada por un presidente, dos vicepresidentes y cuatro secretarios. Ya en los días posteriores se crearán las comisiones parlamentarias correspondientes que deban estar en marcha a lo largo de la legislatura.
En este punto, conviene apuntar que para que cualquier senador pueda formar parte de la Mesa de la Cámara, haya sido electo por circunscripción en las urnas o por designación territorial, deberá haber tomado posesión del acta presentando previamente la credencial expedida por la correspondiente Junta Electoral Provincial, en el primer caso, o por el Parlamento Autonómico, en el segundo. Sin ello, no podrían entrar en las quinielas de los elegibles. He ahí el problema con los senadores territoriales valencianos.
El decreto de disolución del Parlamento valenciano y convocatoria electoral firmado por Puig el pasado 4 de marzo, fija que las nuevas Corts Valencianes se constituirían el próximo 16 de mayo, jueves. Por lo que la Cámara valenciana tan solo tendría desde ese mismo 16 de mayo hasta el 20 de ese mismo mes para designar a sus representantes autonómicos con todos los trámites que ello conlleva y que, en legislaturas pasadas, han tardado casi dos meses en resolverse.
Para que diese tiempo a que los senadores valencianos tomasen posesión el día 21 de mayo y, por consiguiente, pudieran ser elegidos miembros de la Mesa -como fue el caso de Joan Lerma en dos legislaturas seguidas- el día 16 de mayo debería constituirse la Mesa de Les Corts, definirse los grupos parlamentarios, que éstos eligieran a sus respectivos síndics, nombrar a los portavoces adjuntos de cada formación y elegir también a los coordinadores de grupos.
El 17 de mayo, los grupos parlamentarios deberían haber elevado a la recientemente constituida Mesa de Les Corts las propuestas de senadores territoriales. El órgano, por tanto, debería reunirse para analizar los nombres; elaborar un informe de incompatibilidades e inelegibilidad de cada uno de ellos como fija la Ley de designación de Senadores Territoriales de la Comunidad Valenciana; aprobar que todos son válidos para el cargo, y publicar las candidaturas en el Boletín Oficial de Les Corts Valencianes (BOCV).
Entre ese mismo viernes y el lunes siguiente, 20 de mayo, tendrían que conformarse las comisiones parlamentarias o, al menos, la de Estatuto de los Diputados, que es donde la legislación establece que los senadores territoriales deben comparecer previamente para demostrar su "idoneidad" para el puesto que permita que posteriormente se someta su candidatura a votación en dicha comisión. Una vez los candidatos hayan comparecido, se debería proceder a la votación en comisión y elevar la propuesta al pleno.
Con todo, el mismo día 20 de mayo, lunes, debería celebrarse el primer pleno parlamentario de la legislatura para proceder a la votación de los senadores territoriales. No se necesitará que ninguno reúna una mayoría parlamentaria específica, pues tan solo con un voto de diferencia sería electo.
Esto es porque la ley d'Hont, en función de los resultados que haya obtenido cada partido en la noche electoral -representación en la Cámara- y teniendo en cuenta cuántos senadores territoriales corresponde a la autonomía por su peso poblacional, establece cuántos representantes les pertenecen a cada formación política.
Así, podría suceder, por ejemplo, que al PP le correspondieran dos, al PSPV uno, a Compromís uno, y a Ciudadanos otro, pero a Podem y Vox ninguno. En este hipotético escenario, ninguno de los candidatos deberá obtener ninguna mayoría, porque simplemente bastará con que su grupo parlamentario le haya propuesto; siempre y cuando, eso sí, a su grupo le corresponda el nombramiento de un candidato.
Con todo, realizar todos estos trámites en apenas tres días hábiles resulta prácticamente obra de un milagro. Pero de no acometerse, ningún senador valenciano tomará posesión de su acta el día que se constituya la Cámara Alta -deberá hacerlo más adelante cuando sea nombrado-, pero tampoco podrá estar en la Mesa del Senado si en la jornada del 21 no se halla ya en la sesión plenaria que se celebre. Un importante bache en el camino para todos los candidatos pero, especialmente, para Lerma, que durante dos mandatos ha logrado situarse en este órgano.
En estas nuevas elecciones, la Comunidad Valenciana tan solo podrá designar a cinco senadores territoriales, ya que el peso poblacional de la autonomía ha bajado de cinco millones. Esto es, a cada comunidad autónoma le corresponde un senador territorial de inicio, más otro por cada millón de habitantes que tenga. Al no llegar a los cinco millones de valencianos, la Comunitat tendrá el senador de inicio y cuatro más (uno por cada millón).
Así, aunque es probable que hasta 6 partidos tengan representación en la Cámara (PPCV, PSPV, Compromís, Ciudadanos, la confluencia Unides Podem-EUPV y Vox), tan solo se podrá designar a cinco senadores y no a seis como en la legislatura pasada.