En una moción aprobada por 397 votos a favor, con 85 en contra y 196 abstenciones, los eurodiputados ponen de manifiesto el rechazo a la estrategia de Rabat y afean que pusiera en riesgo las vidas de miles de menores para responder al gesto de España de atender al líder del Frente Polisario, Brahim Ghali.
La moción conjunta de populares, socialistas, liberales y verdes lamenta el empeoramiento de la crisis diplomática y política que "socava la estrategia multidimensional y las relaciones de vecindad privilegiadas entre Marruecos, la Unión Europea y sus Estados miembros".
El texto ha recibido el apoyo de los eurodiputados de PP, PSOE, Ciudadanos y Podemos, mientras que Vox, que se ha desmarcado de la iniciativa al entender que respalda el "relato" del Gobierno español y promover "la separación de los menores de sus familias", ha optado por abstenerse.
Los eurodiputados defienden la vía diplomática para abordar las desavenencias entre Madrid y Rabat y piden rebajar las tensiones, así como retomar el diálogo constructivo en el seno de la asociación UE-Marruecos.
La resolución insiste en el mensaje de que Ceuta es una frontera exterior de la UE, cuya protección y seguridad concierne al conjunto de la Unión, por lo que expresa su solidaridad con los ciudadanos de Ceuta y con las fuerzas de seguridad españolas. Además, agradece la reacción de la agencia Frontex ofreciendo apoyo a las autoridades españolas para gestionar el reto migratorio y demanda a la Comisión Europea financiación adicional para acoger a los menores no acompañados.
No todo son críticas a Rabat, los eurodiputados también valoran positivamente el anuncio del reino alauí de facilitar la vuelta de todos los menores no acompañados identificados que hayan cruzado a territorio europeo de forma ilegal. En este sentido, demandan cooperación a España y Marruecos para lograr la repatriación de los niños y devolverlos a sus familias, siguiendo los estándares internacionales en beneficio de los menores.
Eso sí, con respecto al conflicto del Sáhara Occidental, detonante de la crisis entre Marruecos y España, el Parlamento Europeo reitera la posición "consolidada" de la UE, recalcando que está en línea con el Derecho Internacional y las resoluciones de Naciones Unidas. Y pone el foco en que solo un proceso político liderado por Naciones Unidas puede lograr una solución duradera, pacífica y mutuamente aceptable al problema.