VALÈNCIA. La portavoz del PP en Les Corts Valencianes, Isabel Bonig, anunció este lunes que su grupo parlamentario había registrado una proposición de ley para eliminar el artículo 9 de la ley de Tasas que el parlamento valenciano aprobó el pasado mes de diciembre. La motivación principal de esta propuesta es eliminar el impuesto a los residuos que PSPV, Compromís y Podemos aprobaron en la ley de Acompañamiento a las cuentas de la Generalitat de 2018.
Una maniobra que pretende un doble efecto: además de evidenciar la oposición férrea de los populares a este tributo, la operación ahondaría en la brecha que existe entre PSPV y Podemos desde que éstos se abstuvieron a la enmienda a la totalidad del PP a la ley de Acompañamiento de 2018. Es decir, los socialistas manifestaron 20 días después de validarse este gravamen, que estudiarían la introducción de bonificaciones de hasta el 90% para el sector azulejero.
El anuncio lo realizó el president de la Generalitat, Ximo Puig, en una visita a Castellón para reunirse con el sindicato Ascer y pilló por sorpresa a la formación morada que dirige Antonio Estañ, que días después pedía explicaciones a su socio parlamentario del Botànic puesto que el texto aprobado no se contemplaban bonificaciones de ningún tipo. Además, acusó al PSPV de estar plegado a los intereses empresariales y de no velar por el interés de los ciudadanos.
Una acusación ante la que los del puño y la rosa respondieron que Podemos quiso "forzar la máquina" con la aprobación de este impuesto. "Cuando él -Estañ- habla, habla de unas personas, y los demás lo hacen de otras", esgrimió para defenderse el portavoz del PSPV Manolo Mata. Pero no sólo los socialistas se zafaron de este envite, sino que también Compromís intercedió en este cruce de reproches. El portavoz de la coalición valencianista, Fran Ferri, aseguró que en la aprobación de este impuesto se había cometido un error: no contemplar bonificaciones.
Con este escenario de hándicaps que los partidos que sustentan el Botànic hallaron en este tributo pocos días después de haberlo validado, ponían sobre la mesa la necesidad de introducir bonificaciones. Una cuestión en la que van a trabajar durante el primer semestre de 2018. Sin embargo, los socialistas avanzan a Valencia Plaza que no votarán a favor de la proposición de ley del PP que elimina por completo este tributo.