VALÈNCIA. Los resultados electorales de las elecciones autonómicas del pasado 28 de abril dieron una victoria al bloque de izquierdas en la Comunidad Valenciana que permitirá la reedición de un gobierno del Botánico. Un triunfo buscado por el socialista Ximo Puig -quien a priori presidirá el futuro Ejecutivo- al adelantar la cita en las urnas apenas un mes para hacerlas coincidir con las generales, pero que también tendrá consecuencias negativas: ningún senador territorial valenciano llegará a tiempo de ser designado antes de que se constituya el Senado el próximo 21 de mayo. "No tiene solución", lamentan desde las filas socialistas.
Cuando el pasado 4 de marzo el jefe del Consell decidió adelantar las elecciones, nadie calculó que si se hacía coincidir ambos comicios, el calendario dejaba poco margen de maniobra -por no decir nulo- para que Les Corts Valencianes eligieran a sus representantes territoriales en la Cámara Alta de manera que pudieran tomar posesión junto al resto de senadores.
Pero más allá de la consiguiente invisibilidad que ofrecerá la situación a los senadores territoriales valencianos, esta circunstancia también les impedirá, a priori, poder ocupar cualquier cargo en la Mesa de la institución. Un escenario que afecta, especialmente, al socialista Joan Lerma, que durante dos legislaturas ha formado parte de este órgano y es quien repetirá en la siguiente legislatura como senador territorial por parte del PSPV. Hasta el momento es vicepresidente segundo del Senado, ahora reducido a la Diputación Permanente.
El próximo 21 de mayo se constituirá el Senado para la legislatura entrante. En esa jornada, tal y como indica el Reglamento de la Cámara Alta, se formará la Mesa de la institución de forma interina para organizar la sesión plenaria y que todos los senadores electos de cada grupo parlamentario puedan tomar posesión del acta: PSOE (122), PP (55), ERC (11), PNV (9), Ciudadanos (4), Navarra Suma (3), Junts per Catalunya (2), ASG (1), EH Bildu (1).
Después de que tomen posesión, se votará la composición de la Mesa definitiva que estará formada por un presidente, dos vicepresidentes y cuatro secretarios. Y ya en los días posteriores se crearán las comisiones parlamentarias correspondientes que deban estar en marcha a lo largo de la legislatura.
En este punto, conviene apuntar que para que cualquier senador pueda formar parte de la Mesa de la Cámara, haya sido electo por circunscripción en las urnas o por designación territorial, deberá haber tomado posesión del acta presentando previamente la credencial expedida por la correspondiente Junta Electoral Provincial, en el primer caso, o por el Parlamento Autonómico, en el segundo. Sin ello, no podrían entrar en las quinielas de los elegibles. He ahí el problema con los senadores territoriales valencianos.
Con todo, el decreto de disolución del Parlamento valenciano y convocatoria electoral firmado por Puig el pasado 4 de marzo, fija que las nuevas Corts Valencianes se constituirían el próximo 16 de mayo, jueves. Por lo que la Cámara valenciana tan solo tendría desde ese mismo 16 de mayo hasta el 20 de ese mismo mes para designar a sus representantes autonómicos con todos los trámites que ello conlleva y que, en legislaturas pasadas, han tardado casi dos meses en resolverse.
En total, apenas cuatro días -con un fin de semana de por medio- que reduce aún más ese margen del calendario. Tanto, que desde el propio PSPV no encuentran solución para este bache que nadie previó. Si bien es cierto que los senadores territoriales valencianos podrán nombrarse después, también lo es que se perderá visibilidad en la Mesa de la Cámara Alta, pues Lerma optaba a repetir en este puesto.
Esta es una situación que afecta especialmente a los senadores valencianos porque senadores territoriales de cualquier otra comunidad autónoma están designados ya porque no ha habido elecciones en ningún otro territorio; las andaluzas se celebraron en diciembre y el resto lo harán el próximo 26 de mayo junto a las municipales, por lo que sus respectivos senadores se hallarán en la cámara el próximo 21 de mayo, día de su constitución.
Para que diese tiempo a que los senadores valencianos tomasen posesión el día 21 de mayo y, por consiguiente, pudieran ser elegidos miembros de la Mesa -como fue el caso de Joan Lerma en dos legislaturas seguidas- el día 16 de mayo debería constituirse la Mesa de Les Corts Valencianes, definirse los grupos parlamentarios, que éstos eligieran a sus respectivos síndics, nombrar a los portavoces adjuntos de cada formación y elegir también a los coordinadores de grupos.
El 17 de mayo, los grupos parlamentarios deberían haber elevado a la recientemente constituida Mesa de Les Corts las propuestas de senadores territoriales. El órgano, por tanto, debería reunirse para analizar los nombres; elaborar un informe de incompatibilidades e inelegibilidad de cada uno de ellos como fija la Ley de designación de Senadores Territoriales de la Comunidad Valenciana; aprobar que todos son válidos para el cargo, y publicar las candidaturas en el Boletín Oficial de Les Corts Valencianes (BOCV).
Entre ese mismo viernes y el lunes siguiente, 20 de mayo, tendrían que conformarse las comisiones parlamentarias o, al menos, la de Estatuto de los Diputados, que es donde la legislación establece que los senadores territoriales deben comparecer previamente para demostrar su "idoneidad" para el puesto que permita que posteriormente se someta su candidatura a votación en dicha comisión. Una vez los candidatos hayan comparecido, se debería proceder a la votación en comisión y elevar la propuesta al pleno.
Con todo, el mismo día 20 de mayo, lunes, debería celebrarse el primer pleno parlamentario de la legislatura para proceder a la votación de los senadores territoriales. No se necesitará que ninguno reúna una mayoría parlamentaria específica, pues tan solo con un voto del partido que lo propone sería electo porque le corresponde por ley.
Esto es porque la ley d'Hondt, en función de los resultados que haya obtenido cada partido en la noche electoral y teniendo en cuenta cuántos senadores territoriales corresponde a la autonomía por su peso poblacional, establece cuántos representantes les pertenecen a cada formación política.
Con los resultados de las elecciones autonómicas y teniendo en cuenta que la Comunidad Valenciana podrá tener cinco senadores territoriales debido a que la población bajó de los cinco millones de habitantes, al PSPV le corresponden dos representantes, y uno a PP, a Ciudadanos y a Compromís. Podem y Vox se quedan sin ninguno.
En cualquier caso, realizar todos estos trámites en apenas tres días hábiles resulta imposible, como ya admiten los propios socialistas. De no acometerse, ningún senador valenciano tomará posesión de su acta el día que se constituya la Cámara Alta -aunque lo haga más adelante cuando sea nombrado-, pero tampoco podrá estar en la Mesa del Senado si en la jornada del 21 no se halla ya en la sesión plenaria que se celebre. Un bache con el que tropieza Lerma, que durante dos mandatos consecutivos ha logrado situarse en este órgano.