El PSOE retira la enmienda en el Senado que daba más financiación a la Generalitat este año

VALÈNCIA. La respuesta que ofreció el nuevo presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al portavoz de Compromís en el Congreso de los Diputados, Joan Baldoví, cuando éste le preguntó por la reforma del sistema de financiación, dejó fría tanto a la bancada de la coalición valencianista, como a las fuerzas políticas que sustentan el Ejecutivo del Botánico. 

Sobredosis de sinceridad o falta de compromiso, el secretario general de los socialistas asumía que no iba a ser capaz de abrir el melón de la financiación, al menos, en los próximos meses porque no existían los "mimbres" necesarios para que saliera adelante. Es decir, recurrió al argumentario empleado en los últimos meses por el exministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, quien apelaba a la "falta de consenso" con los del puño y la rosa. 

La réplica oral no fue la única contestación del nuevo Ejecutivo a la principal exigencia en la agenda valenciana que, precisamente, ha defendido vehementemente durante esta legislatura el president de la Generalitat y secretario general de los socialistas valencianos, Ximo Puig. El PSOE, además, no presentará al Senado las enmiendas a los Presupuestos Generales del Estado que les fueron tumbadas en el Congreso, algunas de ellas registradas junto a grupos como Podemos y Compromís, y que habían planificado mantener vivas para el trámite en la Cámara Alta. 

Así, fuentes consultadas por Valencia Plaza aseguran que finalmente los socialistas no presentarán sus enmiendas en el Senado para las cuentas generales de 2018 elaboradas por el PP. Con ello, no sólo retiran su firma de la enmienda que exigía al Gobierno central la inversión de 38 millones de euros para el Transporte Metropolitano, sino también la que se centra en el articulado de los PGE de este año que exigía el compromiso de crear un Fondo Transitorio de Financiación Autonómica. 

Un fondo que garantizara que las comunidades autónomas dispusieran de los recursos adicionales "derivados del nuevo modelo de financiación con efectos desde el 1 de enero de 2017" -fecha de la última Conferencia de Presidentes- y que permitiría a la Generalitat Valenciana que preside Puig disponer de más financiación este año hasta que se acometiera la reforma del sistema que lleva caduco desde 2014. 

No en vano, conviene recordar que este fondo fue incluso una de las demandas del Ejecutivo valenciano a Montoro. En abril de 2017, al término de una reunión de la Comisión Mixta Consell-Corts para la reforma del sistema de financiación, el conseller de Hacienda y Modelo Económico del Botànic, el socialista Vicent Soler, reclamó al anterior Gobierno un Fondo Transitorio en 2017 para asegurar la nueva financiación a las comunidades hasta la aprobación del nuevo modelo. 

La enmienda guardada en el cajón, además, comprometía al gobierno a impulsar "la puesta en marcha de los acuerdos sobre financiación autonómica alcanzados en la Conferencia de Presidentes" y a "negociar con todas las comunidades autónomas de régimen común un nuevo sistema de financiación" que garantizara la "igualdad y suficiencia financiera", así como que corrigiera los déficits de financiación. En este sentido, la motivación de la enmienda señalaba que las autonomías habían incumplido su objetivo de déficit "debido a la fuerte caída de sus ingresos". Entre ellas, la Comunidad Valenciana. 

Asimismo, también emplazaba al Gobierno central a encargar a la Comisión de Expertos a analizar los déficits generados por el actual sistema de financiación "a fin de proponer, en su caso, los mecanismos de compensación previstos en la LOFCA". Es decir, una quita de la deuda.

Podemos y Compromís la mantendrán

Estas dos enmiendas en clave valenciana fueron presentadas en su día junto a Podemos, socio parlamentario del Botànic, y Compromís, que forma parte del Ejecutivo valenciano. Dos grupos parlamentarios que mantendrán esta reivindicación entre sus modificaciones a las cuentas.