VALÈNCIA. (EP). La economía española creció un 2,6% en 2018, cuatro décimas menos que en 2017 y su menor alza desde el ejercicio 2014, según ha informado este viernes el Instituto Nacional de Estadística (INE), que eleva así una décima, desde el 2,5% al 2,6%, el dato que avanzó a finales de enero debido a una aportación menos negativa del sector exterior de lo inicialmente estimado.
Asimismo, Estadística ha rebajado una décima los crecimientos del PIB que estimó en su día para el tercer y cuarto trimestre de 2018, hasta el 0,5% y el 0,6%, respectivamente. De este modo, una vez revisados los datos, la economía española aceleró su crecimiento trimestral en el último cuarto del año una décima respecto al trimestre anterior.
EL INE también ha revisado a la baja el crecimiento interanual del PIB del cuarto trimestre, que se situó en el 2,3%, dos décimas menos que en el trimestre anterior y una décima por debajo del dato avanzado a finales de enero, de acuerdo con la Contabilidad Nacional publicada hoy por el organismo estadístico.
El crecimiento del 2,6% registrado en 2018 coincide con las previsiones oficiales del Gobierno y es una décima superior a lo que había calculado el Banco de España, el FMI y el consenso medio de los principales servicios de estudios.
Según el INE, el crecimiento del 2,6% logrado en el conjunto del año pasado se debe a una aportación de la demanda nacional de 2,9 puntos, similar a su contribución en 2017, en tanto que la demanda externa restó tres décimas al avance del PIB, cuatro décimas por debajo del dato de 2017.
El consumo de los hogares subió por quinto año consecutivo al incrementarse un 2,3% en 2018, una décima menos que en 2017, mientras que el gasto público registró un crecimiento anual del 2,1%, su mayor alza desde 2009. La inversión aceleró cuatro décimas su avance anual, hasta el 5,3%.
El valor del PIB a precios corrientes alcanzó un nuevo máximo en 2018 al situarse en 1.208.248 millones de euros, un 3,6% superior al de 2017.
El crecimiento del 0,6% registrado en el cuarto trimestre de 2018 se ha acelerado una décima respecto al dato revisado del tercer trimestre e iguala los avances de los dos primeros trimestres del año pasado. Con este avance trimestral del PIB se acumulan ya 21 trimestres consecutivos de alzas.
Por su parte, la tasa interanual del PIB bajó dos décimas en el cuarto trimestre, hasta el 2,3%, pero encadena 20 trimestres consecutivos en tasas positivas.
El crecimiento del 0,6% en el último cuarto de 2018 se ha producido tras desacelerarse cuatro décimas el crecimiento del gasto público, desde el 0,8% al 0,4%, y moderarse dos décimas el consumo de los hogares, que creció un 0,4% entre octubre y diciembre, dos décimas menos que en el trimestre anterior. El gasto en consumo de las instituciones sin fines de lucro y al servicio de los hogares no experimentó variación.
La inversión, por su lado, entró en tasas negativas en el cuarto trimestre del año pasado rompiendo así con cinco trimestres de alzas. En concreto, se anotó un retroceso del 0,2%, en contraste con al crecimiento del 0,2% registrado en el trimestre anterior.
Al contrario que la inversión, las exportaciones y las importaciones volvieron a tasas positivas entre octubre y diciembre. Las primeras avanzaron en el trimestre un 0,7%, mientras que las importaciones no experimentaron variación, frente a los descensos del 0,8% y del 0,9% experimentados en el tercer trimestre.
Por su parte, la tasa interanual se situó en el 2,3% en el cuarto trimestre del año pasado debido exclusivamente a la demanda nacional, pues la externa contribuyó de manera negativa al crecimiento.
En concreto, la demanda nacional aportó 2,5 puntos al crecimiento del PIB interanual en el cuarto trimestre de 2018, dos décimas menos que en el trimestre anterior, en tanto que la demanda externa restó dos décimas al crecimiento.
En términos interanuales, el gasto en consumo mantuvo su crecimiento en el 2%, con un avance del gasto en consumo de los hogares del 2,2% (igual que en el trimestre anterior) y un aumento del gasto público del 2,2% (igual que en el trimestre anterior). En el caso de las instituciones sin fines de lucro, su gasto en consumo moderó su crecimiento dos décimas, hasta el 0,5%.
La inversión también desaceleró su ritmo de crecimiento interanual en el cuarto trimestre de 2018, desde el 5,3% del trimestre anterior al 4,4%. Igualmente, las exportaciones y las importaciones desaceleraron el ritmo y mostraron avances interanuales del 1% y del 1,7%, respectivamente, siete y seis décimas por debajo del crecimiento que registraron en el tercer trimestre.
Desde la óptica de la oferta, la agricultura y los servicios presentaron en el cuarto trimestre de 2018 un mejor comportamiento interanual que en el trimestre anterior. Así, el valor añadido bruto de la agricultura creció un 3,6%, frente al retroceso del 0,5% registrado en el trimestre anterior, mientras que los servicios aceleraron tres décimas su tasa interanual, hasta el 3%.
Por contra, el crecimiento de la industria retrocedió un 1,3% después de muchos trimestres en tasas interanuales positivas, mientras que la construcción moderó su avance desde el 8,1% del tercer trimestre al 7,2% en el cuarto trimestre.
El empleo, medido en términos de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, desaceleró una décima su crecimiento trimestral, hasta el 0,6%, mientras que amplió dos décimas, hasta el 2,6%, su avance interanual, lo que supone la creación en un año de 469.000 puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo.
En el cuarto trimestre de 2018, la ocupación en la construcción y los servicios aceleró su ritmo de crecimiento interanual, desde el 9,1% al 11,3% en el primer caso y desde el 2,5% al 2,7% en el segundo. Por el contrario, la agricultura y la industria destruyeron puestos de trabajo, con descensos de la ocupación del 1,1% y del 0,8%, respectivamente.
El empleo asalariado, por su parte, creció un 3,2% interanual en el cuarto trimestre, lo mismo que en los tres trimestres anteriores.
La productividad por puesto de trabajo equivalente a tiempo completo se situó en el -0,3%, cuatro décimas menos que en el trimestre anterior, y la productividad por hora efectivamente trabajada registró un retroceso del 0,6%, encadenando ya tres trimestres consecutivos de caídas.
En este contexto, la remuneración de los asalariados pasó de crecer un 4,3% a aumentar un 4,4%. Este crecimiento es consecuencia de la evolución del número de asalariados y del aumento en un 1,1% de la remuneración media por asalariado. Así, el crecimiento del coste laboral por unidad de producto (CLU) se situó en el 1,3%, cinco décimas más que la variación experimentada por el deflactor implícito de la economía (0,8%).