VALÈNCIA. (EP). La ministra de Economía, Nadia Calviño, ha presentado este lunes el nuevo cuadro macroeconómico, que contempla una revisión a la baja de una décima tanto del crecimiento previsto para este año, que se sitúa en el 2,6%, como el de 2019, en el 2,3%.
Al término de la reunión del Consejo de Ministros, Calviño afirmó que se trata de unas previsiones "prudentes", que se encuentran en los "límites inferiores" de los rangos de previsiones nacionales e internacionales.
El Gobierno ha mantenido las previsiones de empleo previstas. Así, la tasa de paro se mantiene en el 15,5% para este año y en el 13,8% para 2019.
Las importaciones también se contraerán, seis décimas este año hasta crecer el 4%, y cuatro décimas el que viene, hasta el 3,8%. Las proyecciones del Gobierno respecto a la demanda nacional mejoran, con una aportación al PIB que se elevará dos décimas en 2018 y una décima en 2019.
La previsión del Gobierno contempla una moderación del gasto en consumo de dos décimas este año y una el que viene, mientras que la inversión aumentará 1,1 puntos más de lo anteriormente calculado en 2018 y cuatro décimas más en 2019. Con estas cifras, la tasa de paro se mantiene en línea con las anteriores previsiones del Gobierno, en el 15,5% de la población activa en 2018 y en el 13,8% en 2019.
El deflactor implícito del PIB (inflación) se situará en el 1,3% en 2018 (dos décimas menos de lo anteriormente previsto) y en el 1,8% en 2019 (una décima más). Según ha explicado la ministra de Economía y Empresa, Nadia Calviño, las previsiones de deuda respecto al cierre de 2017, cuando se situó en el 98,3% del PIB, se situará en el 95,5% a finales de 2019.
Asimismo, el Ejecutivo incluye en el Plan Presupuestario que enviará a Bruselas los objetivos de déficit que había pactado con las autoridades europeas a pesar de que el Congreso tumbó esta senda. Así, el Gobierno prevé que la desviación presupuestaria este año alcance el 2,7% mientras que en 2019 el dato será del 1,8%
Por otro lado, la ministra de Economía y Empresa ha defendido que la evolución del empleo "ha sido muy positiva" cuando en España se ha subido el salario mínimo interprofesional (SMI) de manera importante, como ocurrió entre 2004 y 2005 y entre 2017 y 2018.
"La creación de empleo no se resintió, sino que aceleró en los grupos de edad más bajos", ha apuntado la ministra al ser preguntada por las advertencias del mundo empresarial de que elevar el salario a 900 euros al mes en 2019 perjudicará la creación de empleo.
La ministra ha afirmado que la evidencia empírica y la literatura económica apuntan a un "impacto mixto" cuando analizan los efectos de la subida del SMI sobre el empleo.
En todo caso, Calviño ha subrayado que, más que en los diferentes modelos y análisis sobre esta materia, "a ella le gusta reflexionar sobre los hechos" y el hecho es, ha añadido, que "los salarios en España se han mantenido en niveles reducidos en los últimos años".
Así, ha destacado que gran parte de los trabajadores no llegan a cobrar 1.000 euros al mes; que los indicadores de riesgo de pobreza y exclusión social son "muy elevados"; que el 30% de la población no puede irse de vacaciones ni una semana ni afrontar gastos imprevistos, y que el 14% de los trabajadores están en situación de riesgo de pobreza, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
"Tenemos una situación de trabajadores pobres", ha enfatizado la ministra, que también ha asegurado que, para luchar contra la brecha salarial, hay que subir el SMI, dado que casi un 70% de las personas que lo cobran son mujeres.
Por su parte, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, también ha resaltado durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que el alza del SMI a 900 euros mensuales en 2019, lo que implica un aumento del 22,3% respecto la cuantía de 2018, impactará positivamente sobre las cuentas de la Seguridad Social al aumentar los ingresos por cotizaciones. "Y eso implica saneamiento para las cuentas de la Seguridad Social", ha indicado.