El analista de XTB aborda los problemas a los que se está enfrentando la primer ministra británica para lograr el visto bueno y que Reino Unido se 'desenchufe' de la Unión Europea
MADRID. Parece que una vez firmado el acuerdo entre Reino Unido y el resto de líderes europeos, el final del Brexit está más cerca... pero nada más lejos de la realidad. El gran escollo al que se enfrenta Theresa May es la aprobación del acuerdo en el Parlamento británico donde no tiene mayoría y se enfrenta a la oposición de todas las partes. El plan que tiene la ministra británica es realizar una campaña pronacional para ganar el apoyo popular, aun así necesitaría el apoyo de la cámara y si este no llega podría detonar en un grave problema político dentro de Reino Unido. Los próximos días se presumen clave para finalizar el proceso de salida de Europa y marcar las reglas de los nuevos acuerdos.
Este acuerdo internacional tiene una fecha clave, el próximo 29 de marzo, para una salida correcta de Reino Unido y realizar una separación ordenada y correcta donde se extenderán 21 meses de gracia para una adaptación correcta a los nuevos acuerdos generados. En este punto cabe destacar que los acuerdos de libre comercio todavía podrían tardar años en concretarse.
Nada cambiará entonces hasta enero de 2021, que es la fecha límite del antes mencionado periodo de gracia. La vida en Reino Unido continuará siendo igual, incluida la libre circulación hasta ese momento, después de esa fecha llega el punto de inflexión donde el cambio radical o la estabilidad aún son una incógnita, ya que no se han detallado las nuevas condiciones, pero parece que temas como el libre comercio y la libre circulación serán mucho más complicados, pero lo positivo que sacamos del acuerdo ya firmado es que aquellos ciudadanos de la Unión Europea residentes en Reino Unido no tendrán problemas a la hora de permanecer en el país y viceversa.
En diciembre el acuerdo llegará al Parlamento y Theresa May sólo tiene unas semanas para convencer a los opositores que actualmente encuentra. Si el Parlamento vota en contra, es una presión añadida para acelerar unas elecciones generales, por ello May lo que está intentando es ganarse el apoyo popular más que batallar en un parlamento en contra. Esta tensión y disputas, podría detonar en un segundo referéndum, que por el momento tampoco goza del apoyo en el parlamento. Dicha situación política podría desembocar en un limbo legal que entorpecería el comercio, produciría un ocaso sin precedentes, siendo el factor contagio un problema también para los mercados financieros.
Si el acuerdo se aprobara en el Parlamento supondría un alivio para el centro financiero de Londres, ya que el período de gracia permite ganar tiempo. Las entidades financieras están abiertas a todo tipo de alternativas y el funcionamiento del futuro aún es incierto. Para los bancos de Reino Unido, el trato debería ser similar al de bancos estadounidenses y japoneses, debiendo llegar a nuevos acuerdos.
El Brexit clarifica su situación con respecto a Europa, pero tiene claras incertidumbres en territorio nacional y los próximos movimientos políticos que se den dentro de Reino Unido se presumen clave.
Jorge López es analista de XTB