El Arenal Sound abre la mano a la "música urbana"

VALÈNCIA. Algo se mueve en el Arenal Sound y esta vez no es la marabunta que colapsa el entorno de su recinto en Burriana la primera semana del mes de agosto desde hace siete años. Es cierto que desde su edición de debut –aquel extraño aterrizaje– la eclecticidad ha sido una seña de identidad en sus carteles. Estilos dispares que encontraban su lado más uniforme con la singularidad de hacer repetir a algunas bandas que se han convertido en una cita recurrente: las hay que en siete ediciones han actuado hasta tres veces. Sin embargo, a lo largo de todas sus selecciones el indie rock ha dejado espacio a distintas visiones de la electrónica, el rap, el reggae y hasta el ska. Los seis o siete días de fiesta y la división por jornadas de algunos estilos ha dado cierto orden a ese megamix de inquietudes musicales.

Más allá de la recurrencia, el Arenal Sound ha demostrado ser más permeable que muchos de los grandes festivales del Estado. Y, a partir de esa radar de nuevos éxitos entre el público más jóven, el año pasado ya capturó para su line up a C. Tangana y Dellafuente. Para la edición de 2018, la octava de su singladura, la "música urbana" está llamada a hacerse un espacio propio. Cuando tan solo se ha confirmado una primera parte del cartel, el número de artistas de la autodenominada “música urbana” ya ha crecido. De arriba hasta abajo. Bad Bunny, uno de los 10 artistas internacionales actuales más oído en plataformas como Spotify o Youtube, es el primer cabeza de cartel. En lo referente a los representantes más próximo y tras la notable recepción de los citados artistas en 2017, el festival de Burriana ya ha asegurado las actuaciones de Bad Gyal, Kidd Keo y Mueveloreina. 

“Desde el año pasado vimos que este tipo de música más urbana estaba en auge. Por número de artistas es cierto que ya sabemos que serán algunos más que la edición de 2017, pero es cierto que ha coincidido que entre las confirmaciones que ya podemos hacer públicas han salido todos los que mencionas”, comenta Tomás Abril, responsable de comunicación del certamen. Él mismo pone en valor la idea de un festival “ecléctico. No hay que olvidar que desde hace años es habitual para nosotros incluir estilos como el rap o el reggae. Artistas como Green Valley este año cumplirán con su tercera actuación en el festival o La Raíz”. Admite que “es posible que haya seguidores de La Pegatina que no vayan a ver a Taburete, pero también hemos descubierto que entre nuestro público joven hay gente que está dispuesta a escuchar a artistas muy distintos”.

De hecho, en la pasada edición uno de los conciertos de un éxito más incontestable fue el de Kase. O desarrollando el directo de la gira En círculo. El festival que ha programado a Chijos del Maíz o Fangoria en una misma tirada tiene “muy en cuenta” los resultados de las consultas que hace a inicios de temporada en sus redes sociales. Por ejemplo, “Bad Bunny era uno de los artistas más demandados. Vimos la posibilidad de que pudiera estar en 2018 y para nosotros es un orgullo tener a un artista tan escuchado en el mundo en el Arenal Sound”. De hecho, el festival tuvo su mayor repercusión en redes como Instagram el día de esta confirmación. Aunque no hay una relación directa entre los deseos del público y el cartel definitivo (“por presupuesto, porque no estén de gira, porque el artista ya tenga otros compromisos”) es cierto que esas consultas han hecho abrir la mano al festival hacia la “música urbana”.

Abril, pese a ello, quiere dejar claro que “el indie va a seguir siendo uno de los ejes porque va con la identidad del festival”. En un encuentro musical de seis días y en el que la gran mayoría del público tiene “entre 18 y 24 años”, no hay tanta preocupación por los estilos reunidos “y sí porque el directo sea potente y porque tenga una base de público importante”. Tampoco va a olvidar “los guiños a un público más adulto”. El año pasado la marca la obtenía especialmente con Amaral, pero Fangoria también ha pasado por el certamen en dos ocasiones y este año repite una vez más Dorian. Son solo algunos ejemplos. ¿Funciona la fórmula? Su responsable de comunicación asegura que los abonos este año “podrían agotarse entre enero y febrero”. Además del bagaje, a todo ello algo debe estar pesando el masivo impacto de la “música urbana” que ha encontrado su espacio en el cartel del Arenal Sound.