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comisión de seguimiento del acuerdo de gobierno

El tripartito de Alicante vuelve a pactar: gestión sin ruido ni decisiones unilaterales

26/01/2017 - 

ALICANTE. El tripartito de Alicante se resetea y vuelve a pactar. PSOE, Guanyar y Compromís sentaron este miércoles las bases de sus relaciones políticas y de cómo debe ser su gestión diaria al frente del ayuntamiento de la segunda ciudad de la Comunitat con la intención de agotar el mandato. La hoja de ruta en esta enésima oportunidad para el entendimiento -nadie se atrevió a precisar si sería la última- es todo un regreso al pasado: ajustarse a las directrices del pacto de gobierno suscrito tras las municipales de 2015. Eso sí, todo con el concurso necesario de un condimento que entonces no se valoró en su justa proporción: más comunicación con contactos periódicos para mejorar la coordinación de la acción de gobierno (que es donde se debe poner el foco, según el líder de Compromís, Natxo Bellido) con la voluntad de llegar al consenso. Se acabaron las decisiones unilaterales. Al menos, así lo sostuvo el vicealcalde y portavoz de Guanyar, Miguel Ángel Pavón, al término de la reunión, aunque la literalidad de ese compromiso no quedó incorporada en el comunicado conjunto que se facilitó a los medios de comunicación, en el que se podía apreciar la huella de cada uno de los tres socios, el granito de arena aportado por cada partido y que, en teoría, debe servir para sostener el castillo común.

Según ese comunicado, los nueve representantes del tripartito (tres por cada formación) presentes en la comisión hicieron balance de la labor desempeñada hasta ahora: "La reunión celebrada hoy [por este miércoles] entre los partidos que sustentan el Gobierno municipal (PSOE, Guanyar y Compromís) ha servido para renovar la voluntad de llevar adelante el proyecto de cambio político surgido en el mes de mayo de 2015, después de 20 años de desgobierno del PP que dejó esta ciudad con graves problemas relacionados con la sombra de la corrupción y el consecuente deterioro de la imagen de la ciudad, la quiebra de las finanzas municipales y la paralización de las inversiones públicas.

Por todo ello, este equipo de Gobierno ha trabajado día a día para revertir esta situación, hasta conseguir desligar la corrupción de la imagen de la ciudad, abriendo las puertas del Ayuntamiento a todos los colectivos y a toda la ciudadanía, y logrando atraer inversiones europeas y estatales en proyectos estratégicos como la DUSI Las Cigarreras o ‘Alicante Se Mueve’".

En ese contexto, el tripartito trató de exhibir alguno de sus logros como haber reducido la deuda municipal en más de una cuarta parte (35 millones); el impulso de los trabajos previos a un nuevo Plan General (catálogo de protecciones), fiscalización de todas las contratas (incluida la de la limpieza); el aumento del gasto social y de la inversión pública y hasta la autoatribuida reactivación económica (ocupación turística, fin de destrucción de empleo, comercios y empresas).

También hubo espacio para la autocrítica. Los tres socios -en parte ya reconciliados tras la reunión entre sus tres líderes, Echávarri, Pavón y Bellido, este lunes- reconocieron lo innegable: que "existen problemas de comunicacón y coordinación en el equipo de gobierno. En esta línea, se acordó mantener reuniones semanales entre los portavoces de los tres partidos, la convocatoria de comisiones de seguimiento del pacto cada dos meses y la celebración de unas jornadas políticas sin calendario definido para hacer balance "de la situación organizativa y política del Ayuntamiento y la ciudad y para trazar las grandes líneas de la hoja de ruta del gobierno del cambio en lo que queda de legislatura". "Estos instrumentos de diálogo deben servir para canalizar de forma interna las discrepancias que puedan surgir, diferencias que son inherentes a un gobierno plural comprometido con este Pacto", reza el comunicado.

Por último, al margen de la promesa de elaborar la reforma del Reglamento Orgánico del Pleno (ROP) en dos meses, el encuentro trató de establecer las prioridades en la gestión del tripartito hasta 2019. Entre ellas, "los proyectos estratégicos de carácter transversal" que afectan a varias concejalías como el Plan de Ciudad, el Plan de Inclusión Social, el Plan General Estructural o el Paseo Litoral. Los tres socios se conjuraron también para seguir apoyando al sector turístico local, para tratar de iniciar las obras del parque central en los terrenos liberados del ferrocarril, en la regularización del movimiento de los graneles, en la ordenación del espacio urbano o, incluso, en la municipalización de servicios.

En el encuentro no se trató algunos asuntos que los tres socios consideran capitales: una inversión como la llegada de Ikea, la regulación de los horarios comerciales o el futuro de los presupuestos   

Se trata, este último, de uno de los motivos que ha generado algunos de los desencuentros más relevantes entre los tres aliados, aunque en el encuentro -y tras él- se puso en valor que ya se han rescatado algunos servicios como las escuelas deportivas municipales. En algunos casos -como el de la limpieza de edificios públicos- se asume, incluso por parte de Guanyar, que ya resulta imposible. Pero se sostiene que existe base para prestar de forma directa otros de menor entidad como el arreglo de aceras (hay una propuesta sobre la mesa para que lo asuma una brigada municipal con doce empleados) o el mantenimiento de parques y jardines. 

La comisión se saldó, sin embargo, sin ningún comentario sobre planes de futuro por lo que respecta al instrumento que sirve de punto de partida imprescindible para la gestión municipal: la aprobación de los presupuestos. Como viene informando este diario, el tripartito en situación de minoría no tiene asegurado el respaldo político necesario para aprobar su planificación económica. Requiere del apoyo explícito o la abstención de al menos un concejal de la oposición. Se intentó una negociación con Ciudadanos (C's) que no prosperó. Ahora todo queda a expensas de la fase de enmiendas. Tampoco se habló sobre otros asuntos que el tripartito considera capitales: la llegada de una inversión millonaria como la de Ikea o la regulación de los horarios comerciales. Y no se bajó al terreno de temas concretos que han tensado el pacto en las últimas semanas como el nombramiento de los directores generales, la separación de un miembro de Guanyar de la Junta de Gobierno o la posible retirada de uno de sus asesores para ajustar su número a su representación política real, tras la expulsión de la exedil de Acción Social, Nerea Belmonte.   

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